domingo, 19 de febrero de 2017

Perú embarga los bienes de Odebrecht y otras siete empresas brasileñas

AVANCE
Perú embarga los bienes de Odebrecht y otras siete empresas brasileñas
El Gobierno de Kuczynski congela cuentas bancarias, propiedades y vehículos por valor de 80 millones de dólares. Las ocho compañías están vinculadas al ‘caso Lava Jato’
Un manifestante contra la corrupción, ayer en Lima. C. BOURONCLE AFP
La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria de Perú (Sunat) ordenó embargos por más de 260 millones de soles (unos 80 millones de dólares) contra ocho compañías brasileñas con presencia en el país, todas vinculadas al caso Lava Jato. El monto mayor corresponde a la constructora Odebrecht, que deberá pagar más de 150 millones de soles.
De momento, han sido congeladas las cuentas bancarias, los bienes inmuebles, los vehículos y las cuentas de terceros de estas empresas, entre las que se encuentran Queiroz Galvao y OAS. Según el medio de investigación digital «Ojo Público», el 18 de enero fueron intervenidas más de cuatro mil hectáreas de una sucursal de Odebrecht en Olmos, al norte del Perú. Se esperaba que ocurriera lo mismo con el edificio de siete pisos del barrio de San Isidro que la constructora usa como sede, pero éste figura a nombre de un fideicomiso de la subsidiaria de un banco.
Después de que en diciembre de 2016 se produjeran las delaciones premiadas en Brasil, la Intendencia Nacional de Principales Contribuyentes Nacionales de la Sunat identificó movimientos sospechosos de sus sucursales. El procedimiento de embargo se inició casi de inmediato, luego de auditorías contables que se remontaron al año 2010. No se descarta que siga aplicándose, pues se sospecha que las empresas brasileñas seguirán intentando protegerse, con la venta de sus activos o el retiro del dinero de sus cuentas.
La acción se toma a pesar de que ninguna de las empresas se encuentra sentenciada por la justicia peruana. Para ello, la Sunat ha empleado medidas cautelares provisionales. Éstas servirán para cobrar las actuales acreencias, pero también para garantizar el pago de las obligaciones que contraiga a futuro, durante el proceso penal por corrupción que afrontan.
«Se trata de una medida excepcional, para un caso excepcional», aclara el abogado tributarista Renato Asensios: «El artículo 58 del Código Tributario peruano faculta a la Sunat a utilizar este recurso una vez que se identifica el peligro de que una persona natural o jurídica pueda incumplir sus deudas tributarias».
Las empresas pueden apelar ante la Sunat o el Tribunal Fiscal del Ministerio de Economía. Sin importar el camino que elijan, el embargo se mantendrá hasta que alguna de estas instituciones decida lo contrario. Si ganan el recurso, recibirán de vuelta lo incautado.
HUMALA COMPARECE ANTE EL FISCAL
Luego de la presentación de Alan García el jueves, este viernes le llegó el turno al expresidente Ollanta Humala, quien debió comparecer como testigo ante la Segunda Fiscalía Anticorrupción, para declarar sobre las presuntas irregularidades en la concesión del Gasoducto Sur Peruano. Según ha denunciado un testigo protegido, la licitación de este proyecto fue otorgada luego de unas coordinaciones entre Nadine Heredia, esposa de Humala, y Jorge Barata, representante de Odebrecht en Perú. Ambos están siendo investigados por colusión y negociación incompatible.
García había dicho a la prensa: «A mí no me metan en la pandilla de los expresidentes», lo que fue respondido por Humala: «No pertenezco al club de presidentes prófugos, o que se van fuera del país a vivir». Otros testigos citados son Keiko Fujimori y el Presidente Pedro Pablo Kuczynski..
También se supo que la Procuraduría Anticorrupción solicitará un pago de 200 millones de soles (unos 60 millones de dólares) para los implicados en el caso Odebrecht. Este monto deberá ser asumido solidariamente por el expresidente Alejandro Toledo, Jorge Barata, el empresario israelí Josef Maiman —amigo íntimo de Toledo—, Jorge Cuba Hidalgo —exviceministro en el gobierno de Alan García— y los demás involucrados en esta trama corrupta.
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/18/actualidad/1487438625_752332.html

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Las elecciones de Ecuador marcan el fin de un ciclo político de una década

