La clase política dominicana, el retiro y la ceguera generacional
Quienes gobernaron con el viejo PRD, fueron tan conservadores en el poder como lo peor de la derecha dominicana, populistas y tímidos en política exterior, olvidar eso ahora es faltar a la historia: se envió hasta tropas a Irak ya sabemos lo que eso supuso en la Cancillería de entonces: la renuncia de Hugo Tolentino, como canciller
“Las tiranías fomentan la estupidez” (Jorge Luis Borges)
El fenómeno es curioso, en “la oposición” en particular, tiene antecedentes políticos e históricos.
El drama en la lucha contra el Trujillismo, era un problema de tiempo también y los mecanismos para prolongar el uso del poder, con mañas, crímenes y abusos. Esa generación que lucho contra Trujillo desde su juventud, la historia les agarra de nuevo en Neotrujillismo: Balaguer, impuesto por botas extranjeras, busca a sus colaboradores, esa comodidad en el jardín heredado del Estado, con el sello que solo la continuidad del Trujillismo podía dar.
Mi generación era joven aún, mientras el Balagerismo nos agarraba entre los 19 y 20 años, a otros les agarraba avanzando hacia los 60 años, en el viejo PRD de Peña Gómez.
Balaguer duró lo que pudo encontrando “justificaciones” teóricas de algunos abogados de la muerte y el terror, hoy líderes racistas del soberanismo dominicano, sobre la base de la guerra fría, es decir: la regla del crimen a mansalva, el secuestro de personas, desapariciones y torturas en los cuarteles, se justificaba como un simple daño colateral de geopolítica internacional. Idea falaz, retorcida, propio de esos discípulos demoniacos que dejó Trujillo en tierra para que le llamarán, con olor a nostalgia, el Titán, el gran Titán y en la pronunciación del elogio de hierro, el suspiro asesino de un lúgubre recuerdo de sangre, para otros.
En otras palabras, cuando Balaguer sale del poder(1978) los liberales de pensamiento entonces representado por ese mismo viejo PRD, hoy empeñado a quien más pueda dar, deja un sistema de gobierno y mañas de permanencia implantados.
Quienes gobernaron con el viejo PRD, fueron tan conservadores en el poder como lo peor de la derecha dominicana, populistas y tímidos en política exterior, olvidar eso ahora es faltar a la historia: se envió hasta tropas a Irak ya sabemos lo que eso supuso en la Cancillería de entonces: la renuncia de Hugo Tolentino, como canciller.
En el viejo PRD, había la sensación de que gobernar era imitar a la derecha y así lo hicieron en lo esencial y en lo medular, con un líder reciente y no retirado aún, cuya ideología realmente no correspondía con los postulados de ese partido.
En ese viejo PRD, nunca hubo rebelión de la Juventud, la vieja JRD, los jóvenes eran más bien sumisos, respetuosos de aquel ejército que peina y peinaba canas.
Eran jovenes de mística, cuyas tareas políticas no implicaban el debate su propio futuro: los amargos resultados se verían a largo plazo y a su debido tiempo.
Juventud e Intelectuales (post Peña Gómez) eran tabú y de difícil manejo, siempre lo fueron.
A lo largo de todo este tiempo, al final el famoso artículo 55 que protege al ejecutivo, sigue intacto. Los métodos de gobierno heredados de regímenes autoritarios, no han cambiado, esa misma gerontocracia nada cambio cuando le tocó gobernar y en eso los tres partidos PR, PRD Peña Gómez y el PLD, han sido cómplices y artífices de esa visión no renovada del poder con visión de trascender una post modernidad, de mejores resultados sociales y humanos, que se reflejaran en la población.
Existe una clase política Dominicana cuya ceguera generacional heredada de lo peor del Trujillismo, valga la paradoja, porque en ese saco caben muchos que lucharon contra Trujillo primero y luego, con mayor edad contra Balaguer. ¿Tenía sentido entonces en materia de sucesiones generacionales imitar el pasado combatido, tenía sentido?…
¿Quiénes dejaron solo a Guido Gómez Mazara el día de la masacre Miguelista con paisanos oficiales con uso de armas oficiales?…
Hay un germen de ceguera generacional que obliga a reflexionar: ¿Por qué en algunos partidos nuevos los correligionarios y correligionarias que pasan ya de los 70 años no son capaces de dejar espacio a la gente joven, en su tiempo y en el espacio que es el suyo por juventud?…
Los mismos jóvenes, han confundido el respeto con el derecho que ellos mismos tienen a reclamar a las instancias de sus partidos.
Porque se acostumbraron a las reverencias, porque la propia juventud nunca se rebeló, porque aún pateados del escenario se echan a un lado y por respeto a “las figuras” y sus viejos emblemas, por respeto a lo que fueron, esos errores se callan, no se hacen público para no hacer daño “al partido en campaña”. Eso es lo peor.
En el tema de los espacios y las edades la clase política dominicana, tiene muchas asignaturas pendientes, de tal modo que el respeto ganado con decisión y testimonio, se desluce cuando se reflexiona en serio sobre estos temas generacionales en la política dominicana.
La crisis de liderazgo, en el fondo, ha sido estimulada por los propios partidos en su falta de mirada interna sincera y crítica, eso ha faltado.
Pero hay algo peor: al final tanto luchar contra Trujillo y Balaguer, sus sistemas, sus mañas, para en cierta manera reivindicarlos, no en ideología, pero sí en estilos de manejos de espacios y poder.
¿No era mejor un retiro digno cediendo espacios a los jóvenes meritorios y reconocidos por la propia opinión pública?…
Cuando el retiro se produzca, quedará esa huella reflexiva del tema generacional de una clase política entrampada en sus propios dislates. (CFE)
http://acento.com.do/2015/opinion/8288718-la-clase-politica-dominicana-el-retiro-y-la-ceguera-generacional/
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