OPINIÓN
Es urgente cerrar el vertedero de Duquesa
10/04/2017 12:00 AM - R. OSIRIS DE LEÓN
En un país donde existe una Ley Ambiental 64-00 nadie entendería cómo es posible que en Santo Domingo Norte exista un vertedero de basura que constituye un grave foco de contaminación de las aguas subterráneas que sirven para el consumo de una parte de la población, y que pone en peligro a la salud de esa misma población, sin que se emita una orden de cierre inmediato firmada por el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Salud Pública, salvo que la razón sea la ausencia de voluntad política para buscar en una semana un lugar arcilloso alternativo donde se pueda construir un verdadero relleno sanitario con una gran estación de reciclaje de metales, vidrios, plásticos, papeles y cartones, tal y como debimos hacerlo hace décadas para que las basuras sean aprovechadas como se hace en toda sociedad organizada, y que esa falta de voluntad esté motivada en la protección de intereses económicos que afectan a las alcaldías, afectan al medio ambiente y afectan a la población.
Nadie entiende porqué durante décadas hemos sido tan displicentes con el problema de la severa contaminación ambiental generada por un “botadero de basura” a cielo abierto existente al lado este de un aeropuerto internacional donde los vientos fluyen de este a oeste llevando hasta el aeropuerto la humareda, las moscas y los malos olores, al extremo de que hasta la prensa internacional ha venido al país para hacer amplios reportajes sobre los grandes cúmulos de basuras contaminantes que arropan a una parte importante de una ciudad capital que diariamente produce 3,500 toneladas métricas de basuras pestilentes, y como a ninguna autoridad competente se le ocurre buscar una verdadera solución para el beneficio de la población, cualquiera vería como preocupante el hecho de que cuando la prensa internacional se ha hecho eco de semejante barbaridad entonces a quienes hemos asumido la responsabilidad de hablar con toda claridad se nos acusa de difamar a un país al que en ese momento no le importa vivir en medio de las basuras pero que tan pronto el reportaje internacional se enfría entonces viene esa misma gente a quejarse de esa misma basura.
Si el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Salud Pública no se han puesto de acuerdo para cerrar legalmente el vertedero de basura de Duquesa, como ambientalmente procede, es porque en realidad hasta ahora no hay otro lugar abierto donde en lo inmediato podamos enviar las basuras de la capital, y cualquiera podría pensar que si no se ha hecho ningún esfuerzo para buscar otro lugar alternativo a Duquesa es porque se quiere proteger los intereses económicos de quienes desde hace décadas manejan las basuras de la capital, pues la reflexión de cualquier “buzo” de Duquesa podría ser muy sencilla: si se busca otro lugar donde se construya un relleno sanitario para las basuras, entonces ninguna alcaldía tendría que pagar caro para llevar basuras a Duquesa, y si ninguna alcaldía lleva basuras a Duquesa entonces Duquesa no tendría ninguna razón de seguir operando y contaminando, y si Duquesa no estuviese operando entonces sería lógico que el Ministerio de Medio Ambiente emitiera una resolución ordenando la clausura total de ese foco de contaminación y la inmediata descontaminación del subsuelo, pero si se cerrara ese foco de contaminación se acabaría un gran negocio que beneficia a unos cuantos empresarios y políticos, aún a sabiendas de que ese negocio afecta gravemente al medio ambiente y a una gran parte de la población.
Es urgente el cierre inmediato del vertedero de basuras de Duquesa por ser un gran foco de contaminación que atenta contra la salud de la población y porque ya cumplió su vida útil, pero la decisión del cierre inmediato y definitivo de Duquesa podría estar en manos del presidente de la República, quien puede instruir al Ministerio de Medio Ambiente para que en un plazo de 60 días se busque en Santo Domingo Norte un lugar alternativo a Duquesa, con un área de al menos un kilómetro cuadrado, donde se abran las celdas necesarias para un verdadero relleno sanitario, con membrana geotextil impermeable, con estación de reciclaje, y con un colector de lixiviados y una planta de tratamiento de lixiviados, sin necesidad de perder tiempo discutiendo si el contrato de venta de los terrenos de Duquesa fue aprobado por el Congreso Nacional o si no fue conocido ni mucho menos aprobado, ya que esa discusión sólo persigue demorar la búsqueda de una solución estructural al viejo problema de Duquesa, pues desde el mismo momento en que se ordene depositar las basuras en un nuevo lugar a nadie le va a interesar la propiedad de esos terrenos por estar severamente contaminados, degradados y desvalorizados. Ya es tiempo de cerrar definitivamente a Duquesa.
