sábado, 21 de noviembre de 2015

La brecha de la oposición / Felipe Ciprián

La brecha de la oposición

Por Felipe Ciprián. 20 de noviembre de 2015
¿Hay en los líderes opositores humildad suficiente como para saber que sin un paso de este tipo su participación en las elecciones puede dejar un elocuente testimonio de “lealtad a los principios” pero muy escasa ganancia política?
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Felipe Ciprián

Es licenciado en Ciencias de la Comunicación Social y como periodista fue jefe de redacción de El Caribe, del diario Hoy y de Listín Diario, en los que además se desempeñó como editorialista y columnista.
-A Máximo Gómez, en el 179 aniversario de su natalicio-
Pese a todos los escándalos de corrupción e impunidad que compiten en el país con inusitada frecuencia, la llamada oposición aun dista mucho de poner en peligro la reelección del presidente Danilo Medina.
Siempre he sostenido que la reelección puede ser derrotada en mayo de 2016 de la misma forma que un terreno de monte virgen puede ser talado, quemado, destoconado y arado.
En ambos casos se necesitan hombres y mujeres con capacidad, fuerza, organización, experiencia y valor para emprender los trabajos necesarios para cumplir su meta.
¡Esos son los grandes ausentes en esta coyuntura política!
La oposición se ha quedado haciendo el papel de cotorra que está descubriendo el encanto de hablar, pero de ahí no pasa.
Mientras pueblos y barrios luchan cada día para que las autoridades resuelvan los problemas de falta de agua potable, apagones, dengue, caminos, calles y carreteras en mal estado, deudas que el gobierno no paga, repudio a la corrupción, entre otros, los partidos opositores se contentan con denunciar y quedarse separados de las masas que están haciendo reclamos populares masivos.
Con las luchas diarias de la gente el candidato-presidente Danilo Medina puede mermar su respaldo electoral, pero no necesariamente lo suma la oposición que se cruza de brazos y de piernas. Hay una gran diferencia entre el hecho cierto de que el otro pierda y usted gane porque en medio está la posibilidad de que el primero pierda y el segundo no gane. Eso debe estar pasando aquí y ahora.
Por más que se insista con esta crítica a la oposición, la inercia persiste.
La brecha…
No obstante, hay una brecha que tal vez la oposición pudiera aprovechar sin necesidad de renunciar a su sempiterna atomización, que parece ser la hija de la debilidad, más que de diferencias ideológicas reales. Me refiero a la posibilidad de pactar abajo y competir arriba.
Es más que evidente que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) como maquinaria va a tratar de que Danilo Medina continúe en el poder mediante la reelección presidencial en mayo de 2016, pero hay indicios serios de que las posiciones legislativas y municipales que hoy se presentan también a la reelección pueden ser boicoteadas por bases peledeístas de uno y otro bando.
Figuro a leonelistas firmes votando por Danilo para seguir en la Presidencia y por sus propios parciales para el Congreso y los cabildos, pero no así por los legisladores que habilitaron la reforma constitucional que posibilitó la reelección que sepultó a su líder.
Aparte de eso, hay enconos históricos que serán insuperables en las bases peledeístas y perredeístas para hacer campaña y votar por candidatos que tradicionalmente han sido adversarios.
Es difícil doblar en “U” en una autopista donde se llevan horas corriendo en un sentido a gran velocidad aunque lo determine el mejor conductor de autos o de trenes. Ahí puede haber un accidente peligroso.
Esas dificultades “abajo” crean una oportunidad para la oposición que incluso conviene al país si queremos mejorar el sistema de representación casi democrático.
Si los partidos PRM, Alianza País, Frente Amplio, Alianza por la Democracia, entre otros con sus aliados tuvieran en cuenta el interés nacional, pactaran candidaturas legislativas y municipales comunes en todo el país aunque no logren la candidatura común opositora para la Presidencia de la República.
No veo otra respuesta opositora al pacto reeleccionista “de arriba abajo” del PLD, PRD y eventualmente del Partido Reformista.
Tengo el convencimiento de que un pacto opositor de esta naturaleza, desplegado con entusiasmo, sin sectarismo, aportando todos a la causa común, puede modificar el tétrico cuadro que se observa hoy en el Congreso y en la mayoría de los ayuntamientos.
El método para la selección inicial de los candidatos comunes puede ser la encuesta por provincias y municipios, para luego escoger los postulantes por primarias abiertas y convenciones.
Si la oposición se adueñara de una iniciativa de este tipo no solo tendría posibilidades reales de mejorar la composición del Congreso y los cabildos desde agosto de 2016, sino que ante una eventual segunda vuelta presidencial, tendría mucho mejores condiciones para plantar cara a la reelección con un ejercicio previo de unidad.
¿Hay en los líderes opositores humildad suficiente como para saber que sin un paso de este tipo su participación en las elecciones puede dejar un elocuente testimonio de “lealtad a los principios” pero muy escasa ganancia política?
El pueblo dominicano está esperando una señal elocuente de desprendimiento para romper el círculo vicioso del clientelismo, el caudillismo, el abandono de los principios y la corrupción como forma de perpetuarse en el poder.
Falta un ejemplo de unidad y sacudimiento popular para ver a este pueblo “indómito y bravo” salir a defender la decencia, la ética y su derecho a progresar sin lamber a políticos mediocres lo que dejan caer de sus bembas insaciables.
http://acento.com.do/2015/opinion/8301406-la-brecha-de-la-oposicion/

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