BASURA
Revenden Duquesa por 13.5 millones de dólares a empresas
27/03/2017 12:00 AM - DIANA RODRÍGUEZ
El vertedero, ubicado en terrenos del Estado, ha sido vendido varias veces, en negociaciones cuestionadas
Opera con un permiso ambiental vencido, impuso un aumento a los ayuntamientos de hasta un 1,100 por ciento a las tarifas por tonelada de basura depositada en Duquesa, cuyos terrenos afirma son de su propiedad, y ha demostrado que puede cerrar y abrir cuando quiera.¿Qué tanto se conoce de esta empresa contratada para gestionar el vertedero de Duquesa, cuyas medidas adoptadas han puesto en aprietos a las autoridades municipales y en riesgo la salud de más de tres millones de personas?
El nombre de Lajún Corporation empieza a sonar en los medios de comunicación en el 2007, cuando fue contratada para operar y gestionar el único vertedero que tiene el Gran Santo Domingo para llevar sus desechos.
El contrato, de fecha 1 de marzo del 2007, le otorga a Lajún, en ese entonces representada por Germán Cornelio, la administración y desarrollo del “relleno sanitario” por un periodo de 10 años, que vencía justo en este mes, de no existir una modificación de 2009, que extiende la duración del contrato a 15 años, es decir hasta el 1 de marzo del 2022. En el 2011 se realizó un adendum a este contrato. Para esa fecha la empresa tenía como gerente a José Antonio López.
Dicho contrato establece que la empresa podrá recibir y tratar como sitio de disposición final los desechos domésticos, comerciales e industriales generados en los ayuntamientos del Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste, Pedro Brand, Pantoja, Santo Domingo Este, cabildos que están obligados a pagar una tarifa a Lajún por dichas operaciones.
En cuanto a Santo Domingo Norte, el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), en “calidad de propietaria”, mediante resolución no. 1189 de fecha 1 de septiembre de 2008, firmado por el entonces director Domingo Enrique Martínez Reyes, otorgó a este ayuntamiento el uso gratuito de una porción de terreno de aproximadamente 1 millón 238 mil metros cuadrados del terreno de Duquesa por un periodo de 20 años.
El contrato al cual se ha hecho referencia también atribuye a Lajún gran parte del beneficio de la explotación de biogas y el desarrollo de un proyecto de reciclaje de los desechos vertidos en el vertedero.
Ya para el 2009, Lajún exigía un aumento en el pago por el manejo de los desechos dentro del vertedero, que actualmente no pasa los dos dólares por tonelada, dando inicio a los enfrentamientos entre esta empresa y los cabildos. La guerra es declarada en julio del 2013, cuando el Ayuntamiento de Santo Domingo Norte (ASDN), en la sindicatura de Francisco Fernández, toma control de Duquesa, alegando incumplimiento de los términos del contrato.
Un vertedero con varios dueños
Este hecho destapó una caja de Pandora sobre la titularidad de los terrenos de Duquesa. En respuesta a la acción del ASDN, los recientes y actualmente dueños de Lajún Corporation, Michael Lee Chin, de Portland Holdings (de capital jamaiquino) y Luis José Asilis, de Grupo Metro (de capital dominicano), manifestaron su rechazo a la medida por tratarse de una “expropiación de un activo privado”.
La empresa llevó el caso al Tribunal Superior Administrativo, órgano que rechazó la medida cautelar solicitada.
Luego de seis meses administrando el vertedero, el ASDN entregó de nuevo a Lajún el control del vertedero. Para ese entonces, el alcalde Francisco Fernández argumentó que los nuevos accionistas cumplían con los requerimientos exigidos.
Y es que un velo de misterio cubren las negociaciones en torno a los terrenos del vertedero de Duquesa, bien público que ha pasado de mano en mano, sin que hasta el momento se determine la legalidad de sus ventas. elCaribe tuvo acceso a una copia del “contrato de venta de inmueble y cuotas sociales de Lajún Corporation (SRL)” firmado el 20 de mayo del 2011, donde queda establecida la venta por un valor de 13 millones 500 mil dólares de una porción de terreno de 875 mil 373. 12 metros cuadrados dentro de la parcela no. 9 del Distrito Catastral no. 21 del Distrito Nacional sección Duquesa, en Santo Domingo Norte, en el cual se encuentra ubicado el vertedero.
