Publicado: 14 jun 2015 10:05 GMT
La presión implacable del 'partido de la guerra' de EE.UU., que incluye un gran grupo de legisladores de los principales partidos, funcionarios del Gobierno y sus aliados en los medios de comunicación, trata de desatar un conflicto con Moscú poniendo como excusa la crisis en Ucrania. Esta estrategia socavará los logros alcanzados durante la visita a Rusia del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, escribe el prestigioso semanario norteamericano 'The Nation'.
Hace apenas un mes, el 12 de mayo, después de que John Kerry se reuniera en Sochicon el presidente ruso, Vladímir Putin, y el canciller Serguéi Lavrov, el político norteamericano expresó la "gratitud del presidente Obama por la disposición de Rusia a participar en este debate". Sin embargo, este martes en Alemania, tras la celebración de la cumbre del G7, Obama ha vuelto a hablar de "aislar" a Rusia del G7. "El presidente de EE.UU. señaló con evidente satisfacción que 'los siete' están dispuestos a imponer significativas sanciones adicionales contra Rusia", escribe James Carden en su artículo '¿Por qué Washington sigue avanzando hacia la guerra con Rusia?'.
La retórica de Obama en la cumbre del G7 ha mostrado su predisposición a la guerra fría y la confrontación con Rusia, opina el autor. La mayoría de los analistas explican el brusco cambio de tono en el corto período que separó los encuentros de Sochi y la cumbre de Alemania por el hecho de que durante este tiempo 'el partido de la guerra' se consolidó temporalmente y trató de olvidarse de la diplomacia de Kerry en Sochi. Tres días después de la visita de Kerry a Rusia el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jeff Rathke, presentó las negociaciones de Sochi en una luz totalmente diferente a como lo hizo el propio Kerry, en un contexto de críticas hacia la postura de Rusia. La misma línea continuó con la llegada el mismo día a Kiev de la subsecretaria de Estado norteamericana, Victoria Nuland.
El papel de los medios occidentales
Mientras tanto, los 'halcones' de EE.UU. ya pusieron sus ojos en Kerry. Julianne Smith, exasesora jefe de seguridad nacional del vicepresidente Joe Biden, se quejó a 'The New York Times' de que el viaje a Sochi de Kerry resultó "contraproducente" y de que "ha provocado un debate acerca de la estrategia de EE.UU.".
Además, unos días después de las declaraciones de Obama en Alemania el 'partido de la guerra' y el periódico 'The Washington Post' aumentaron considerablemente su línea de apoyo a Kiev llamando a fortalecer la influencia de EE.UU. en el conflicto en Donbass. 'The Washington Post', junto con la mayoría de otros medios de comunicación norteamericanos, ha continuado emitiendo críticas hacia Moscú, haciendo caso omiso de las deficiencias de Kiev, que sigue bloqueando económicamente la región de Donbass, se niega a negociar con los líderes de las repúblicas no reconocidas de Donetsk y Lugansk y ha nombrado al expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili como gobernador de la provincia de Odesa. Teniendo en cuenta los estrechos vínculos de Saakashvili con el 'lobby' neoconservador de EE.UU., este nombramiento garantiza una inestabilidad adicional en la región, destaca el autor.
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"Todo esto apunta a un peligro más que real de que se reanuden las operaciones militares en el este de Ucrania. Sin embargo, incluso teniendo en cuenta los crecientes esfuerzos del 'partido de la guerra', vale la pena insistir en que para la crisis en Ucrania no existe una solución militar. Es poco probable que la reanudación de las sanciones de la UE y los llamamientos continuos de EE.UU. a armar a Kiev conduzcan a una solución pacífica del conflicto ", concluye el autor.
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