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En la calle aprendimos a montar bicicleta. En la calle hemos bailado, hemos visto desfiles de diablos cojuelos y a roba la gallina. En la calle del dominó y la chichigüa, de los patines a la rayuela, comenzamos a interactuar con nuestro medio social, a forjar este sistema cultural que a pesar del constante cambio, sigue articulándose en la calle como espacio geográfico pero también como metaespacio.
En la calle se aviva el sentido de pertenencia a la comunidad. En la calle, el calor del encuentro derrite los muros de la palomería discursiva que sustenta el actual estado de dominación social. Desde la calle podemos hacer temblar hasta derribar las columnas de la institucionalidad peledeísta que trata de imprimir en nuestros cuerpos un sistema que no aceptaremos.
La Calle en República Dominicana articula los vínculos sociales porque estos se forjan en el encuentro, en ese cuerpo-a-cuerpo que habilita espacios confianza para dialogar, contraargumentar; “encontrarse” en la calle es abrir una instancia para ponernos de acuerdo en relación a nuestras potencias y deseos.
Como dice Xiomara Fortuna, en erredé “la calle siempre será la calle,” y por eso VAMOS PA LA CALLE el sábado 6 de junio, día en que decenas de organizaciones políticas y sociales llamamos a repudiar la instrumentalización del estado por parte de los distintos sectores del PLD, partido político que administra el actual sistema de vulneración social desde el gobierno.
http://nuestrotiempo.com.do/2015/06/04/siempre-retornar-a-la-calle/#
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