miércoles, 31 de mayo de 2017

Caso #Odebrecht nos pone a prueba / Editorial del hoy


Caso Odebrecht nos pone a prueba

El sistema judicial dominicano, blanco de muchas críticas razonables, generador de desconfianza, tiene en el expediente Odebrecht la gran oportunidad de reivindicar su nombre. Hay que reconocer que el Ministerio Público, hasta demostración en contrario, lució más independiente que de costumbre y no se limitó a esperar que fuera la justicia brasileña la que diera sustentación al expediente mediante el cual han sido sometidas 14 personas connotadas. Ahora hay que demostrar que las imputaciones tienen el asidero que se les atribuye.
Todo el proceso del caso Odebrecht es un laboratorio en el que se pondrá a prueba la independencia del Poder Judicial frente a la influencia política que intentará cercarlo e influirlo. De momento estamos ante la oportunidad más relevante que hayamos tenido para demostrar que como poder del Estado la Justicia es independiente. Deberá medir a los acusados con la misma vara de las reglas procesales, y como individuos de un Estado de Derechos a los que hay que presumir inocencia hasta que las evidencia digan otra cosa.
Es hora de desmontar pieza por pieza este grosero escándalo de sobornos, manipulación de licitaciones, sobrevaluaciones de obras del Estado, lavado de activos, enriquecimiento ilícito y todo lo demás, y hacer que paguen consecuencias quienes resulten culpables.

No más cargas al sistema telefónico
Contrario a lo afirmado por el Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, y los legisladores precursores de la iniciativa, el impuesto a las llamadas telefónicas procedentes del exterior sí perjudicará a los usuarios locales del servicio. Las empresas telefónicas que operan en el país han expuesto las causas del perjuicio que las autoridades se han empeñado en negar. No se explica por qué esta predilección por financiar la expansión del servicio de emergencia 9-1-1 a través de un impuesto que inflará más los ya abusivos costos de las telecomunicaciones locales.
Nos parece que lo prudente es considerar otras fuentes para esos propósitos, como gravar las bancas de apuestas, los seguros para vehículos de motor y cosas por el estilo. Hay que desistir del plan de cargarle más el dado a los servicios telefónicos.
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