Las elecciones de Ecuador marcan el fin de un ciclo político de una década
El país elige presidente y su nueva Asamblea tras diez años de Gobierno de Rafael Correa
Los ecuatorianos acuden este domingo a las urnas para elegir presidente y la nueva composición de su Asamblea. El país, que afronta un cambio de ciclo tras una década de Gobierno de Rafael Correa, decide entre Lenín Moreno, el candidato oficialista favorito según las encuestas con entre el 30% y el 35% de los apoyos, y los aspirantes de una oposición fragmentada, encabezados por el conservador Guillermo Lasso. Los sondeos vaticinan que nadie logrará imponerse en primera vuelta. Aun así, estos comicios definirán la voluntad de Ecuador de continuar o no el giro político en América Latina.
Varios funcionarios preparan ayer material electoral para su traslado en Quito. JOSÉ JÁCOME EFE
Los votantes del país andino examinan la herencia del llamado “socialismo del siglo XXI” impulsado por Correa, quien decidió no optar a la reelección, en una contienda que se celebra tras una campaña de perfil bajo. Sin el liderazgo y la popularidad del presidente saliente, Lenín Moreno ha tenido que cargar con un legado complicado, que sus adversarios critican principalmente por la gestión económicade los últimos años, tratando de hilar un relato complementario. Esto es, el candidato del Movimiento Alianza PAÍS ha intentado construir un perfil propio más alejado de los cánones de la “revolución ciudadana” y, con todo, contará según los analistas con el apoyo de los electores más fieles de esa formación, aproximadamente un 30% de los ecuatorianos.
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Ese respaldo es insuficiente para ganar en primera vuelta —necesitaría alcanzar el 40% y superar al segundo candidato en más del 10%— y arroja un panorama incierto sobre el comportamiento de los electores de la oposición a partir del lunes y lo que pueda ocurrir en una segunda vuelta, que se celebraría el 2 de abril.
Ecuador decidirá este año, en definitiva, si seguir el camino inaugurado por Argentina en 2015 con la victoria de Mauricio Macri y el declive del kirchnerismo, y continuar un posible efecto dominó en América Latina antes de las elecciones de 2018 previstas en Brasil, México y Colombia. Pase lo que pase, el país encara un probable cambio. “El triunfo [de Moreno] en primera o en segunda vuelta va a cambiar las cosas”, señala el politólogo Franklin Ramírez, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Es decir, si el candidato oficialista lograra imponerse mañana, el desmarque del proyecto político de Correa sería menor que si lo hiciera en la segunda votación. En cualquier caso, el próximo presidente tendrá que asumir que el diálogo será imprescindible para gobernar, puesto que la composición de la Asamblea estará muy probablemente marcada por la fragmentación. Lo afirmó públicamente el propio Moreno y lo dejó negro sobre blanco en su perfil de Twitter: “Ahora viene lo mejor. Vienen otros tiempos, los tiempos del diálogo, de la mano extendida”.
EL DELFÍN DE RAFAEL CORREA
Lenín Moreno es el candidato del Movimiento Alianza PAÍS. Favorito según los sondeos, es el encargado de gestionar la herencia del presidente saliente, Rafael Correa, de cuyo Gobierno fue vicepresidente entre 2007 y 2013. Muy comprometido con la atención a la discapacidad, en diciembre de ese año fue nombrado por el entonces secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, Enviado Especial del Secretario General en Discapacidad y Accesibilidad. Se trasladó a Suiza y regresó a Ecuador a finales del año pasado para presentarse a las elecciones con Jorge Glas, actual vicepresidente del país, como compañero de candidatura. 
Su principal contrincante es el empresario Guillermo Lasso, cuya intención de voto apenas supera el 20%. El candidato del Movimiento CREO, expresidente del Banco de Guayaquil, tiene una visión de país liberal en lo económico y antitética a la filosofía del “buen vivir” de Correa. En conversación con EL PAÍS, lo resume así: “Uno de los objetivos nuestros es entrar en la Alianza del Pacífico. Y le diremos bye bye al ALBA”, la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América de la que forman parte, por ejemplo, Venezuela y Bolivia.
El efecto de Viteri
No obstante, Lasso, que es amigo de José María Aznar y exhibe en su oficina de Guayaquil el libro del expresidente España puede salir de la crisis, compite en el espectro de la oposición con otra candidata. Cynthia Viteri, aspirante del Partido Social Cristiano, cuenta con un apoyo que ronda el 15% y en algún estudio de opinión ha estado por encima. En cualquier caso, ambos han hecho campaña presentándose como líderes de la oposición a Moreno. “Empieza la segunda vuelta”, llegó a afirmar Viteri en el cierre de la carrera electoral.
EL AMIGO DE LA FUNDACIÓN FAES
Guillermo Lasso es, según las encuestas, el principal candidato de la oposición a la presidencia de Ecuador. Empresario y expresidente del Banco de Guayaquil, el líder del Movimiento CREO es un político conservador y liberal en materia económica, próximo al Partido Popular y amigo personal del expresidente José María Aznar. “Tengo buenos amigos en el PP y también en FAES, y aunque le parezca mentira también algunos socialistas son personas respetables para mí”, afirmó a EL PAÍS. Espera capitalizar el voto útil de otros candidatos de la oposición como Cynthia Viteri si hay segunda vuelta.
El general retirado Francisco Moncayo,exalcalde de Quito y representante socialdemócrata, es el candidato que ocupa el cuarto puesto entre los aspirantes de la oposición, aunque difícilmente, según las encuestas, puede superar el 10% de los votos. Lasso, por tanto, en el caso probable de darse una segunda vuelta, no tiene asegurado el puesto de competidor de Moreno. Ya lo fue en 2013 y obtuvo el 22,7% de los votos frente a Correa, aunque él se muestra muy optimista. “En el Ecuador de hoy hay dos certezas: la primera es que hay segunda vuelta, la segunda certeza, que nosotros vamos a estar en segunda vuelta. La duda es si llegamos primeros o no”, concede. “En todo caso, el lunes será un nuevo día en Ecuador, y ese día habremos dado vuelta ya a la página de la confrontación y la adversidad de la oposición en la campaña electoral. El día lunes 20, Ecuador será distinto, y la unidad de los líderes políticos prevalecerá para evitar que termine como Venezuela”, mantiene.
Los casi 13 millones de ecuatorianos llamados a las urnas se pronunciarán hoy también sobre el llamado pacto ético sobre los paraísos fiscales. Tras el caso de los papeles de Panamá, Correa decidió someter a los electores una pregunta básica: “¿Está usted de acuerdo en que, para desempeñar una dignidad de elección popular o para ser servidor público se establezca como prohibición tener bienes o capitales, de cualquier naturaleza, en paraísos fiscales?”. A pesar de eso, el referéndum quedó desdibujado durante una campaña que estuvo marcada también por la sombra de la corrupción y por los efectos del caso Odebrecht. http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/18/america/1487448076_407408.html

