Por Philip Pullella y Daniel Bases
NUEVA YORK (Reuters) - El Papa Francisco condenó el viernes el ansia por bienes materiales y poder, advirtiendo a los líderes mundiales reunidos en Naciones Unidas que la codicia está destruyendo los recursos naturales de la Tierra y agravando la pobreza.
El Sumo Pontífice argentino de 78 años también oró en el memorial dedicado a los muertos en los ataques del 11 de septiembre del 2001, en el que posiblemente ha sido el momento más solemne de su visita a Estados Unidos.
Posteriormente fue aclamado por una multitud de fieles estimada en 80.000 personas mientras avanzaba en el papamóvil por el Central Park antes de dirigirse al famoso Madison Square Garden para presidir una misa ante unos 20.000 asistentes.
El líder espiritual de 1.200 millones de católicos criticó con dureza el grave pecado que supone la exclusión social y económica en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
"Un afán egoísta e ilimitado de poder y de bienestar material lleva tanto a abusar de los recursos materiales disponibles como a excluir a los débiles y con menos habilidades", dijo el Santo Padre.
Francisco, el primer Papa latinoamericano, ya ha criticado varias veces al capitalismo desenfrenado en sus dos años de pontificado.
El viernes, habló ante una audiencia de poderosos en la ONU, que está celebrando su septuagésimo aniversario. La concurrencia de líderes este año a la Asamblea General de la ONU habría sido la mayor de la historia.
Francisco instó a que los líderes mundiales a que aseguren a su gente lo mínimo necesario para acceder a una vida digna. "Este mínimo absoluto tiene en lo material tres nombres: techo, trabajo y tierra; y un nombre en lo espiritual: libertad de espíritu, que compromete la libertad religiosa, el derecho a la educación y todos los otros derechos cívicos", sostuvo.
El pontífice argentino destacó que el futuro de la humanidad está en riesgo.
"La crisis ecológica junto con la destrucción de buena parte de la biodiversidad pueden poner el peligro la propia existencia humana", dijo Francisco, quien este año publicó la primera encíclica papal dedicada al medioambiente.
El Papa subrayó la necesidad de "empeñarse por un mundo sin armas nucleares" y elogió el acuerdo alcanzado en julio por Estados Unidos y otras potencias mundiales para frenar el programa atómico de Irán como "prueba de las posibilidades de la buena voluntad política y del derecho, ejercidos con sinceridad, paciencia y constancia".
El Sumo Pontífice también dijo que "los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia".
"EL DOLOR AQUÍ ES PALPABLE"
Luego de su discurso, el Papa encabezó una oración con miembros de otros credos en el lugar de los ataques del 11 de septiembre de 2001 que destruyeron las Torres Gemelas y en los que murieron más de 3.000 personas.
"Aquí el dolor es palpable", dijo Francisco, después de ver los memoriales que recuerdan a las Torres Gemelas.
Rodeado por líderes religiosos judíos, musulmanes, hindúes, budistas, sijs y ortodoxos griegos, el Santo Padre habló frente a una multitud de 700 personas.
"En las diferencias, en las discrepancias, es posible vivir un mundo de paz (...) Juntos hoy somos invitados a decir 'no' a todo intento uniformante y 'sí' a una diferencia aceptada y reconciliada", dijo Francisco en un emotivo discurso.
Un día después de convertirse en el primer Papa que habló ante el Congreso de Estados Unidos, Francisco advirtió en su discurso ante la ONU sobre imponer los valores liberales occidentales al resto del mundo mediante "una colonización ideológica a través de la imposición de modelos y estilos de vida anómalos".
Francisco llamó a los gobernantes a combatir el tráfico de personas, ampliar la educación a las niñas y terminar con la destrucción de la biodiversidad, porque "cualquier daño al ambiente, por tanto, es un daño a la humanidad".
Entre los asistentes al discurso del Papa estuvieron el presidente de Cuba, Raúl Castro, y Malala Yousafzai, la joven de 18 años que lucha por los derechos de las niñas a educarse, cuya presencia no pasó desapercibida.
Reiterando las preocupaciones que expresó en la Casa Blanca y el Congreso esta semana sobre el medioambiente, Francisco pidió "acuerdos fundamentales y eficaces" en la cumbre sobre cambio climático que se realizará en diciembre en París.
Durante la misa en el Madison Square Garden, el Sumo Pontífice concentró su homilía en las grandes ciudades pobladas por muchos ciudadanos olvidados o de segunda clase.
Ellos son "los extranjeros, los hijos de estos (y no solo) que no logran la escolarización, los privados de seguro médico, los sin techo, los ancianos solos, quedando al borde de nuestras calles, en nuestras veredas, en un anonimato ensordecedor", dijo en español.
El Papa, que llegó en la noche del jueves a Nueva York, escuchó a un coro de niños durante una visita a la escuela básica católica Nuestra Señora Reina de los Ángeles, a la que asisten principalmente estudiantes latinos y afroamericanos en el vecindario East Harlem de la ciudad.
Francisco se ha ganado la admiración de muchas personas en Estados Unidos, cautivando a los liberales por su atención en las necesidades de los pobres, los inmigrantes y los sin techo. En su viaje a la mayor economía mundial, también ha enfatizado valores conservadores y las enseñanzas católicas sobre la familia.
(Reporte adicional de Susan Heavey; escrito por Alistair Bell; Editado en español por Silene Ramírez y Javier Leira) https://es-us.noticias.yahoo.com/papa-francisco-critica-en-la-onu-la-ambici%C3%B3n-011818388.html
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