Ahora mismo su principal pro político radica en la simbolización del cambio frente a un poder político camino de completar 16 años en el gobierno con un primer segmento de cuatro y luego 12 consecutivos, y que aspira a completar 16 consecutivos y 20 años en el ejercicio del poder
Luis Abinader, al igual que los presidentes Danilo Medina y Leonel Fernández, es de trato personal horizontal sedoso adornado por su humildad, un timbre de voz particular bien modulado –que se le queda a uno en la retícula de la memoria auditiva- y cierto toque mínimo de encantamiento personal que suelen tener algunas personas a las que presionan sus demiurgos hasta catapultarlas a la cumbre de su actividad fundamental.
Ahora mismo su principal pro político radica en la simbolización del cambio frente a un poder político camino de completar 16 años en el gobierno con un primer segmento de cuatro y luego 12 consecutivos, y que aspira a completar 16 consecutivos y 20 años en el ejercicio del poder; de donde, si fuere cierto el método de las generaciones de José Ortega y Gasset, de una nueva cada 10 años, han sombreado a dos generaciones nuevas.
El congelamiento y cansancio del ejerció político desde el poder por el PLD aparece remachado con el hecho cierto de que desde el primero de sus años ha gobernado con los mismos hombres y mujeres, a lo que se añade ahora el congelamiento de sus hombres y mujeres en el desacreditado Congreso Nacional, cuyos manejos presupuestarios en una de sus cámaras deja mucho qué desear, a pesar de las apariencias.
Al ser comparado en las exposiciones temáticas de los asuntos públicos con el candidato Medina aventaja a éste al proyectarse como un buen orador en camino de afinamiento y sintonización popular. Su reciente intervención en la Z-101 impactó y despachó a niveles récords la audiencia y aceptación, según el decir de su director Willy Rodríguez minutos después.
Ahora mismo su principal pro político radica en la simbolización del cambio frente a un poder político camino de completar 16 años en el gobierno con un primer segmento de cuatro y luego 12 consecutivos, y que aspira a completar 16 consecutivos y 20 años en el ejercicio del poder
Un pro poco conocido y que conozco al detalle es que, contrario a lo que se suele pensar y decir, tiene una amplia experiencia de trabajo político porque desde muy joven fue brazo derecho político de su padre, el honesto y reputado político José Rafael Abinader, mi ex profesor de economía, un batallador y triunfador empresarial fuera de serie, quien años atrás arrancó políticamente de cero y ganó la plaza de Senador por Santiago en momentos en que el PRD la daba por perdida.
Abinader está en la juventud de su madurez con sus 48 años –menos 8 días- de edad mientras Medina hace tres años entró en la vejez de su madurez y a sus 64 años –menos 4 meses- de edad proyecta con su rostro de cansado el inicio de una vejez prematura sólo explicada porque es presidente de un país pequeño pero “grandemente” complejo y casi complicado, en el que han desembarcado todos los imperios.
Y para concluir por hoy, dos pros de Abinader residen en que (1) se le suele comparar con “el fenómeno Leonel” de 1996, a tal punto que a Reynaldo Pared –aquel del “cuando digo Digo digo Diego”- le dieron un tapaboca por decir que Abinader carecía de experiencia administrativa estatal: “igualito que Leonel en 1996”, le observaron sesudamente; y en que (2) al no tener esa experiencia administrativa pública queda libre de sospechas, esto es, no hay de qué agarrarse para pretender descalificarlo.
Como el sábado pasado tuve a bien esbozar los principales pros del presidente y virtual candidato presidencial Danilo Medina, hay que asumirlos, en contraposición, como los contras de Abinader. http://acento.com.do/2015/opinion/8263720-los-pros-de-luis-abinader-proyectados-al-2016/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario