El PRM, Peña Guava y la traiciónSi los principales dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) no quieren llevarnos a los mismos vicios del PRD; si queremos respetarnos a nosotros mismos y a nuestro sufrido pueblo dominicano; si queremos cumplir y hacer cumplir la ley que nos rige que son los estatutos, desde ya debemos llenarnos de coraje y determinación expulsando a todos los dirigentes que juegan a la escondida haciendo negociaciones con otros dirigentes de otras organizaciones políticas sin previa autorización de las autoridades del partido. La disciplina hay que imponerla por encima de quien sea, y con más razón si el indisciplinado es un hijo del Doctor José Francisco Peña Gómez. Peña Gómez jamás hubiese aprobado la conducta de su hijo.
¿Cómo es posible que un dirigente de estas condiciones sea el coordinador general de campaña de una pre-candidatura presidencial? Tengo mucho respeto por el Licenciado Luis Abinader. Cada uno hace lo que mejor considere, pero el common sense (sentido común), como les gusta decir a los ingleses, te dice que eso es absolutamente incorrecto. Y los resultados son tozudos y contundentes. La renuncia, más que al PRM, a quien más le afecta es a Luis Abinader, pues de ella se desprenden muchas lecturas que por el corto espacio no entro en detalles.
Es duro y difícil expulsar dirigentes, pero lo cierto es que los partidos politicos que no son respetados por sus propios dirigentes están condenados a sucumbir o ser parte del montón. Y de ese tipo de partidos sobran en la República Dominicana.
Es vergonzoso y triste que un dirigente de la cúpula de un partido renuncie a un proyecto político de futuro y necesario para la Patria por el simple hecho de que no le den el cargo que él entiende se merece. Es para pensar seriamente. Pero además, es para que miremos esa fotografía y leamos la calidad humana de nuestra clase política.
A nosotros no nos duele tanto la renuncia del señor Tony Peña Guava. Lo que duele es que tengamos que aceptar el hecho de que en nuestro país haya dirigentes tan ñoños, tan infantiles, tan oportunistas y tan interesados y preocupados de sus éxitos personales por encima de los intereses colectivos.
Es doloroso que un pais gobernado por un presidente títere, mudo y sordo tenga como opositores a este tipo de dirigentes. Por eso la pregunta obligada que la gente se hace: “¿Y la oposición en qué está?”. El Partido Revolucionario Moderno (PRM), en vez de hacer una oposición seria, responsible y valiente ha tenido que dedicarse a organizarse a todos los niveles. Y peor aún, ha tenido que detenerse a escuchar y tratar de complacer a dirigentes ñoños y traviesos.
Mientras el país pasa por una crisis ético-moral sin precedente; mientras la delincuencia ha tomado un rumbo altamente preocupante; mientras la corrupción, la impunidad y la falta de institucionalidad nos convierte en seres impotentes; mientras el oficialismo irrespeta a la ciudadanía con impuestos injustos y al mismo tiempo con préstamos que se quedan en los bolsillos de los funcionarios y lobistas; mientras Danilo y el archi-corrupto Leonel se tragan la ley de partidos politicos y la reforma al sistema electoral, ahí justamente , en ese mismo momento se produce la renuncia de Tony Peña Guava. Qué responsabilidad y qué conciencia partidaria!!!
Lo grave de todo esto es que ahora el culpable de su renuncia, según sus propias palabras, lo es el también pre-candidato presidencial Hipólito Mejía. ¿Qué hay detrás de esa acusación?
¿A caso es culpable el guardián que, vigilante y atento a su responsabilidad, denuncia al intruso después que éste cruzara la barrera prohibida?
Este hecho vergonzoso es para que la cúpula del PRM atienda más a sus papeles y no se duerma con los traidores haciendo de las suyas.
Es bueno pedirle a los dirigentes nuestros que estemos más atentos a las enseñanzas bíblicas cuando nos recuerdan que el paso por esta tierra es corto y que debemos avanzar más rápido en el camino que nos conduce al bien.
El autor es escritor y dirigente político.
tonreino@gmail.com http://elpaisdominicano.com.do/2015/01/25/el-prm-pena-guava-y-la-traicion/
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