El contrato certificado por el notario público José Rafael Rodríguez, indica que en condición de únicos socios de Lajún Corporation, José Antonio López Díaz, y Darleny Indhira López Polanco vendieron las cuotas sociales de esta compañía, incluyendo el derecho sobre el inmueble, a Reclaimed Resources Dominicana, con asiento en Santiago de los Caballeros, representada por su presidente y gerente, el norteamericano Teddy Eugene Cox. En esta negociación fungió como garante, Reclaimed Resources (LTD), sociedad comercial con asiento en los Estados Unidos de Norteamérica, representada por Teddy Eugene Cox.
¿Y si Duquesa no es del vendedor?
De acuerdo con el artículo 7 del contrato que hace referencia a las garantías, José Antonio López Díaz es “el real y exclusivo” propietario del inmueble donde opera Duquesa. Explica que para esta negociación se llevó a cabo un procedimiento de deslinde y traspaso del inmueble ante la Jurisdicción Inmobiliaria del Distrito Nacional. También destaca lo siguiente: “que si se establece que tanto las cuotas como el inmueble no son propiedad del vendedor y por tanto impidiese o anulase la transferencia, el vendedor devolverá al comprador el precio de la venta más los gastos en que haya incurrido el comprador”.
López Díaz vendió, cedió y transfirió “de manera definitiva e irrevocable” la cantidad de 50 mil cuotas sociales de Lajún (totalidad de las cuotas) con un valor nominal de 100 pesos cada una. El artículo cuatro de dicho contrato explica que el desembolso de estas operaciones se efectuó en “un único pago por la suma equivalente al precio de venta, la cual será pagada a más tardar 30 días naturales siguientes a la firma del contrato”.
El nombre de Lajún Corporation empieza a sonar en los medios de comunicación en el 2007, cuando fue contratada para operar y gestionar el único vertedero que tiene el Gran Santo Domingo para llevar sus desechos.
El contrato, de fecha 1 de marzo del 2007, le otorga a Lajún, en ese entonces representada por Germán Cornelio, la administración y desarrollo del “relleno sanitario” por un periodo de 10 años, que vencía justo en este mes, de no existir una modificación de 2009, que extiende la duración del contrato a 15 años, es decir hasta el 1 de marzo del 2022. En el 2011 se realizó un adendum a este contrato. Para esa fecha la empresa tenía como gerente a José Antonio López.
Dicho contrato establece que la empresa podrá recibir y tratar como sitio de disposición final los desechos domésticos, comerciales e industriales generados en los ayuntamientos del Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste, Pedro Brand, Pantoja, Santo Domingo Este, cabildos que están obligados a pagar una tarifa a Lajún por dichas operaciones.
En cuanto a Santo Domingo Norte, el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), en “calidad de propietaria”, mediante resolución no. 1189 de fecha 1 de septiembre de 2008, firmado por el entonces director Domingo Enrique Martínez Reyes, otorgó a este ayuntamiento el uso gratuito de una porción de terreno de aproximadamente 1 millón 238 mil metros cuadrados del terreno de Duquesa por un periodo de 20 años.
El contrato al cual se ha hecho referencia también atribuye a Lajún gran parte del beneficio de la explotación de biogas y el desarrollo de un proyecto de reciclaje de los desechos vertidos en el vertedero.
Ya para el 2009, Lajún exigía un aumento en el pago por el manejo de los desechos dentro del vertedero, que actualmente no pasa los dos dólares por tonelada, dando inicio a los enfrentamientos entre esta empresa y los cabildos. La guerra es declarada en julio del 2013, cuando el Ayuntamiento de Santo Domingo Norte (ASDN), en la sindicatura de Francisco Fernández, toma control de Duquesa, alegando incumplimiento de los términos del contrato.
Un vertedero con varios dueños
Este hecho destapó una caja de Pandora sobre la titularidad de los terrenos de Duquesa. En respuesta a la acción del ASDN, los recientes y actualmente dueños de Lajún Corporation, Michael Lee Chin, de Portland Holdings (de capital jamaiquino) y Luis José Asilis, de Grupo Metro (de capital dominicano), manifestaron su rechazo a la medida por tratarse de una “expropiación de un activo privado”.
La empresa llevó el caso al Tribunal Superior Administrativo, órgano que rechazó la medida cautelar solicitada.
