sábado, 20 de junio de 2015

En Boca de Cachón viven en una jaula de oro con el hambre a cuestas

Por 
o.mejia[@]hoy.com.do |18 junio, 2015
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Una vista área del poblado nuevo inaugurado en abril del pasado año, pero aún faltan algunos complementos.
Boca de Cahón, Jimaní, Independencia.- La desesperación arropa a los residentes en esta comunidad. Sin medios de producción, agua potable y escaza energía eléctrica, hombres y mujeres arañan para poder sobrevivir.
Cerca de la 1:00 de la tarde del pasado martes en varios hogares de este poblado del suroeste aún no había almuerzo y sus esperanzas de obtenerlo eran pocas.
Boca de Cachón es una comunidad físicamente muy bonita, pero con su gente anhelando una tierra prometida para sembrar alimentos y criar animales para su sustento.
Con la crecida del lago Enriquillo, cuyas aguas saladas anegó sus predios y casas, 574 familias fueron trasladadas a seis kilómetros a un nuevo poblado con viviendas modestas, escuelas, hospital, hogar de infantes y de ancianos. Sin embargo, 14 meses después sus residentes aún esperan por las tierras para producir.
Ya el proyecto agrícola tiene tierras aradas y el sistema de regadío listo, sin embargo por una deuda con las empresas que hicieron el trabajo, aún no arranca la iniciativa.
“Aquí hay hombres que se levantan y no saben que van a dar a sus hijos”, expresa con lamento Julián Encarnación.
¿De qué viven? Sin industrias y pocos empleos públicos, algunos residentes se dedican hacer carbón de manera ilegal, al transporte o a trabajar en pequeños predios agrícolas, diezmados por la sequía.
La pesca, sobre todo de jaibas, que con la crecida del lago parecía prometedora, también prácticamente ha desaparecido.
Mónica Florián, una empleada pública, justifica que algunos corten árboles para hacer carbón y venderlo para sobrevivir. “Es que el desempleo está acabando”, dice. Sin embargo, señala, que muchas veces autoridades ambientales incautan el carbón y entonces la gente se queda con deudas en el colmado.
Para palear la situación, cada 15 días el Plan Social de la Presidencia entrega una ración alimenticia por familia que resulta insuficiente. Aunque la agradecen estos hombres y mujeres prefieren medios para trabajar.
“Todo el mundo quiere autoabastecerse por sí mismo; los hombres y mujeres de este pueblo trabajan, pero en estos momentos no estamos haciendo nada”, expresa Roberto Cuevas Florián, un transportista, cuyo empleo también ha mermado por la poca actividad económica.
Relata que se han reunido en varias ocasiones con autoridades del Gobierno para que agilicen la entrega del proyecto agrario.
“El momento es difícil porque nos trajeron a un nuevo poblado sin nada, no tenemos fuente de empleos, empresas donde uno sustentarse”, expresa indignado.
Cuevas señala que el pueblo está inquieto y prevé realizar protestas si no resuelven sus urgentes problemas.
El agua. Al fuerte desempleo se suma la deficiencia del suministro de agua potable que de manera muy escasa llega a las tuberías cada semana.
El Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (Inapa) ha explicado que trabaja en la excavación de pozos para conectar a la población, ya que las fuentes de abastecimiento más cercanas al poblado resultan insuficientes.
Camiones cisternas reparten el líquido con cierta frecuencia para mitigar la escasez.
La energía. En principio los residentes de Boca de Cachón contaba con un servicio energético de 24 horas corrido, pero ahora en ocasiones es a la inversa, pese a que cuentan con un sistema de tarifa prepagada.
Otras carencias. El poblado sufre de otras carencias como son la falta de equipamiento de algunas instituciones tal es el caso del centro comunal, el asilo de ancianos, el área de informática del liceo y equipos para el politécnico.
Además, la carretera Boca de Chacón-Jimaní está en muy mala condiciones, por lo que los usuarios deben transitarla a baja velocidad, situación que es aprovechada por delincuentes para cometer asaltos, según denunciaron los residentes.
La reparación de la vía había sido iniciado para hace unos días se paralizó y los equipos fueron retirados de la vía.
El pueblo viejo. Otro drama pendiente de solución es el de 12 familias que aún quedan en el antiguo poblado de Boca Cachón porque no fueron reubicadas.
En los últimos días, algunas casas han sido incendiadas con muebles dentro y cerdos en crianza en el patio.
La última víctima fue Antonio Novas, un señor de 70 años, cuya humilde vivienda fue incendiada.
“Esto es un crimen, eso lo ve Dios y tiene que dar castigo”, exclama Eva Novas, hermana de Antonio.
Otros que también ha perdido sus casas son Ana Cuevas, Jorge Pérez y Félix Cuevas, quienes narran amargamente que han tenido que arrimarse donde familiares en condiciones precarias.
“La familia mía me dan un chin de comida”, dice Ana, llorosa, quien junto a seis hijos duerme en el piso de la casa materna, ubicada en el nuevo poblado.
Los afectados atribuyen los incendios a militares encargados de cuidar los terrenos para evitar nuevas ocupaciones.
Algunos residentes en el nuevo poblado en las noches pernoctan en las viviendas que quedan en pie, aferrándose a sus tierras.
Una buena intención, pero.. Luego de años de angustias al ver sus tierras sumergirse bajo el lago Enriquillo y la falta de ayuda estatal, los residentes de Boca Cachón valoran la iniciativa del presidente Danilo Medina de disponer su traslado a un mejor lugar.
Sin embargo, se quejan que la obra no se haya completado, por ineficiencias que han llevado angustias a la gente de este humilde pueblo fronterizo.
El lago se está recogiendo, por sequía
A partir de las tormentas Noel y Olga, ocurridas a finales del 2007, el lago Enriquillo inició un incremento sostenido, arropando tierras agrícolas y ganaderas, fenómeno que aún estudian técnicos dominicanos y de diversos países.
Sin embargo, en los últimos meses el lago ha empezado a dejar las tierras inundadas lo cual es visible tanto en la parte norte, por la provincia Baoruco, como en la zona sur de la provincia Independencia, donde los estragos fueron mayor.
Desde la carretera por la ruta de Independencia son notorias las huellas de la salinidad de las tierras que el lago ha ido liberando.
También algunos troncos de árboles quemados y que estaban sumergidos, ya están más en la superficie.
Sin embargo, esos terrenos no podrán ser usados en actividades agrícolas durante un largo tiempo debido a su alto contenido de sal.
De hecho, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales decidió que aún el lago se retire, los terrenos inundados serán convertido en un área verde, o especie de zona de amortiguamiento para evitar que puedan ser ocupado nueva vez y que la tragedia se repita, si el fenómeno resurge.
En el entorno del lago, existían una fuerte producción ganadera, así como pequeños y medianos cultivos de diversos rubros agrícolas y crianza de chivos y cerdos.
Muchas familias tenían su alimentación garantizada y los productores su medio de sustento e ingreso.
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