Diandino, Odebrecht: ¿Llega la guerra del fin del mundo, DM-LF?
A Diandino Peña, tenido como uno de los sostenedores de Leonel Fernández, el gobierno lo tiró a que se lo coman los leones, en una acción que no puede dejar de percibirse como parte de la recia lucha que libran el presidente Danilo Medina y el ex presidente por el control absoluto y definitivo del PLD.
En su entrevista con Alicia Ortega, Diandino no explicó sus cuentas con claridad, es verdad.
Pero si estuviéramos ante una determinación, una real actitud del gobierno de encarar con seriedad la corrupción e impunidad prevalecientes en los últimos años, a Diandino no sólo lo habrían destituido sino que como demanda Participación Ciudadana, lo habrían sometido a la justicia.
Y estaríamos conociendo, además, otros expedientes judiciales, incluyendo los tan sonoros de OISOE y de los aviones Super Tucano, sobre los que se entiende ofician de chivos expiatorios involucrados de tercera categoría, mientras los turpenes envueltos se dan la buena vida con la plata mal habida.
Y si nos encontráramos definitivamente ante una acción profiláctica frente a las “irregularidades” e “indelicadezas” en el manejo de los fondos públicos, hace tiempo que tras la confesión de Odebrecht hubiese gente en prisión y devolviendo los 800 millones de dólares que entre sobornos, sobrevaluaciones y ganancias ilícitas le estafaron al país.
De modo que esto no es esto sino aquello. Aquello que inició cuando en la carrera por la nominación presidencial para las elecciones de 2008 Danilo acusó a Leonel de haberlo vencido abusando de los recursos públicos, acusación estampada en la frase “me venció el Estado”, pronunciada por Medina.
Ganada la presidencia en 2012 Danilo se apoyó precisamente en su control del Estado para recomponer las estructuras de dirección del Comité Político y el Comité Central del partido, para agenciarse una mayoría que le permitiría imponer sus designios en el PLD.
Para las elecciones de ese 2012 Leonel lanzó una campaña de comunicación anunciando que oteaba hacia dónde se movían los vientos, a ver si lanzaba su precandidatura presidencial. Y ahí mismo le cortaron el resuello.
Trajeron al país a Quirino Ernesto Paulino Castillo, dicen leonelistas tener documentado que fue una faena del gobierno, a reclamar a Leonel la alegada deuda de unos 200 millones de pesos, lo que el dirigente Vinicio Castillo Semán calificó como un acribillamiento del ex presidente.
Corre en los mentideros políticos la versión de que hace unos dos meses el leonelismo decidió que si hay pretensión de reelección, se rompe la baraja en el PLD.
Y luego de esa decisión camina también en los corrillos políticos la infidencia de que si no ha sido anunciada la lista de funcionarios involucrados en lo de Odebrecht, es porque se estudia la forma en que cuando terminen de rodar los dados sobre el tapete político, la jugada se constituya en otro duro golpe al leonelismo.
Dejé anoche estas notas listas para publicación hoy a media mañana. Temprano ví el artículo ¡O jugamos todos o se rompe la baraja!,http://www.elcaribe. com.do/…/05/15/-jugamos-todos- rompe-bar…, de mi amigo Franklin Almeyda Rancier, que coincide con el planteamiento central de esta entrega .
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