jueves, 27 de agosto de 2015

Ante una riesgosa posición de la oposición | Por César Pérez

Ante una riesgosa posición de la oposición

Por César Pérez. 26 de agosto de 2015 - 12:09 am -  1
Insisto en que la unidad alrededor de una candidatura presidencial y de varias candidaturas congresuales y municipales comunes es la mejor vía para evitar el paso del candidato de la indignidad
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César Pérez

Sociólogo, municipalista y profesor de sociología urbana. Autor de libros, ensayos y artículos en diversos medios nacionales y extranjeros sobre movimientos sociales, urbanismo, desarrollo y poder local. Miembro de varias instituciones nacionales y extranjeras, ex director del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y ex dirigente del desaparecido Partido Comunista Dominicano, PCD.
Las coyunturas como la presente, de un poder centralizador y abusador, provocan un generalizado sentimiento de unidad inicialmente instintivo que deviene más racional al discutirse la forma de cómo llegar a ella. Debilitadas las justificaciones y a veces las reticencias para establecer unidad con determinados sectores para enfrentar la inevitable próxima fecha electoral, aparece ahora una peligrosa diferencia sobre los tiempos en que eventualmente esta se haría con esos sectores.
Toda política unitaria responsable implica valoración de las condiciones en que se haría la unidad y de los sectores con quienes se tejería. Eso requiere tiempo, discusión y consultas intra y extra grupal. Sin embargo, el significado del tiempo para las direcciones partidarias o grupales no es igual al de la población no orgánicamente militante, la cual es la receptora clave del mensaje de unidad y a la que hay que movilizar para el éxito de cualquier táctica política.
Incluso, en el caso de que se llegue a acuerdo sobre una candidatura presidencial la presentación unitaria de candidaturas locales y congresuales comunes sería lo deseable.
Algunos hablan de unidad en una segunda vuelta, pero esa segunda oportunidad difícilmente se presentaría si a ella se asiste con el pasivo que representa una incapacidad de integración de la población a la política, a la que se le suma el incuestionable activo que representan las ventajas del candidato a vencer, debido al uso de la prácticamente totalidad de los recursos materiales disponibles para competir en este desigual torneo electoral,
La dispersión de la intención de votos o la sumatoria de esa dispersión, en nada contribuye a disminuir la intención de voto para el candidato percibido como ganador, todo lo contrario, fortalecería esa percepción. Esta es una elemental regla del comportamiento electoral de la gente. En tal sentido, restar voto a ese candidato dividiendo el voto opositor es un sinsentido matemático, político y electoral. De por sí, la suma de los votos de la oposición que resultaren de la unidad de sus siglas no potencializa sus posibilidades, pero, lo que sí potencializa es la subjetividad, el entusiasmo en la población que provoca el sentimiento de que se es más porque se está unido.
Hay que hacer conciencia del grado de inmovilismo y de repliegue a los espacios privados que existe en la sociedad dominicana, romper ese lastre requiere consistencia, ilusión e imaginación política que no pueden estar sujetas a los cálculos futuristas de las tácticas particulares de los partidos, sino a la urgencia o subjetividad de la población demandante de unidad, a la cual sólo propuestas claras y formas viables de articulación, podrían concitar su interés de participación activa en la presente coyuntura política.
De persistir en la riesgosa posición de que cada quien vaya por su lado a las elecciones, podría intentarse un proceso unitario de escogencia de candidaturas municipales y congresuales de toda la oposición, de personas representativas de sectores sociales, productivos e intelectuales de reconocida solvencia. Explorar la posibilidad de que en determinadas localidades las candidaturas sean unitarias para restar votos y elegidos al bloque de la indignidad, al tiempo de abonar las condiciones para una unidad con posibilidades en una eventual segunda oportunidad.
Incluso, en el caso de que se llegue a acuerdo sobre una candidatura presidencial la presentación unitaria de candidaturas locales y congresuales comunes sería lo deseable. Creo que es sumamente difícil lograr la incorporación de vastos sectores de la población solamente con un listado de intenciones presentadas como programa. Este podría ser muy útil, pero sería insuficiente, dado el nivel de desencanto y de ausentismo de la política que es ostensible en mucha gente.
En otros país, la confección de listas electorales con una buena cantidad de figuras independiente ha sido la clave para el éxito electoral. No es la única forma de tenerla, pero es perfectamente factible que aquí se intentese. No basta con decir o intentar insertarse en las protestas que a diario se escenifican el país, para que estas tengan resultados tangibles deben canalizarse políticamente y los procesos electorales ofrecen esa oportunidad.
Insisto en que la unidad alrededor de una candidatura presidencial y de varias candidaturas congresuales y municipales comunes es la mejor vía para evitar el paso del candidato de la indignidad, pero sin imaginación y flexibilidad  política es difícil lograr este objetivo porque así como el 12, para muchos, condicionaba el 16, el 16 podría ser la antesala del 20… http://acento.com.do/2015/opinion/8278463-ante-una-riesgosa-posicion-de-la-oposicion/

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