El edificio de la Reserva Federal en Washington Andrew Harnik/Associated Press
WASHINGTON (EFE Dow Jones)--La Reserva Federal hizo mención el miércoles de los progresos en el mercado laboral estadounidense, una señal de que sigue dispuesta a subir las tasas de interés a partir de septiembre de este año.
Al mismo tiempo, el banco central hizo referencia a la preocupación sobre la baja inflación que está generando cautela entre sus miembros y podría convencerles para retrasar la subida de las tasas.
La Fed concluyó el miércoles su encuentro de dos días sobre política monetaria con la decisión de mantener intactas las tasas de interés de referencia cerca del 0% y convocó al Comité Federal del Mercado Abierto para una potencialmente difícil reunión los próximos 16 y 17 de septiembre.
La presidenta de la institución, Janet Yellen, ya anunció que el banco central preveía subir las tasas de interés este año. La Fed tiene tres reuniones programadas para el resto del año en las que podría actuar y la de septiembre es la primera de ellas. El comunicado del miércoles sobre el último encuentro no envió ninguna señal explícita sobre el momento en que se producirá el alza, lo que da a la Reserva Federal la opción de actuar en septiembre, aunque no el compromiso de hacerlo.
Crucial para la lógica de la Fed es la percepción de los progresos que logra en su “mandato dual” de alcanzar el pleno empleo y de acelerar la inflación hasta cerca del 2%.
El banco central ha anunciado que subirá las tasas de interés cuando haya visto una mejora en el mercado laboral y esté “razonablemente confiado” en que la inflación está en la senda de regresar al 2%.
La tasa de desempleo ha descendido desde el 10% en 2009 al 5,3% en julio, mientras que la tasa de inflación de la Fed sigue por debajo del 2%, que la Fed tiene como referencia, desde hace más de tres años. Si bien los progresos en el ámbito laboral animan al banco central a actuar, el persistente fracaso a la hora de cumplir el objetivo de inflación le hace dudar.
En el comunicado del miércoles, la entidad mencionó los “sólidos avances en el empleo” y el descenso del desempleo. Las palabras suponen una mejora desde el comunicado de junio, cuando el banco central sólo dijo que los avances en el empleo habían repuntado. La Fed también modificó ligeramente su evaluación del exceso de oferta de mano de obra en el mercado laboral y afirmó que la infrautilización de recursos en el mercado laboral había disminuido.
El nuevo comunicado incluyó otra pequeña pista de que los miembros del banco central ven más cerca el objetivo de pleno empleo. Durante meses han dicho que querían ver una “mejora adicional en el mercado laboral” antes de estar convencidos de que es el momento de incrementar las tasas. En la declaración del miércoles dijeron que quieren ver “cierta” mejora adicional, sugiriendo que ven más cerca el umbral en el frente laboral para actuar.
Como en otras ocasiones, la Fed dijo que la economía ha estado creciendo moderadamente y citó el aumento del gasto de los consumidores y de la inversión inmobiliaria.
Sin embargo, dijeron que la inflación siguió por debajo del objetivo del 2% de la Fed y señalaron que siguen vigilando de cerca la evolución de los precios, señal de cierta inquietud por su bajo nivel.
Las tasas de interés de la Reserva Federal han estado cerca de cero desde diciembre de 2008.
Esa decisión busca espolear la actividad económica animando a los hogares y a las empresas a pedir dinero prestado, gastar e invertir. El temor de la Fed es que se podría formar otra burbuja como la del mercado inmobiliario que lastró a la economía durante la recesión entre 2007 y 2009.
La marcha económica internacional también pesa en los miembros del banco central. La desaceleración del crecimiento en China y otros mercados emergentes está presionando a la baja el precio de las materias primas y los bienes manufacturados importados a Estados Unidos.
Los miembros de la Fed han calificado esa situación de transitoria. En su comunicado de junio, apuntaron que los precios de la energía se habían estabilizado, señal de que creían que esta fuente de presión bajista para la inflación había disminuido. En el comunicado del miércoles usaron la referencia de precios de la energía estables, en alusión a la caída de los precios del crudo que se ha materializado en las últimas semanas.
Los miembros del banco central votaron por unanimidad a favor de la decisión, algo que ya ha sucedido por quinta reunión consecutiva.
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