Nadie entiende porqué durante décadas hemos sido tan displicentes con el problema de la severa contaminación ambiental generada por un “botadero de basura” a cielo abierto existente al lado este de un aeropuerto internacional donde los vientos fluyen de este a oeste llevando hasta el aeropuerto la humareda, las moscas y los malos olores, al extremo de que hasta la prensa internacional ha venido al país para hacer amplios reportajes sobre los grandes cúmulos de basuras contaminantes que arropan a una parte importante de una ciudad capital que diariamente produce 3,500 toneladas métricas de basuras pestilentes, y como a ninguna autoridad competente se le ocurre buscar una verdadera solución para el beneficio de la población, cualquiera vería como preocupante el hecho de que cuando la prensa internacional se ha hecho eco de semejante barbaridad entonces a quienes hemos asumido la responsabilidad de hablar con toda claridad se nos acusa de difamar a un país al que en ese momento no le importa vivir en medio de las basuras pero que tan pronto el reportaje internacional se enfría entonces viene esa misma gente a quejarse de esa misma basura.
Si el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Salud Pública no se han puesto de acuerdo para cerrar legalmente el vertedero de basura de Duquesa, como ambientalmente procede, es porque en realidad hasta ahora no hay otro lugar abierto donde en lo inmediato podamos enviar las basuras de la capital, y cualquiera podría pensar que si no se ha hecho ningún esfuerzo para buscar otro lugar alternativo a Duquesa es porque se quiere proteger los intereses económicos de quienes desde hace décadas manejan las basuras de la capital, pues la reflexión de cualquier “buzo” de Duquesa podría ser muy sencilla: si se busca otro lugar donde se construya un relleno sanitario para las basuras, entonces ninguna alcaldía tendría que pagar caro para llevar basuras a Duquesa, y si ninguna alcaldía lleva basuras a Duquesa entonces Duquesa no tendría ninguna razón de seguir operando y contaminando, y si Duquesa no estuviese operando entonces sería lógico que el Ministerio de Medio Ambiente emitiera una resolución ordenando la clausura total de ese foco de contaminación y la inmediata descontaminación del subsuelo, pero si se cerrara ese foco de contaminación se acabaría un gran negocio que beneficia a unos cuantos empresarios y políticos, aún a sabiendas de que ese negocio afecta gravemente al medio ambiente y a una gran parte de la población.
Es urgente el cierre inmediato del vertedero de basuras de Duquesa por ser un gran foco de contaminación que atenta contra la salud de la población y porque ya cumplió su vida útil, pero la decisión del cierre inmediato y definitivo de Duquesa podría estar en manos del presidente de la República, quien puede instruir al Ministerio de Medio Ambiente para que en un plazo de 60 días se busque en Santo Domingo Norte un lugar alternativo a Duquesa, con un área de al menos un kilómetro cuadrado, donde se abran las celdas necesarias para un verdadero relleno sanitario, con membrana geotextil impermeable, con estación de reciclaje, y con un colector de lixiviados y una planta de tratamiento de lixiviados, sin necesidad de perder tiempo discutiendo si el contrato de venta de los terrenos de Duquesa fue aprobado por el Congreso Nacional o si no fue conocido ni mucho menos aprobado, ya que esa discusión sólo persigue demorar la búsqueda de una solución estructural al viejo problema de Duquesa, pues desde el mismo momento en que se ordene depositar las basuras en un nuevo lugar a nadie le va a interesar la propiedad de esos terrenos por estar severamente contaminados, degradados y desvalorizados. Ya es tiempo de cerrar definitivamente a Duquesa.
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