Tras una semana de severas caídas en los mercados bursátiles y justo cuando se multiplicaban las voces críticas sobre su actuación en este contratiempo estival, las autoridades chinas dieron este martes un golpe de mano con una nueva rebaja de los tipos de interés y una reducción del coeficiente de caja de los bancos. Con esta doble medida, el banco central trata de frenar la sangría en los parqués —ayer el principal índice del país volvió a caer un 7%— y da un espaldarazo al crecimiento de su economía, puesto en entredicho desde amplios sectores. Las Bolsas europeas aplaudieron la decisión y las estadounidenses lo hicieron hasta media sesión, cuando llevadas por la desconfianza que reina en el parqué este verano se dieron la vuelta y cerraron en negativo.
Pekín asumió esta martes el papel protagonista que los inversores le exigían desde hace días. Por quinta vez en nueve meses, el Banco Popular de China rebajó los tipos de interés —en esta ocasión en 25 puntos básicos— y redujo en medio punto porcentual el coeficiente de caja de los bancos (la proporción de sus activos que deben mantener en líquido) para reactivar su mermada economía e inyectar liquidez en el sector financiero. Esta doble medida es interpretada como una respuesta contra la mayor caída en los mercados de valores del gigante asiático en casi dos décadas.
“Con el crecimiento económico chino aún presionado a la baja y la volatilidad en los mercados financieros globales debemos usar las herramientas de política monetaria con mayor flexibilidad”, señaló la entidad en una escueta nota explicativa en la que, pese a su habitual laconismo, admitió de soslayo dos hechos irrefutables: la ralentización de su economía mundial y el impacto de este frenazo sobre los mercados globales, que vivieron este martes un lunes negro.
La rebaja de los tipos de interés, anunciada a mediodía hora peninsular española, cuando las Bolsas chinas ya estaban cerradas, disparó la cotización de los mercados europeos, que ya habían empezado la jornada con importantes subidas. También lo hacían estadounidenses, pero dos horas antes del cierre, llevadas por una mezcla de la desconfianza reinante este verano en las Bolsas y la falta de liquidez propia de estos días, se dieron la vuelta y devolvieron al parqué la volatilidad.
El Ibex español subió un 3,68% y recuperó parte del terreno perdido el día anterior. Pese a este repunte, pierde más de un 7% en las últimas cinco sesiones. El resto de grandes índices europeos también rebotaron con fuerza: el DAX alemán ganó un 4,97%, el CAC francés se apuntó un 4,14% y el Ftse británico avanzó un 3,09%. Al otro lado del Atlántico, el Dow Jones subía un 1,6% a dos horas del cierre, pero se desinfló en la recta final y cerró con un descenso del 1,29 %. El Bovespa brasileño repuntó un 0,47%.
“Esta medida, junto con la devaluación del yuan debería contener la corriente negativa en los mercados financieros chinos”, sostiene Stephen S. Roach, expresidente de Morgan Stanley para Asia y uno de los mayores especialistas en China. “También ayudarán a estabilizar su crecimiento en el entorno del 6% o 7%”, añade por correo electrónico. Algo menos optimista sobre la efectividad de las medidas adoptadas este martes se muestra Mark Williams, economista jefe para Asia de Capital Economics. “Un rebote en las Bolsas es incierto, pero incluso si no es suficiente para llevar a los inversores de vuelta a China, la clave ahora mismo está en dar soporte a la economía real”. Williams subraya, además, la importancia de “un fuerte impulso” de la economía del gigante asiático para restaurar la confianza perdida en las autoridades.
Desplome “exagerado”
La resaca del duro golpe encajado el lunes por los mercados de valores mundiales provocó este martes una cascada de reacciones. Una de las firmas más taxativas en su análisis fue Blackrock, la mayor empresa de gestión de activos del mundo, que dio por zanjada la senda bajista. “Los inversores pueden estar exagerando la exposición europea a China”, explicó su estratega jefe global en una nota. En esta misma línea, Bank of America Merrill Lynch, uno de los mayores bancos de inversión del mundo, señaló en un informe dirigido a clientes que las Bolsas del Viejo Continente han “sobrerreaccionado” en las últimas jornadas. “Incluso si el crecimiento chino fuese la mitad de lo esperado, el impacto sobre el PIB de la eurozona solo sería del 0,4%”, cierra. http://economia.elpais.com/economia/2015/08/25/actualidad/1440486550_495141.html
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