domingo, 7 de diciembre de 2014

The Blacklist dominicana - Por Antonio Almonte

DETALLES
Antonio Almonte
The Blacklist dominicana
Diciembre 7, 2014

James Spader protagoniza el personaje principal de una de las series televisivas más impactantes de la televisión norteamericana de estos días: The Blacklist (La Lista Negra).
La serie cuenta la historia de uno de los criminales más buscados por el FBI durante años, Raymond Reddington (James Spader), que decide entregarse por sus propios pies a la agencia y colaborar para atrapar a sus antiguos socios de fechorías.
En realidad, Reddington había sido un destacado agente del FBI que desertó para recorrer medio mundo involucrado en tramas delincuenciales de alto calibre. En esa ruta amasó gran fortuna, y forjó una relación especial con poderosos delincuentes de los Estados Unidos y otras naciones. Delincuentes de los cuales nadie sospechaba, algunos completamente desconocidos y otros apreciados por la gente como empresarios respetables, políticos populares, directores de organizaciones sin fines de lucro y profesionales aparentemente inofensivos. De gente con esa doble faz se integra la lista negra de Reddington.
Conforme Reddington va desvistiendo santos, el FBI va quedando boquiabierta como si se redescubriese a sí misma en condición de “niña de teta” entretenida con criminales menores.
¿Quienes integrarían la lista negra de la República Dominicana si surgiera aquí algún Reddington?
¿Figueroa Agosto, Florián Feliz, Toño Leña, Sobeyda, El Gringo, El Gallero, La Jaibita o el difunto Moncho Henríquez? No lo creo.
Recordemos el famoso relato de Cesar Nicolás Penson sobre el asesinato del padre Juan José Canales (1785/86).
En el juicio que se le siguió a su asesino Juan Rincón, este repetía:
- “!Padre Canales! ¿Quién te mató? La justicia de Santo Domingo; porque si desde que yo maté a mi mujer me hubieran dado mi merecido, yo no habría vuelto a tener la tentación de matar”.
Por ejemplo, la corrupción de buen número de jueces de los tribunales del país es ampliamente conocida por los policías y éstos vacilan en jugarse la vida apresando peligrosos delincuentes que luego los tribunales liberaran por soborno.
No sería exagerado suponer que la Blacklist dominicana incluiría a jueces, fiscales, señores del Derecho, miembros del TSE y algunos dirigentes políticos, entre otros. 

http://elnacional.com.do/detalles-142/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario