Orlando Jorge Mera
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El próximo 16, el PLD cumplirá 11 años consecutivos en el poder. En ese período de tiempo no solo ha incumplido sus compromisos, palabras vacías con las cuales se ganó el voto de una parte de la población, sino también ha degradado la democracia, las instituciones y peor aún, la calidad de vida de la inmensa mayoría de las y los dominicanos.
Si los ocho años del Gobierno de Leonel Fernández se caracterizaron por una deuda pública sin precedentes y un supuesto progreso blindado que solo se sintió en el Comité Político y amigos más cercanos, el período de Medina, aunque con matices en comunicación, es sencillamente más de lo mismo, la práctica de un modelo agotado de mucho para pocos y poco para muchos.
Aunque se ha informado de la creación de cientos de miles de empleos, lo cierto es que el desempleo sigue en niveles mucho más altos en comparación con otros países. En la realidad, la tasa de desempleo llega al 15%, y lo que es peor, la mayoría de los que sí trabajan lo hacen en la informalidad, sector que en 12 años creció un 45%, en contraposición al sector formal que lo hizo en apenas un 19.8%.
Si de salud y educación hablamos, dos ejes fundamentales, el Gobierno del PLD se “quema”. A salud le destina un pírrico 2% del PIB, lejos del 5% ideal si el objetivo fuera aumentar la cobertura y mejorar la calidad del servicio, así como la calidad laboral de quienes ejercen la medicina. De su lado, la educación, aunque con un 4% del PIB en recursos, estos se han dirigido a construir escuelas por todo el país sin planificación, dejando de lado la titánica tarea de capacitar a los profesores, mejorar sus salarios y reestructurar el currículo académico. No es casualidad que de 148 países, RD sea 146 en calidad educativa.
La inseguridad es sin dudas la peor asignatura del alumno mediocre en que se ha convertido el PLD. Planes de seguridad, promesas de un país seguro, patrullaje mixto como medidas de reacción y no de acción, son el menú fallido de un Gobierno que ha sido derrotado por la delincuencia, la violencia y la inseguridad, hoy por hoy, el tema de mayor preocupación de la población dominicana.
No hay mal que dure 12 años ni país que lo aguante. En mayo próximo se escribe una nueva historia para la República Dominicana, la de las oportunidades de trabajo, de mejor educación y salud, de una vivienda digna y un pasar seguro para la familia nacional. En mayo próximo se escribe la historia del Partido Revolucionario Moderno y de Luis Abinader como nuevo presidente, el representante de la esperanza, el hombre que le cerrará la puerta al PLD y abrirá las alamedas de la democracia, la institucionalidad y la inclusión.

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