El calentamiento global y las enfermedades infecciosas
El doctor Jesús Feris Iglesias, prominente pediatra infectólogo y miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACDR) nos brindó una cátedra magistral sobre este tema en los salones de la institución científica. Nos correspondió el alto honor de presentar al expositor en nuestra condición de coordinador de la Comisión de Salud de la Academia de Ciencias. De una manera magistral, Jesús nos fue llevando en la explicación de los distintos fenómenos que han producido el muy negativo fenómeno del calentamiento terráqueo, hizo una revisión del incremento de más de 30 enfermedades y sus vectores de transmisión, que como consecuencia de esas alteraciones climáticas están volviendo a aparecer y otras a intensificar su presencia.
El calentamiento global es consecuencia directa del llamado “efecto invernadero”. De una manera permanente existe un intercambio de energía entre el espacio, la atmósfera y la superficie de la tierra. Si la radiación absorbida es igual a la emitida, no habrá calentamiento y la tierra ni se enfría ni se calienta, se mantiene un equilibrio. Es decir, que la atmósfera tiene la capacidad de eliminar esas cálidas radiaciones para mantener una estabilidad energética y es lo que se llama el efecto invernadero natural, lo que hace posible la vida en el planeta como la conocemos. Sin embargo, en un proceso anormal las radiaciones térmicas emitidas por la superficie planetaria son bloqueadas y entorpecida su expansión atmosférica por gases tóxicos con el efecto invernadero. Estos gases pesados actúan como barrera de contención en las capas bajas de la atmósfera e impiden que los vapores y las irradiaciones cálidas escapen normalmente hacia el espacio superior, entonces dichas radiaciones son devueltas a la superficie terrenal, produciéndose un recalentamiento en un círculo vicioso. Entre estos gases tóxicos están: el metano, dióxido de carbono, óxido de nitrógeno, etc. En los últimos 130 años, el mundo se ha calentado aproximadamente 0.85 grados. Durante los últimos 30 años, cada década ha sido más cálida que cualquier década precedente desde el 1850. Recuerdo con nostalgia que en mis años mozos para el bello tiempo de la Navidad en nuestro “invierno” desempolvábamos alegremente los abrigos, disfrutábamos entonces de una muy agradable temperatura, la rica “brisita fría navideña”.
Todos estos cambios climáticos tienen ya efectos adversos en la salud mundial. De hecho son muchas las enfermedades infecciosas que en los últimos 25-30 años están resurgiendo como producto de esos cambios climáticos. Entre estas están: dengue, cólera, tuberculosis, coronavirus, enfermedad de Lyme, virus del oeste del Nilo, zika, chikunguya, fiebre hemorrágica, cánceres, etc. Esos cambios medio ambientales afectan el equilibrio de los ecosistemas, modificando comportamientos y patrones de aparición de vectores, bacterias, parásitos y virus. En lo que respecta al comportamiento humano, se afecta la interacción entre el medio ambiente, la agricultura y la producción animal, (hambrunas) en particular es más grave a nivel de las comunidades más desfavorecidas.
El calentamiento global es consecuencia directa del llamado “efecto invernadero”. De una manera permanente existe un intercambio de energía entre el espacio, la atmósfera y la superficie de la tierra. Si la radiación absorbida es igual a la emitida, no habrá calentamiento y la tierra ni se enfría ni se calienta, se mantiene un equilibrio. Es decir, que la atmósfera tiene la capacidad de eliminar esas cálidas radiaciones para mantener una estabilidad energética y es lo que se llama el efecto invernadero natural, lo que hace posible la vida en el planeta como la conocemos. Sin embargo, en un proceso anormal las radiaciones térmicas emitidas por la superficie planetaria son bloqueadas y entorpecida su expansión atmosférica por gases tóxicos con el efecto invernadero. Estos gases pesados actúan como barrera de contención en las capas bajas de la atmósfera e impiden que los vapores y las irradiaciones cálidas escapen normalmente hacia el espacio superior, entonces dichas radiaciones son devueltas a la superficie terrenal, produciéndose un recalentamiento en un círculo vicioso. Entre estos gases tóxicos están: el metano, dióxido de carbono, óxido de nitrógeno, etc. En los últimos 130 años, el mundo se ha calentado aproximadamente 0.85 grados. Durante los últimos 30 años, cada década ha sido más cálida que cualquier década precedente desde el 1850. Recuerdo con nostalgia que en mis años mozos para el bello tiempo de la Navidad en nuestro “invierno” desempolvábamos alegremente los abrigos, disfrutábamos entonces de una muy agradable temperatura, la rica “brisita fría navideña”.
Todos estos cambios climáticos tienen ya efectos adversos en la salud mundial. De hecho son muchas las enfermedades infecciosas que en los últimos 25-30 años están resurgiendo como producto de esos cambios climáticos. Entre estas están: dengue, cólera, tuberculosis, coronavirus, enfermedad de Lyme, virus del oeste del Nilo, zika, chikunguya, fiebre hemorrágica, cánceres, etc. Esos cambios medio ambientales afectan el equilibrio de los ecosistemas, modificando comportamientos y patrones de aparición de vectores, bacterias, parásitos y virus. En lo que respecta al comportamiento humano, se afecta la interacción entre el medio ambiente, la agricultura y la producción animal, (hambrunas) en particular es más grave a nivel de las comunidades más desfavorecidas.
Concluyó el Dr. Feris que las medidas de preservación del medio ambiente pueden traducirse en mejoría de la salud mundial a través de la disminución de la contaminación atmosférica. Estas medidas incluyen: 1. la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero, 2- mejoras en el transporte (disminuyendo el consumo de combustibles fósiles, petróleo, etc.), 3- elecciones adecuadas en materia de alimentos y 4- el uso de energías “limpias”. El asunto del calentamiento global es grave: para el 2060 la población mundial será de 3 billones de personas donde la deforestación, la contaminación, la emisión de gases con efecto invernadero habrán dañando todos los ecosistemas. Debo felicitar al Dr. Feris, por los muy actualizados juicios expuestos en nuestra Academia de Ciencias. Estos fueron ratificados en iguales términos en la visita reciente del Premio Nobel de la Paz 2007, Rajendra K. Pachuari, quien disertó sobre los cambios climáticos. En ambas cátedras magistrales hubo una gran similitud, prevaleciendo la muy válida preocupación por el futuro de la humanidad y la salud ulterior del planeta tierra. http://hoy.com.do/el-calentamiento-global-y-las-enfermedades-infecciosas/
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