Luego de seis meses administrando el vertedero, el ASDN entregó de nuevo a Lajún el control del vertedero. Para ese entonces, el alcalde Francisco Fernández argumentó que los nuevos accionistas cumplían con los requerimientos exigidos.
Y es que un velo de misterio cubren las negociaciones en torno a los terrenos del vertedero de Duquesa, bien público que ha pasado de mano en mano, sin que hasta el momento se determine la legalidad de sus ventas. elCaribe tuvo acceso a una copia del “contrato de venta de inmueble y cuotas sociales de Lajún Corporation (SRL)” firmado el 20 de mayo del 2011, donde queda establecida la venta por un valor de 13 millones 500 mil dólares de una porción de terreno de 875 mil 373. 12 metros cuadrados dentro de la parcela no. 9 del Distrito Catastral no. 21 del Distrito Nacional sección Duquesa, en Santo Domingo Norte, en el cual se encuentra ubicado el vertedero.
El contrato certificado por el notario público José Rafael Rodríguez, indica que en condición de únicos socios de Lajún Corporation, José Antonio López Díaz, y Darleny Indhira López Polanco vendieron las cuotas sociales de esta compañía, incluyendo el derecho sobre el inmueble, a Reclaimed Resources Dominicana, con asiento en Santiago de los Caballeros, representada por su presidente y gerente, el norteamericano Teddy Eugene Cox. En esta negociación fungió como garante, Reclaimed Resources (LTD), sociedad comercial con asiento en los Estados Unidos de Norteamérica, representada por Teddy Eugene Cox.
¿Y si Duquesa no es del vendedor?
De acuerdo con el artículo 7 del contrato que hace referencia a las garantías, José Antonio López Díaz es “el real y exclusivo” propietario del inmueble donde opera Duquesa. Explica que para esta negociación se llevó a cabo un procedimiento de deslinde y traspaso del inmueble ante la Jurisdicción Inmobiliaria del Distrito Nacional. También destaca lo siguiente: “que si se establece que tanto las cuotas como el inmueble no son propiedad del vendedor y por tanto impidiese o anulase la transferencia, el vendedor devolverá al comprador el precio de la venta más los gastos en que haya incurrido el comprador”.
López Díaz vendió, cedió y transfirió “de manera definitiva e irrevocable” la cantidad de 50 mil cuotas sociales de Lajún (totalidad de las cuotas) con un valor nominal de 100 pesos cada una. El artículo cuatro de dicho contrato explica que el desembolso de estas operaciones se efectuó en “un único pago por la suma equivalente al precio de venta, la cual será pagada a más tardar 30 días naturales siguientes a la firma del contrato”.
Comisión del CEA dice operaciones son ilegales
En 1995, el expresidente Joaquín Balaguer, dio el poder al entonces administrador del CEA, Dimas R. de Moya, para establecer una dación en uso de los terrenos utilizados para el vertedero de Duquesa al Ayuntamiento del Distrito. El presidente de la Comisión Evaluadora de los Terrenos Registrados a nombre del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), Bautista Rojas Gómez, afirmó que cualquier transacción, donación, venta o arrendamiento de estos terrenos que se haya hecho es ilegal.
http://www.elcaribe.com.do/2017/03/27/revenden-duquesa-por-135-millones-dolares-empresas
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Los dolores de cabeza por Duquesa
27/03/2017 12:00 AM - R. OSIRIS DE LEÓN
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Por R. Osiris de León
27/03/2017 12:00 AM - R. OSIRIS DE LEÓN
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Durante décadas, los ciudadanos de la ciudad Capital dominicana, los gobiernos nacionales y los gobiernos locales del Gran Santo Domingo han sufrido grandes dolores de cabeza por los graves problemas ambientales y sociales generados por las pésimas operaciones del mal ubicado y mal manejado vertedero de basuras mixtas no clasificadas denominado Duquesa, pues cuando no es una densa humareda que cubre la zona es el lixiviado contaminante de las aguas subterráneas, cuando no es el lixiviado son los malos olores y las plagas de ratas que aumentan la leptospirosis, cuando no son los malos olores y las peligrosas ratas que viven en ese lugar son los pleitos entre los “buzos” que sobreviven del reciclaje informal, y cuando no son los pleitos entre “buzos” son los pleitos económicos entre los operadores del vertedero y los alcaldes que envían basuras a ese inadecuado lugar que hace décadas debimos cerrar y reubicar como relleno sanitario en otro solar.
