PARÁLISIS
La posibilidad de reformar Código Laboral se aleja
27/01/2017 12:00 AM - MARTÍN POLANCO
Desde mediados del año 2015 el sector empresarial, el sindical y el Gobierno no se ven la cara para discutir una posible modificación al Código Laboral y es poco probable que ocurra en el corto plazo. Por lo menos los representantes de los trabajadores no están en ánimo ni en disposición de hacerlo y a través de Rafael (Pepe) Abreu, una de las voces autorizadas para opinar, han dejado claro que en ese proceso no hay que insistir, ni nada que buscar.
“No nos interesa, porque ya vimos lo que se busca con la propuesta. El tiempo que ha pasado sin que ese tema se toque te indica claro que se cayó solo”, dice Abreu, presidente de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS).
La Confederación Patronal Dominicana (Copardom) no ha logrado convencer a los sindicalistas de que su intención de alcanzar un código más moderno (como dice esa organización) no representa una amenaza. “Nuestra aspiración como sector es que las conversaciones se retomen lo más rápido posible, porque a fin de cuentas es una urgencia para el país que se modifique el Código de Trabajo y se adecue a la realidad laboral que tenemos en estos tiempos, para poder generar empleos formales”, plantea Joel Santos, quien hasta anoche fue presidente de la Copardom.
Desde el punto de vista del dirigente empresarial, esa realidad a la que hace referencia es que el Código de Trabajo data del año 1992 y la economía dominicana de ese tiempo es muy distinta a la del año 2017. “Te puedo decir que hoy en día la dinámica empresarial y la dinámica económica es muy distinta. Te puedo poner como ejemplo que antes –en 1992- tú pasabas un domingo en la tarde por algún lado y parecía que había un toque de queda. Tú pasas un domingo al mediodía del año 2017 y el nivel de actividad y de demanda de trabajo que tú tienes es bastante amplio”, dice Joel Santos.
Partiendo de eso, aconseja que los horarios tengan que ser adaptados a esa nueva realidad. Y agrega que no solo se trata de ese aspecto. “Es una dinámica muy diferente a la que existía en el pasado. Ahora mismo tenemos mucho más retos con la era digital para verdaderamente crear e incentivar empleos formales para las personas”, expresa.
Joel Santos insiste (tal como ha repetido en diversos momentos y escenarios) que los derechos adquiridos no estarán siendo afectados con un código modificado. “Lo que estamos planteando es una reestructuración de la terminación del trabajo para que realmente sea más atractivo para los empleadores y para los empleados”, dice.
Pero Pepe Abreu también refuerza la posición enarbolada y defendida “a capa y espada” desde que el tema surgió hace varios años: “Hemos dicho que hay temas en los que no se va a ceder, no se va a cambiar. Yo he dicho y reiterado, en todas las ocasiones que hemos hablado, que temas como la cesantía para el movimiento sindical no son discutibles. Y ellos están detrás de eso aunque lo niegan”.
El sindicalista Abreu dice más: “Te aseguro que si permitimos la eliminación de la cesantía en la reforma del Código Laboral podría causar una conmoción social en el país, porque significará despojar a empleados de los beneficios que le genera la misma”.
Dijo que una empresa que haga eso conspira en contra de su propia empleomanía, porque la empleomanía que sabe que no tiene posibilidad de acumular méritos por antigüedad, actúa entonces en merecimiento a esa actitud que tiene en una empresa, sabiendo que siempre va a estar en ella (en la empresa) de manera transitoria.
“No nos interesa, porque ya vimos lo que se busca con la propuesta. El tiempo que ha pasado sin que ese tema se toque te indica claro que se cayó solo”, dice Abreu, presidente de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS).
La Confederación Patronal Dominicana (Copardom) no ha logrado convencer a los sindicalistas de que su intención de alcanzar un código más moderno (como dice esa organización) no representa una amenaza. “Nuestra aspiración como sector es que las conversaciones se retomen lo más rápido posible, porque a fin de cuentas es una urgencia para el país que se modifique el Código de Trabajo y se adecue a la realidad laboral que tenemos en estos tiempos, para poder generar empleos formales”, plantea Joel Santos, quien hasta anoche fue presidente de la Copardom.
Desde el punto de vista del dirigente empresarial, esa realidad a la que hace referencia es que el Código de Trabajo data del año 1992 y la economía dominicana de ese tiempo es muy distinta a la del año 2017. “Te puedo decir que hoy en día la dinámica empresarial y la dinámica económica es muy distinta. Te puedo poner como ejemplo que antes –en 1992- tú pasabas un domingo en la tarde por algún lado y parecía que había un toque de queda. Tú pasas un domingo al mediodía del año 2017 y el nivel de actividad y de demanda de trabajo que tú tienes es bastante amplio”, dice Joel Santos.
Partiendo de eso, aconseja que los horarios tengan que ser adaptados a esa nueva realidad. Y agrega que no solo se trata de ese aspecto. “Es una dinámica muy diferente a la que existía en el pasado. Ahora mismo tenemos mucho más retos con la era digital para verdaderamente crear e incentivar empleos formales para las personas”, expresa.
Joel Santos insiste (tal como ha repetido en diversos momentos y escenarios) que los derechos adquiridos no estarán siendo afectados con un código modificado. “Lo que estamos planteando es una reestructuración de la terminación del trabajo para que realmente sea más atractivo para los empleadores y para los empleados”, dice.
Pero Pepe Abreu también refuerza la posición enarbolada y defendida “a capa y espada” desde que el tema surgió hace varios años: “Hemos dicho que hay temas en los que no se va a ceder, no se va a cambiar. Yo he dicho y reiterado, en todas las ocasiones que hemos hablado, que temas como la cesantía para el movimiento sindical no son discutibles. Y ellos están detrás de eso aunque lo niegan”.
El sindicalista Abreu dice más: “Te aseguro que si permitimos la eliminación de la cesantía en la reforma del Código Laboral podría causar una conmoción social en el país, porque significará despojar a empleados de los beneficios que le genera la misma”.
Dijo que una empresa que haga eso conspira en contra de su propia empleomanía, porque la empleomanía que sabe que no tiene posibilidad de acumular méritos por antigüedad, actúa entonces en merecimiento a esa actitud que tiene en una empresa, sabiendo que siempre va a estar en ella (en la empresa) de manera transitoria.
Todo indica que la lucha seguirá con intensidad
La cesantía es la indemnización que el empleador debe pagar al trabajador en caso de terminación del contrato de trabajo por tiempo indefinido, cuando las causas de terminación sean ajenas a la voluntad del trabajador. Por ejemplo, el despido sin causa justa.
“Lucharemos para que esa modificación al código en la forma que está planteada no se dé, por el contrario, que se mantenga como está y que si alguna vez se modifica sería para superarla. Lo que busca el empresariado es una contrarreforma”, aseguró.
“Lucharemos para que esa modificación al código en la forma que está planteada no se dé, por el contrario, que se mantenga como está y que si alguna vez se modifica sería para superarla. Lo que busca el empresariado es una contrarreforma”, aseguró.
Primero se abre la puerta y luego se habla de cierre
“La demanda de trabajo tiene que subir y eso va a permitir que los salarios aumenten más rápido”, explica Joel Santos cuando aborda el tema con este diario. Y agrega: “Nos estamos enfocando en unos costos de terminación, cuando en realidad lo que tenemos que provocar es que las personas trabajen. Advirtió que en el país se está hablando de la puerta de salida cuando las condiciones para que las personas entren no están dadas. Dijo que se pueden llevar juntos los debates sobre alza salarial y sobre reforma del Código.
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