Por:
Teódulo Antonio Mercedes
En
los últimos tiempos he visto con espantos cómo se continúa deteriorando las
relaciones de amistad, unidad y fraternidad que con el tiempo se había
desarrollado entre las clases políticas de avanzadas de los dos países que
constituyen la isla.
Desde
el punto de vista histórico, esa gran relación vino luego de la guerra de la
reconquista, cuando los odios producidos por la independencia amainaron y la
realidad política se impuso sobre la sin razón.
En
el siglo pasado, esas relaciones se ampliaron cuando las dos naciones fueron
gobernadas por regímenes de fuerzas, los cuales, aunque produjeron avances notables en la organización de los
estados, lograron doblegar las instituciones estatales y ponerla a disposición
de los caudillos de turno, sus
familiares y camarillas corruptas.
Esta
realidad aplicada en los dos pueblos, produjo la inmolación de la juventud de avanzada de las
dos naciones en la búsqueda de la libertad y justicia social.
Así,
como los dominicanos lograron producir invasiones como la de Luperón ,
Constanza, Maimón y Estero Hondo, los haitianos no se cruzaron de brazos,
pudiendo organizar en 1969 una invasión contra "Papa Doc" Duvalier,
procedente de Honduras.
Con
anterioridad de esa fracasada invasión, la juventud pensante de Haití fue
masacrada de manera selectiva, sin que los famosos organismos de Derechos
Humanos tomaran medidas en contra de los ejecutores, como ejemplo de eso, basta
mencionar a:
- Jacques Stephen Alexis, médico neurólogo graduado en Paris, exquisito
escritor, miembro del Partido Comunista
haitiano (PCH) y fundador, del Partido de la Entente Popular (PEP) en 1959.
Quien desembarco clandestinamente en Haití en abril de 1961 con los compañeros
Charles Adrien-Georges, Guy Belliard, Hubert Dupuis-Nouillé y Max Monroe siendo
todos ellos capturados, torturados y desaparecidos por los militares al
servicio de François Duvalier.
- Lucien Daumec, antiguo afiliado a la Federación de
trabajadores haitianos miembro del PCH y del Partido Unión de los Demócratas
haitianos (PUDA-comunista) detenido por la policía y torturado hasta la muerte
con su hijo Frantz de 16 años.
- Jean Jacques Dessaline Ambroise, renombrado profesor de la
capital Port-au-Prince y dirigente del comunista Partido Popular de la
Liberación Nacional (PPLN). Detenidos por los duvalieristas el 3 de agosto de
1965 y asesinado en detención ese mismo día.
- Mario Rameau: veterano dirigente comunista del PPLN asesinado
en 1965.
- Gérald Brisson: Secretario del CC del Partido Unificado de los
Comunistas Haitianos (PUCH nacido de la fusión del PPLN Y del PEP) brillante
economista formado en Moscú, autor de la obra Les relations agraires dans l'Haiti
contemporaine, 1968, México. Asesinado por el régimen, el 2 de junio de 1969.
- Raymond Jean François: siguiente secretario del CC igualmente
asesinado por la tiranía.
- Jacqueline Volel Brisson: esposa de Gérald Brisson,
organizadora de la resistencia comunista en Port-au-Prince, masacrada.
- Adrien Sansarik: medico, miembro del Comité local del PUCH en
Port-au-Prince, compañero del Ché Guevara en la operación guerrillera en el
Congo, asesinado en Boutilliers en Abril de 1969.
- Jacques Jeannot: igualmente miembro de la dirección local
comunista en la capital. Asesinado.
- Alix Lamauthe, alzado en armas contra la tiranía y masacrado
el 26 de marzo de 1969.
- Roger Méhu: militante del PUCH, ingresado clandestinamente
desde Alemania y asesinado junto al anterior camarada.
- El 14 de abril de 1969, 30 jóvenes del PUCH encarcelados en
Fort Dimanche son ejecutados. Entre ellos están Guy Lominy, Joel Liautaud,
Jérémie Eleazer, Eddy Petit y Bob Désir.
- Fred Baptiste, guerrillero comunista, muerto en prisión en
1975
- Anthony Lespès: poeta y fundador del Partido Socialista
Popular (PSP) que fue disuelto por la tiranía en 1946. Muere en 1978 a
consecuencia de su encarcelamiento por la tiranía.
