miércoles, 31 de mayo de 2017

La utilidad del conocimiento inútil”: enfrentando el mundo del futuro

CIENCIA

“La utilidad del conocimiento inútil”: enfrentando el mundo del futuro

¿Qué pueden hacer los científicos cuando dos países que son líderes mundiales, los EE.UU. y el Reino Unido, se mueven en la “dirección totalmente incorrecta”?
Next Einstein Competition in Toronto (Reuters/CFHU)
En entrevista con DW, Robbert Dijkgraaf, director del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, sostiene que la realidad siempre tiene la última palabra.
Deutsche Welle: Una de las cosas que usted trata en su ensayo "El mundo del mañana” (The World of Tomorrow) es que hoy en día muchas decisiones se toman con poco fundamento, agitación política o incertidumbre económica, y eso nos está llevando a un pensamiento cortoplacista y conservador. Usted afirma que, al contrario, se necesita “curiosidad sin obstrucciones”. ¿Por qué piensa que eso es tan importante?
Robbert Dijkgraaf: Si nos fijamos en la Historia, veremos que las grandes transformaciones de la sociedad, los avances verdaderamente importantes, siempre fueron hechos en segundo orden, que se dieron como resultado de la investigación fundamental, de un pensamiento muy profundo, que solo puede producirse si se da espacio y tiempo a los investigadores. Es como hornear un soufflé. Si se abre el horno constantemente, ¡se echa a perder! Y es digno de subrayar que en política o economía, en educación o en investigación, todo se está moviendo hacia el cortoplacismo y la prevención de riesgos. Este fenómeno lo vemos por todas partes.
Así que cuando el presidente estadounidense Donald Trump, dice a la NASA: “Aquí tienen una nueva ley que apoya su trabajo y quiero que vayan a Marte”, como lo hizo en marzo de 2017, ¿ve Trump Marte como un proyecto a corto plazo? La mayoría de los científicos diría que fue un proyecto relativamente a largo plazo.
Bueno, a veces hay metas visionarias como esa. Pero creo que la gran diferencia entre la actualidad y los años cincuenta y sesenta es que en aquel tiempo cumplimos nuestras metas. El programa espacial es un ejemplo maravilloso de algo que, intrínsecament,e es un poco tonto. Pero eso nos dio la tecnología que tenemos hoy en día en comunicaciones e informática, de la que todos somos terriblemente dependientes. Así que, al final, el programa mediante el cual se buscó poner a un hombre en la luna era, en realidad, un programa diseñado para poner un teléfono inteligente en nuestro bolsillo.
Su ensayo es una entrega complementaria del ensayo de Abraham Flexner, “La utilidad del conocimiento inútil” ("The Usefulness of Useless Knowledge"), que ha sido reeditado por Princeton University Press. ¿Quién fue Flexner?
Flexner era una persona increíble. Cuando murió,en 1959, su obituario estaba en la portada del "New York Times". Pero hoy está totalmente en el olvido. Y creo que es porque él no era un científico famoso o un filántropo célebre [Flexner era un educador, N.de la R.]. Ninguna ecuación o fundación lleva su nombre. Pero fue capaz de invertir dinero en la producción de soluciones innovadoras. Pensó en el entorno en el que se realiza la investigación. Así que su visión, que él hizo realidad, era un paraíso para los eruditos. Y para su propio asombro, este lugar, el Instituto de Estudios Avanzados, sacudió el corazón de la sociedad al producir la bomba atómica y la computadora moderna.
Flexner escribe que el Instituto estaba en deuda con Adolf Hitler por personas como Einstein, Hermann Weyl y John von Neumann en el area de las matemáticas, científicos que huyeron de Europa en los años treinta. ¿Que tal hoy? ¿Estamos viendo la otra cara de esa moneda? ¿Están los científicos huyendo de Estados Unidos?
En los años 30, el Instituto era como una Isla de Ellis, un lugar donde aterrizaban los eruditos europeos que corrían peligro de vida. Flexner escribió que si las personas hubieran actuado con valentía en ese momento, cincuenta años más tarde se hubiera dicho que esa fue la época en que el centro de gravedad se movió a través del Atlántico. Creo que hay un riesgo real ahora que el centro de gravedad intelectual se moverá de nuevo, porque la administración actual está jugueteando con dos elementos esenciales que fueron cruciales para hacer de Estados Unidos el primer país en cuando al desarrollo de la ciencia y el saber académico: uno es la generosa financiación y el otro es un ambiente totalmente abierto a ideas venidas desde afuera, pero también a personas de diferentes países y culturas.
 Robbert Dijkgraaf, director del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.
Robbert Dijkgraaf, director del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

La Marcha por la Ciencia tuvo lugar hace ya un poco más de un mes. ¿Hay señales de que Trump esté empezando a escuchar a la comunidad científica? ¿Cuál fue la "utilidad" de la Marcha por la Ciencia?
 La Marcha por la Ciencia fue muy positiva, pero el presupuesto de Estados Unidos que fue presentado recientemente es bastante dramático. Tiene recortes del veinte por ciento para los Institutos Nacionales de Salud, recortes que fácilmente alcanzan diez por ciento para las fundaciones científicas [...] Así que diría que se está yendo hacia una dirección realmente equivocada. Este año y el último me ha sorprendido ver que los dos primeros países en términos de producción científica, a saber, Estados Unidos y Reino Unido, han decidido tomar la vía de la introversión.
Estamos hablando aquí, en Londres. ¿Se refiere al "brexit"?
Sí, el "brexit" y Trump. Y aunque esto podría crear oportunidades para otros países, el Reino Unido y los Estados Unidos juntos cuentan con gran parte de la comunidad científica del mundo. Por end, si estos dos países se mueven en la dirección equivocada, una gran facción de la ciencia se moverá también en la dirección equivocada, y como ciudadano global estoy realmente preocupado por eso.
En su ensayo usted se refiere al ingeniero Vannevar Bush. A menudo lo citan en Internet como una figura pública que es un puente entre la ciencia y la política. Transmitir información sobre temas como el espacio, la física de partículas o Internet a personas que no son científicos es muy difícil. Esa transmisión de información tiene que venir desde arriba, ¿no?
Yo diría que sí. Es muy importante que comuniquemos la ciencia ampliamente, porque no se trata solo de que la gente entienda lo que estamos haciendo, sino también de que compartan algunos de los valores, estén en discusión con los científicos e influencien nuestras decisiones. En la década de los cincuenta, personas como Vannevar Bush estaban en el interior, muy cerca del presidente de Estados Unidos, y eran extremadamente eficaces en la gestión de los diferentes asuntos. Es importante que algunos científicos estén dispuestos a entrar en política o la administración para estar en el interior porque los argumentos que vienen de la ciencia son argumentos basados ​​en nuestra mejor comprensión de la realidad. Esto es algo que todo político quiere entender porque al final la realidad tiene la última palabra.
Robbert Dijkgraafes un físico matemático y un estudioso de la teoría de cuerdas. Es director y profesor del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, y ex presidente de la Real Academia Holandesa de Artes y Ciencias en los Países Bajos. Su ensayo "El Mundo del Mañan"a (The World of Tomorrow), un avance hacia “La utilidad del conocimiento inútil” de Abraham Flexner, es publicado por Princeton University Press (2017).
Zulfikar Abbany, desde Londres (SOG / CP)

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