Quiebra moral - Por Orlando Jorge Mera @orlandojm

Quiebra moral

Publicado el: 16 febrero, 2017
Por: Orlando Jorge Mera orlandojorgemera@yahoo.com e-mail: redaccion[@]elnacional.com.do



Los sobornos de Odebrecht han desnudado la quiebra moral que existe en el gobierno nacional. Haber sido cómplice junto a otros gobiernos de la mayor trama corrupta con el fin de engrosar la acumulación de riqueza de una parte de la clase política latinoamericana que transigió a violar las leyes y los códigos penales, solo para garantizar impunidad, constituye una vergüenza. La indignación que expresan la mayoría de los dominicanos, incluido yo, es justa y legítima.
Solo recordar que Joao Santana, el experto publicista en marketing electoral, era el principal asesor del presidente Danilo Medina, confesado por el propio presidente, y que estando en República Dominicana, fue ordenado su arresto en Brasil, no puede ser obviado al analizar este escándaloso caso. Todo esto fue precedido de la visita del entonces presidente electo Medina a Lula Da Silva y a Dilma Rousseff en Brasil poco días antes de asumir el poder en 2012.
Luego la historia es conocida. Lula viajó a Santo Domingo, en avión fletado por Odebrecht, y por arte de magia, se ordenó hacer una nueva licitación de Punta Catalina para tener un solo beneficiario, el gigante brasileño. Pero paralelamente lo mismo ocurría en Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Guatemala y claro, en República Dominicana. Una trama corrupta para cooptar la democracia.
Interesante observar cómo en estos países, al momento de ejecutarse ese esquema, los respectivos gobiernos estaban capturados por partidos dominantes o por élites políticas que se adueñaron de las instituciones y las pusieron al servicio de sus intereses. Solo en Brasil, gracias a que tiene una justicia independiente, hay más de cientos de políticos detenidos e investigados. De igual manera, en Perú, un expresidente con orden de captura. Toda una clase política corrupta.
Recientemente, el Banco Mundial publicó su reporte “La gobernanza y las leyes” (2017), en el que pone el dedo sobre la llaga ante esta realidad. Mientras exista la exclusión de los ciudadanos en la toma de decisiones oficiales; la concentración del Estado en unos pocos que pertenecen a élites políticas; y el clientelismo sea el mecanismo para lograr el apoyo político, las políticas públicas no serán eficientes.
Justo es reconocer que, desde la oposición, cuando no había auditorio, denunciamos el 2 de marzo de 2016 los vínculos del gobierno con la Odebrecht y el financiamiento de la campaña reeleccionista. Gracias a la extraordinaria labor de la justicia brasileña y estadounidense se han confirmado nuestras denuncias. Este punto de inflexión no tiene marcha atrás. http://elnacional.com.do/quiebra-moral/