El vertedero de Duquesa nunca ha tenido una membrana geotextil impermeable subsuperficial que evite la contaminación de las aguas subterráneas con los grandes flujos de lixiviados tóxicos generados por el contacto entre las lluvias, los desechos químicos, los desechos hospitalarios, y los metales pesados tóxicos como las baterías con ácido-plomo, baterías níquel-cadmio, mercurio, arsénico; cobre, etc, sabiendo las autoridades que muchos comunitarios de la zona de Los Guaricanos se abastecen de aguas subterráneas, y que cuando los lixiviados son muy ácidos aumenta su capacidad para disolver metales y con ello aumenta la concentración de metales pesados tóxicos en las aguas subterráneas, lo cual es muy peligroso para la salud de quienes consumen esas aguas diariamente porque muchos metales pesados tienen la particularidad de acumularse en el cuerpo humano al no poder eliminarse.
Pero como el vertedero de Duquesa nunca ha tenido una membrana geotextil impermeable para retener los lixiviados, tampoco ha tenido una planta de tratamiento para separar las aguas de los contaminantes líquidos que serían retenidos en la membrana geotextil a fin de evitar contaminación del subsubsuelo, como tampoco ha tenido colectores de gas metano (CH4) para su uso en la producción de energía para las comunidades vecinas o para su uso como combustible en vehículos recolectores de basura, lo que indica que los gases producidos por la descomposición de la materia orgánica se escapan a la atmósfera contribuyendo al calentamiento global, ya que el gas metano es el segundo gas responsable de un evidente incremento térmico preocupante que amenaza al clima y a la biodiversidad, pero muy especialmente a la humanidad, de forma alarmante.
En el vertedero de Duquesa nunca se ha instalado una verdadera estación de clasificación de los desechos sólidos que llegan transportados en los camiones, de forma tal que los metales sean separados y clasificados para ser reutilizados por la industria metalúrgica; que los vidrios y los plásticos sean separados y destinados a su reutilización comercial, que los papeles y cartones sean aprovechados para disminuir el consumo de celulosa proveniente de la tala de los bosques, en fin, para aprovechar el 80% de las 3,500 toneladas de basuras que cada día son recolectadas en el Gran Santo Domingo para ser llevadas a Duquesa, aunque se dice que por la falta de adecuados controles se reporta más basura de lo que realmente ella pesa.
Entonces, si el vertedero de basuras de Duquesa ha sido siempre un dolor de cabeza, ¿cómo es posible que ahora se quiera triplicar, cuadruplicar y quintuplicar el cobro por la mala gestión y la fea disposición en un vertedero que sólo produce conflictos y contaminación?, cuando lo correcto sería que el gobierno dominicano y el sector privado comiencen de inmediato a explorar el subsuelo de la zona norte de Santo Domingo para escoger el lugar arcilloso más impermeable y convertirlo en un verdadero relleno sanitario dividido en celdas regulares, con membrana geotextil impermeable, con un colector de lixiviados y una planta de tratamiento para los lixiviados; con un sistema colector de gas metano y una planta eléctrica que opere con ese gas metano; y con una estación separadora y clasificadora de metales, vidrios, plásticos, papeles y cartones, trabajo este último que bien podría ser realizado por quienes hoy trabajan como “buzos” informales, pero convertidos en empleados formales, bien pagados, bien alimentados y con buenos planes de salud, pues solamente cumpliendo con todos estos requisitos sanitarios y ambientales se podría justificar aumentar las tarifas y cobrar lo que realmente cuesta disponer adecuadamente las basuras urbanas de la Capital, con lo cual Duquesa dejaría de ser un gran dolor de cabeza para convertirse en una importante industria provincial.
http://www.elcaribe.com.do/2017/03/27/los-dolores-cabeza-por-duquesa
Durante décadas, los ciudadanos de la ciudad Capital dominicana, los gobiernos nacionales y los gobiernos locales del Gran Santo Domingo han sufrido grandes dolores de cabeza por los graves problemas ambientales y sociales generados por las pésimas operaciones del mal ubicado y mal manejado vertedero de basuras mixtas no clasificadas denominado Duquesa, pues cuando no es una densa humareda que cubre la zona es el lixiviado contaminante de las aguas subterráneas, cuando no es el lixiviado son los malos olores y las plagas de ratas que aumentan la leptospirosis, cuando no son los malos olores y las peligrosas ratas que viven en ese lugar son los pleitos entre los “buzos” que sobreviven del reciclaje informal, y cuando no son los pleitos entre “buzos” son los pleitos económicos entre los operadores del vertedero y los alcaldes que envían basuras a ese inadecuado lugar que hace décadas debimos cerrar y reubicar como relleno sanitario en otro solar.