De 1969 a 1986 mil miembros del PUCH fueron masacrados por la dictadura
duvalierista, a la cual se opusieron con la Fortaleza y dedicación que
recogieron de sus fundadores patrios empezando por Toussaint
L’Ouverture
Luego
de la muerte de Trujillo, ese grupo de patriotas e internacionalistas haitiano,
comenzó a formar cabeza de playa en territorio nuestro, pues desde aquí, con
ayuda de los destacamentos dominicanos era fácil su desplazamiento a su patria
maltratada. "Había un Frente Haitiano de Liberación en el exilio, escribe
José del Castillo Pichardo en su artículo Petit Pays, publicado en el Diario
Libre el 23 de enero del 2010, donde estaban el sacerdote Gérard Bissainthe,
Louis Déjoie, Pierre Rigaud, Daniel Bernard Sansaricq y el dirigente comunista
René Théodore, quien formó parte del comando de haitianos que participó en la
gesta revolucionaria de 1965. La guerra de abril, estableció una unión
indisoluble con el movimiento progresista haitiano, lo cual quedo plasmado con
la muerte del poeta Jacques Viau en el comando B-3 y otros combatientes de
igual origen que se inmolaron defendiendo a la clase obrera dominicana y
haitiana y la soberanía dominicana, junto a Juan Miguel Román en el asalto al
Palacio Nacional.
De
ellos, conocí a René Théodore y Daniel Sansaricq una mañana gris en el barrio
de San Carlos después de la guerra del 65, en una casa que habitaba Luis Gomes Pérez,
conocido entonces con el nombre de Pablo.
Como
joven inquieto, le preguntaba sobre su Haití y el proceso de cambio que se debía
de establecer para transformar las viejas estructura existentes.
Sus
explicaciones me dejaban asombrados, pues sus ideas económicas y humanistas
estaban muy bien elaboradas, sin resentimientos y estableciendo diferencia
entre nuestra realidad y la de su tierra.
A
Rene, luego lo volví a ver en Europa, cuando se desplazaba junto a los
revolucionarios dominicanos en trabajos partidarios, pero a Daniel solo me
quedo el grato recuerdo de haberlo conocido, porque una tarde triste cuando me dirigía
a la Uasd, logre ver en la primera plana del periódico el Nacional que había caído
en combate en Haití rodeado en una casa y para matarlo fue necesario movilizar
un tanque.
De
esos grupos de pensadores, logre tener contacto luego en 1978, despues de
regresar del exterior, en la casa de Raúl Cuevas en Barahona, un día
conflictivo en que el partido de Balaguer realizaba su mitin de cierre de campaña,
en las elecciones que por primera vez, estaban presentes los candidatos del
Partido Comunistas Dominicano y que las fuerzas sociales aglutinadas en el
Partido Revolucionario Dominicano, lograron desplazar a la extrema derecha del
poder de la nación.
De
esa época hasta hoy, la sociedad dominicana a cambiado mucho, el desarrollo económico
ha sido grande y conjuntamente con eso, nuestras instituciones, también han
sido sacudidas por la fuerzas del progreso.
En
el hermano país Haití, luego de la desaparición de los Duvalier y familia, la situación
no ha sido similar, las fuerzas del progreso, agotadas, parece que los reductos
se retiraron al Canadá, Francia y Bélgica, dejando a la población a la suerte
de las eventualidades.
Por
ese motivo, hoy observamos que en el pueblo hermano, la población no tiene documento
de identidad, y que las instituciones gubernamentales, no son capaces de
solucionar el menor de los problemas, viviendo en un mundo de desesperanza.
Enquistándose
en la conducción del estado, una pequeña burguesía corrupta que vive de la
pobreza de su pueblo y que no está para solucionar las vicisitudes por la que atraviesa
la mayoría de la población.
Esa
pequeña burguesía, busca en Santo Domingo, los sectores que al igual que ellos,
se preocupan por sus beneficios personales y por su incapacidad operativa,
pretende solucionar los problemas de su comunidad, en base al poco desarrollo
social realizado por el trabajo de la burguesía dominicana.
Con
su actitud, reviven las heridas viejas dejadas por guerras pasadas y a través
de ellas pretenden culpar a los dominicanos de sus infortunios.
Esta
distorsión parece que ha penetrado en el pensamiento de las masas populares del
vecino país, sin haber un sector socialmente organizado que logre establecer la
realidad existencial de las dos naciones
Esa
falta de entendimiento entre grupos, lo cual se dificulta por la carencia de
instituciones de avanzadas fuertes como antes en las dos republicas, ha comenzado
a crear conflictos sociales, donde priman los criterios nacionales y los
beneficios privados, en lugar de un entendimiento racional basado en el
desarrollo particular de las dos naciones.
Esta
situación, se torna peligrosa entre los dos pueblos y solo podrá tener salida
justa, si los grupos de avanzadas de las dos naciones, se desarrollan y logran
de manera separada hacer que sus pueblos progresen y aúnen esfuerzos para producir
riquezas comunes para los habitantes de las dos pueblos empobrecidos, uno más
que otro.
14 de junio de 2015. SANTO DOMINGO
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