Las minorías responden a Trump: “Un ataque contra uno es un ataque contra todos”

Las minorías responden a Trump: “Un ataque contra uno es un ataque contra todos”

Una amalgama de activistas vuelve a sacar a miles de personas en Los Ángeles en una nueva prueba de la movilización que está generando Trump

Manifestación en defensa de los inmigrantes en Los Ángeles, el sábado.  EFE
 
Varios miles de personas tomaron de nuevo este sábado el centro de Los Ángeles para protestar contra Donald Trump, en la tercera gran manifestación en la ciudad californiana desde que tomó posesión como presidente de Estados Unidos. Bajo la idea de la defensa de los inmigrantes, la manifestación vino a confirmar dos cosas. Primero, la energía que Trump está imprimiendo a movimientos de base que rara vez consiguen sacar a la calle una multitud significativa. Y segundo, la confluencia de una amalgama de intereses distintos que han decidido reaccionar a la política de Trump.
El lema principal era la defensa de los inmigrantes en un momento en que la Casa Blanca parece decidida a aplicarse con dureza en la política de deportaciones de irregulares y restricciones a inmigración legal. Convocada a través de Facebook, la protesta se convirtió en un crisol de todas las minorías a las que de una forma u otra ha ofendido el presidente en el último año y medio, más allá de convicciones políticas.
Así, la manifestación del sábado en Los Ángeles viene a confirmar que Trump está consiguiendo sacar a la calle y organizar a activistas que normalmente hacen la guerra por su cuenta. En la calle estaban organizaciones de base de inmigrantes como Unión del Barrio o la Coalición de Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles (CHIRLA), pero la marcha también era promovida por Black Lives Matter, por el Comité de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR). Las banderas arcoíris LGBTQ se mezclaban con banderas mexicanas.
Protesta en Los Ángeles contra Trump, el sábado.  EFE
“Lo principal que está pasando es que la Administración Trump está lanzando un asalto contra todas las comunidades de color”, decía a EL PAÍS Hussam Ayloush, director de CAIR en Los Ángeles. Su esposa es mexicana y sus hijos comparten cultura islámica y mexicana, así que se siente atacado por dos lados. “Lo vivo como algo personal”. “Los inmigrantes no son solo los latinos, somos todos”, decía con relación a la agresividad del presidente contra los inmigrantes.
“Un ataque contra uno es un ataque contra todos”, decía Ayloush. La frase sería repetida por varios de los que se dirigieron a la multitud desde las escaleras del Ayuntamiento de Los Ángeles. “Si permitimos que una comunidad sea atacada, perdemos la capacidad de prevenir el mismo ataque en otras comunidades”. Así está siendo últimamente en Los Ángeles, donde musulmanes o japoneses americanos hacen suyos los temores de los inmigrantes latinos.
“Es la primera vez que se ve esto”, respondía a EL PAÍS Juan Rodríguez, de la unión de vendedores ambulantes de Los Ángeles, al ser preguntado por la solidaridad entre minorías y grupos de activismo muy diferentes. Su sindicato pelea por los derechos de alrededor de 5.000 vendedores ambulantes de la ciudad un colectivo principalmente inmigrante y con alto porcentaje de indocumentados. Las protestas “van a crecer, definitivamente, conforme Trump siga amenazando”, decía Rodríguez. “A más redadas, más organización”.
En un rincón de la manifestación, Marlene Mosqueda hacía saltar las lágrimas de un grupo de gente contando que a su padre, pintor de 50 años y que llevaba indocumentado en Estados Unidos desde los años 80, lo detuvieron el pasado jueves. Está esperando el proceso de deportación. Tiene toda su familia en EE UU, incluidos Marlene y sus tres hermanos. “Mi papá no tiene nada en México”, decía Mosqueda.
Este es el día a día de millones de familias en Estados Unidos, donde no ha habido ninguna vía para la regularización desde hace tres décadas y la comunidad sin papeles ha crecido hasta los 11 millones de personas (más que la población de 42 estados). Hace dos semanas la policía de inmigración detuvo a 680 personas en una docena de estados hace dos semanas. La detención de un dreamer con permiso de trabajo en Seattle, o la deportación fulminante de una madre de tres hijos en Phoenix que hasta ahora no había sido considerada prioridad para ser expulsada del país, hacen temer lo peor sobre las nuevas normas de Trump.
Nanette Barragán, congresista del sur de Los Ángeles en Washington afirmaba a EL PAÍS que la policía migratoria “no tiene una guía” de actuación. “Lo único que tienen es la orden ejecutiva” en la que Trump decía que había que deportar a los criminales, pero no hay, según la información de Barragán, ninguna precisión de cómo aplicarla. “Esto no es forma de implementar una norma”. Los inmigrantes irregulares nunca han vivido tranquilos en Estados Unidos, pero se había creado la sensación de que si no tienes antecedentes criminales y tienes cuidado de la policía, no iban a ir a buscarte. Ya no es así. Barragán pidió a los presentes en la manifestación que le envíen fotos y vídeos si son testigos de redadas contra inmigrantes en lugares como colegios o escuelas para mayores.
Mientras, los gritos de “un ataque contra uno es un ataque contra todos” se oían desde el escenario. Estas manifestaciones no solo empiezan a ser sorprendentemente frecuentes desde la victoria de Trump. Además, están haciendo cuajar una variada coalición de activistas en las grandes ciudades como se vio este sábado en Los Ángeles. El presidente, sin embargo, no ha rebajado desde que fue elegido ni un ápice la agresividad de su retórica para tratar de llegar más allá de su electorado más fiel.

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 http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/19/actualidad/1487459305_014398.html

Trump regresa al mitin-espectáculo hacia sus fieles en plena crisis interna

Trump regresa al mitin-espectáculo hacia sus fieles en plena crisis interna

El presidente activa a sus seguidores en Florida tras una semana crítica y con la sombra de la conexión rusa planeando sobre su cabeza

Donald Trump durante su primer mitin como presidente. AFP | REUTERS
Con múltiples frentes de batalla abiertos, el principal la sombra de la conexión de su administración con el Kremlin, Donald Trump regresó este sábado a la trinchera en la que se siente más cómodo, el mitin-espectáculo. Miles de seguidores lo aguardaban en un hangar del aeropuerto de Melbourne-Orlando (Florida) y el Comandante en Jefe, también performer en jefe, apareció en una escena milimetrada. El morro del Aire Force One entró por el frente del hangar lento, majestuoso, con música épica a todo volumen.
Se frenó, la puerta de la nave se abrió, permaneció en suspense unos minutos y al fin salió Trump, acompañado por su esposa Melania, vitoreado por sus fieles, para bajar de la escalerilla del avión directo al estrado y lanzar un discurso de 45 minutos en el que desgranó los consabidos tópicos de su nacional-populismo –“Hacer América grande otra vez”, “defender nuestra frontera”, “darle trabajo de nuevo a nuestros mineros”, “darle seguridad a nuestros barrios”, “proteger a nuestros maravillosos ciudadanos”, "echar a los terroristas"– y abundó en los ataques a lo que definió el viernes como “el principal enemigo del pueblo americano”, los medios de comunicación. “Tienen su propia agenda y su agenda no es la vuestra”, dijo al entregado público que acudió el hangar, un espacio, en palabras de presidente, “lleno de patriotas trabajadores”.
De traje y sin corbata, enérgico, tronante, el presidente regresó al rol de candidato en campaña para electrizar a sus masas y repetirles que deben hacer oídos sordos a “los medios deshonestos”. “Son parte importante de los problemas de este sistema corrupto”. Afirmó que informan “sin fuentes” y que “en muchos casos inventan” las noticias, pese a que él mismo asumió en su ciclónica conferencia de prensa del jueves, una hora de boxeo directo con los reporteros, que las revelaciones que están publicando los medios salen de gargantas profundas del propio sistema que encabeza.
Donald Trump y la primera dama Melania Trump  AP
En sus tercer fin de semana seguido en Florida, donde se recoge en su mansión-club de élite Mar-a-Lago, una suntuosa casona de estilo hispano-morisco que su equipo llama la “Casa Blanca de Invierno” (si bien Trump inventó esta mañana en un tuit un extraño nuevo apodo, “La Casa Blanca Sureña”), el presidente buscó reconectarse a sus partidarios, a su ola política, “un movimiento”, glosó, “nunca visto en este país y quizás en ningún otro lado”. Sus bases lo jaleaban. La luna de miel de Trump con su América, una América real y amplia, mayoritariamente blanca y de clase media, continúa. "Pese a todas sus mentiras no nos han podido vencer", "y seguiremos ganando y ganando".
Igual que mucha gente de la costa Este baja a Florida a disfrutar el sol, el presidente Trump bajó este fin de semana a inyectarse trumpismo sobre el plató del poder. Lejos por un par de días de Washington, esa fría capital tan poco de su gusto que desde el arranque de su campaña comparó con “un pantano” que se ocuparía de “drenar”, Trump se dejó acariciar los oídos escuchando a su gente gritar, otra vez: “¡Drena el pantano! ¡Drena el pantano!”.
Necesitaba oírlo. Su semana había sido un martirio. El lunes dimitió su consejero de Seguridad Nacional, el general Michael Flynn, por ocultar información al Gobierno sobre sus conversaciones con el embajador ruso. El martes The New York Times ahondó en esa llaga publicando que varios miembros de la campaña del presidente habían tenido contacto con altos funcionarios del espionaje de Moscú. El miércoles su nominado para secretario de Trabajo, Andrew Pudzer, un midas de la comida rápida demasiado expuesto por un viejo escándalo matrimonial y por haber empleado en su hogar a una indocumentada, tiró la toalla y renunció a intentar ser confirmado por el Senado.
El mismo miércoles se acostó, además, con una bofetada cortesía de The Wall Street Journal, que reveló que los servicios de inteligencia le están ocultando secretos porque temen que los filtre. El jueves, el hombre al que quería como sustituto de Flynn, el vicealmirante retirado Robert Haward, le dijo que no. Fue la jornada en que dio la rueda de prensa de 77 minutos en la que se desató contra los medios, a los que acusó de lo mismo que los medios y buena parte de la opinión pública, no sólo demócrata sino también republicana, lo acusa: de estar “fuera de control”. El viernes respiró un poco al ver confirmado a su nominado a la Agencia de Protección del Medio Ambiente y se quedó aún más a gusto al acuñar su nuevo insulto a los medios: “El enemigo del pueblo”.
Eso traía a la espalda el Donald Trump que dio hoy en Florida su primer mitin como presidente de los Estados Unidos, el episodio uno de lo que asoma como una campaña permanente, una presidencia entera subido al ring. Ante su público cogió aire y volvió punto por punto a las ideas que ganaron su confianza y su ilusión. Proteccionismo económico –"compra americano, contrata americano"–, creación de empleos "como no habéis visto nunca", incremento en el gasto militar, menos impuestos y regulaciones empresariales, mano dura policial, medidas severas contra la inmigración ilegal –con “un maravilloso muro”– y la promesa de una América “grande” y “segura” frente a las amenazas que la asedian. Los “carteles transnacionales” que meten la droga “que envenena a nuestra juventud”, los terroristas que quieren infiltrarse por las fronteras para cometer atentados. “Queremos gente que pueda compartir las tradiciones de nuestro país”, reclamó, “no gente que traiga muy malas ideas”.
Esta semana se espera que el presidente vuelva a presentar, de alguna manera suavizada tras haber sido congelada por el sistema judicial, su agresiva orden-ejecutiva para la paralización preventiva de la entrada de refugiados y de inmigrantes de siete países de mayoría musulmana. Hoy en Florida avanzó que contempla la idea de que se creen zonas seguras en Siria para que los sirios que sufren la guerra puedan cobijarse sin que Estados Unidos tenga que acogerlos, y añadió que la factura correrá a cargo de los opulentos países petroleros del Golfo Pérsico. Un detalle muy en línea con sus críticas a las naciones de la OTAN por –a su parecer– no aportar suficiente dinero a la coalición militar.
Tras rearmarse entre los suyos, regresó a su paraíso de Mar-a-Lago. El lunes volverá a Washington, donde borbotean las filtraciones. Trump se tendrá que poner la corbata y calzarse las botas de barro. El pantano lo espera.

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