9 de marzo de 2015 -
COTUÍ, República Dominicana.-Cindy es de Cotuí, y desde su trabajo como conductora de un gredar en Barrick Pueblo Viejo, demuestra que las mujeres han roto los esquemas al no solo asumir funciones como éstas, sino ser de las mejores.
Cindy Acosta nunca estuvo familiarizada con equipos pesados, nadie le habló de éstos como una opción laboral hasta que fue seleccionada para trabajar en Barrick Pueblo Viejo como conductora de un camión 789 de Caterpillar, con una capacidad de transportar hasta 200 toneladas de material de roca dentro de la mina. No dudó en aceptar.
“Al principio pensé que era algo muy forzoso, pero cuando me entrenaron supe que era capaz y ahora me fascina trabajar en greda, allí es difícil aburrirse”, precisa.
Para esta joven madre de Cotuí cualquier cosa es posible, sin importar el género. No existen estereotipos que le impidan alcanzar sus sueños, desarrollarse profesionalmente y “llevar a su familia hacia delante”.
“Las mujeres tenemos la capacidad de hacer cualquier tipo de trabajo sin limitaciones. Hacer todo lo que hago no es más difícil por mi género, las mujeres tenemos la capacidad de hacer cualquier tipo de trabajo y adicional a eso llevar bien una familia”, agrega.
“Al principio pensé que era algo muy forzoso, pero cuando me entrenaron supe que era capaz y ahora me fascina trabajar en greda, allí es difícil aburrirse”
Cindy no solo ha superado las barreras sociales que limitan los oficios y carreras en los que se desempeñan las mujeres, sino que también ha mostrado un desempeño tan positivo que le valió su promoción a conductora de camiones gredas, un puesto más demandante y especializado.
Ella entró a Barrick Pueblo Viejo en el 2011, era bachiller y trabajaba en un supermercado. Desde entonces ha mantenido un gran entusiasmo en capacitarse y desarrollarse.
En la actualidad continúa estudiando para obtener su título universitario, además, aprovecha cada capacitación que le ofrecen en la mina, la cual le permite progresar y optar por posiciones superiores o en departamentos distintos. De manera paralela tiene un negocio de transporte el cual inició junto a su esposo. Tareas que lleva con entusiasmo vislumbrando un futuro donde no existen límites.
Dentro de la operación de Barrick Pueblo Viejo este tipo de oportunidades no son excepcionales, explican sus ejecutivos. Resaltan que la mujer dominicana ha encontrado allí el protagonismo y apertura en campos que por asociaciones a los estereotipos sociales no son consideradas.
“Ahora somos 12 mujeres en el área, cuando entré eran unas 7 conmigo. Junto a las demás personas que entramos en ese año participé en un entrenamiento de tres meses. Ahora espero seguir desarrollando mi carrera, quiero seguir aprendiendo más”, comenta Cindy.
Estudios publicados por instituciones nacionales sobre la situación de las mujeres dominicanas, han arrojado entre sus resultados que la mayoría continúa segregadas en oficios considerados adecuados para mujeres, de igual forma se le presentan escasas oportunidades en sectores en auge de la economía, realidad que se combate con la inserción de ambos sexos en campos laborales estereotipados.
Barrick Pueblo Viejo declaró que ha brindado apertura y protagonismo a las mujeres dominicanas, promoviendo su desarrollo productivo desde áreas estereotipadas como masculinas.
“En esta empresa que lleva apenas tres años operando de forma comercial en el país las mujeres han roto los esquemas y demuestran que no solo pueden asumir funciones como las de Cindy, sino que también pueden ser de las mejores”, indicó.
http://acento.com.do/2015/economia/8229231-soy-mujer-y-gustan-los-equipos-pesados/
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