jueves, 1 de enero de 2015 13:09 EDT
Las empresas de gas y petróleo estadounidenses han sido un motor de crecimiento durante buena parte de una expansión económica deslucida, al proporcionar empleos estables, salarios sólidos y una feroz competencia por trabajadores en amplias zonas de ese país.
Ahora, tras una caída de alrededor de 50% en los precios del petróleo, las compañías de exploración y producción están recortando sus presupuestos de capital, las empresas de servicios están considerando despidos y las firmas no energéticas que surgieron para proveer apoyo a la industria se están preparando para una prolongada desaceleración.
Una compañía afectada por el bajón de la industria es Hercules Offshore Inc. La empresa con sede en Houston despedirá a 324 empleados, alrededor de 15% de su fuerza laboral, debido a que las compañías petroleras no renovarán los contratos de sus torres de perforación en altamar en el Golfo de México mientras los precios del crudo sigan deprimidos.
Un trabajador petrolero en Midland, Texas, EE.UU., en diciembre de 2014. Bloomberg News
“Ha sido impresionante”, afirmó Jim Noe, vicepresidente ejecutivo de Hercules, fundada en 2004. “Jamás hemos visto este exceso en de oferta y este desajuste en los mercados petroleros. No nos sorprende ver un declive significativo en la demanda de nuestros servicios”.
De todas formas, se prevé que los menores precios del crudo le den un impulso general a la economía estadounidense. Los consumidores están gastando menos en gasolina y más en tiendas minoristas y restaurantes, mientras que muchas empresas se están beneficiando de los costos más económicos de la energía y las materias primas, lo cual incrementará las contrataciones fuera del sector energético.
La Administración de Información de Energía de EE.UU. indicó que se anticipa que el hogar promedio estadounidense gaste alrededor de US$550 menos en gasolina en 2015 que en 2014. Y HSBC prevé que los menores precios de la gasolina apuntalarán el gasto del consumidor lo suficiente para agregar 0,4 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto de EE.UU. en 2015.
No obstante, para el sector energético, las medidas de ahorro están empezando a afectar lo que había sido una de las franjas más brillantes del mercado laboral.
Dentro del conjunto de sectores más estrechamente vinculados a la extracción de gas y petróleo —incluyendo servicios para campos petroleros, construcción de ductos y manufactura de maquinaria— los empleos crecieron casi 50% a más de 779.000 desde el fin de la recesión hasta octubre, comparado con un alza de 7% en todos los sectores laborales, según datos del Departamento de Trabajo de EE.UU. Los datos también mostraron un incremento marcado en los salarios de esas industrias.
Tom Runiewicz, economista especializado en la industria estadounidense en IHS Global Insight, pronostica que las empresas que proveen servicios a compañías de gas y petróleo podrían perder 40.000 empleos para fines de 2015, alrededor de 9% del total de la categoría, si el petróleo se mantiene en torno a US$56 el barril hasta el final del segundo trimestre del 2015. Los fabricantes de equipos podrían desprenderse de entre 5.000 y 6.000 empleados, o alrededor de 6% del total de los empleos en este tipo de compañías.
Estas no son cifras grandes para una economía en la que las nóminas de empleo totales no agrícolas superaron los 140 millones de puestos de trabajo el mes pasado. Pero los empleos suelen ofrecer buenos salarios y crear demanda de otros servicios.
En un estudio de este año, Mark Mills, un experto en energía del Manhattan Institute, indicó que la producción de gas y petróleo de esquisto ha sido el mayor creador de empleos estables de clase media en la economía estadounidense desde que terminó la recesión a mediados de 2009. Según sus cálculos, un total de 10 millones de empleos están vinculados a la industria de gas y petróleo.
Mientras muchas empresas dicen que es demasiado temprano para identificar el impacto de los menores precios del gas y el petróleo, las preocupaciones se están extendiendo y las compañías están haciendo planes para un periodo largo de vacas flacas.
Ya muchas empresas de producción y exploración están exigiendo reducciones de costos a contratistas. “Necesitamos recortar costos de inmediato o nos vamos a desacelerar o dejaremos de hacer cosas”, les dijo a inversionistas este mes Chip Johnson, presidente de Carrizo Oil & Gas Inc., con sede en Houston.
—Ian Talley contribuyó a este artículo.
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