El vertedero de Duquesa nunca ha tenido una membrana geotextil impermeable subsuperficial que evite la contaminación de las aguas subterráneas con los grandes flujos de lixiviados tóxicos generados por el contacto entre las lluvias, los desechos químicos, los desechos hospitalarios, y los metales pesados tóxicos como las baterías con ácido-plomo, baterías níquel-cadmio, mercurio, arsénico; cobre, etc, sabiendo las autoridades que muchos comunitarios de la zona de Los Guaricanos se abastecen de aguas subterráneas, y que cuando los lixiviados son muy ácidos aumenta su capacidad para disolver metales y con ello aumenta la concentración de metales pesados tóxicos en las aguas subterráneas, lo cual es muy peligroso para la salud de quienes consumen esas aguas diariamente porque muchos metales pesados tienen la particularidad de acumularse en el cuerpo humano al no poder eliminarse.
Pero como el vertedero de Duquesa nunca ha tenido una membrana geotextil impermeable para retener los lixiviados, tampoco ha tenido una planta de tratamiento para separar las aguas de los contaminantes líquidos que serían retenidos en la membrana geotextil a fin de evitar contaminación del subsubsuelo, como tampoco ha tenido colectores de gas metano (CH4) para su uso en la producción de energía para las comunidades vecinas o para su uso como combustible en vehículos recolectores de basura, lo que indica que los gases producidos por la descomposición de la materia orgánica se escapan a la atmósfera contribuyendo al calentamiento global, ya que el gas metano es el segundo gas responsable de un evidente incremento térmico preocupante que amenaza al clima y a la biodiversidad, pero muy especialmente a la humanidad, de forma alarmante.
En el vertedero de Duquesa nunca se ha instalado una verdadera estación de clasificación de los desechos sólidos que llegan transportados en los camiones, de forma tal que los metales sean separados y clasificados para ser reutilizados por la industria metalúrgica; que los vidrios y los plásticos sean separados y destinados a su reutilización comercial, que los papeles y cartones sean aprovechados para disminuir el consumo de celulosa proveniente de la tala de los bosques, en fin, para aprovechar el 80% de las 3,500 toneladas de basuras que cada día son recolectadas en el Gran Santo Domingo para ser llevadas a Duquesa, aunque se dice que por la falta de adecuados controles se reporta más basura de lo que realmente ella pesa.
Entonces, si el vertedero de basuras de Duquesa ha sido siempre un dolor de cabeza, ¿cómo es posible que ahora se quiera triplicar, cuadruplicar y quintuplicar el cobro por la mala gestión y la fea disposición en un vertedero que sólo produce conflictos y contaminación?, cuando lo correcto sería que el gobierno dominicano y el sector privado comiencen de inmediato a explorar el subsuelo de la zona norte de Santo Domingo para escoger el lugar arcilloso más impermeable y convertirlo en un verdadero relleno sanitario dividido en celdas regulares, con membrana geotextil impermeable, con un colector de lixiviados y una planta de tratamiento para los lixiviados; con un sistema colector de gas metano y una planta eléctrica que opere con ese gas metano; y con una estación separadora y clasificadora de metales, vidrios, plásticos, papeles y cartones, trabajo este último que bien podría ser realizado por quienes hoy trabajan como “buzos” informales, pero convertidos en empleados formales, bien pagados, bien alimentados y con buenos planes de salud, pues solamente cumpliendo con todos estos requisitos sanitarios y ambientales se podría justificar aumentar las tarifas y cobrar lo que realmente cuesta disponer adecuadamente las basuras urbanas de la Capital, con lo cual Duquesa dejaría de ser un gran dolor de cabeza para convertirse en una importante industria provincial.
http://www.elcaribe.com.do/2017/03/27/los-dolores-cabeza-por-duquesa
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