“Los tribunales tienen en sus manos el reto de hacer creíble la Ley de Quiebra”
Jacqueline Mora Báez, economista y directora ejecutiva de la firma consultora ANALYTICA.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Ley de Reestructuración y Liquidación de Empresas y Personas Físicas Comerciantes que aprobó recientemente la Cámara de Diputados -más conocida como “Ley de Quiebra”- ha sido acogida con beneplácito, como un paso de avance, por los sectores empresariales y comerciales del país.
La legislación tiene por finalidad facilitar la reestructuración o recuperación de las entidades productivas en aprietos financieros, con miras a proteger a sus acreedores y evitar el colapso temporal o definitivo de sus operaciones.
Jacqueline Mora, directora ejecutiva de la firma de asesorías ANALYTICA, señala que la ley viene a llenar un importante “vacío” en este ámbito, al tiempo que mejora sustancialmente el clima de negocios e inversión en la República Dominicana.
Según el más reciente Índice de Competitividad Global del Banco Mundial (Doing Business 2015), en el tema de reestructuración mercantil es justamente donde la economía dominicana obtiene las peores calificaciones al momento de determinar sus handicaps competitivos más cruciales.
Otro aspecto de la legislación que pone de relieve la economista es que procura no solo facilitar un proceso “que siempre es doloroso” para todas las partes involucradas, sino ante todo “evitar la quiebra” de las empresas que generan crecimiento y empleo.
Pero su implementación como un mecanismo plenamente eficaz y confiable, tanto para empresarios como para acreedores y empleados, constituye sin duda el gran reto que tienen las estructuras judiciales facultadas por esta relevante ley para el conocimiento de los casos, apuntó la economista en esta entrevista con el periódico Acento.
¿Qué va a cambiar en la República Dominicana con la Ley de Quiebra?
La gran ventaja de la aprobación de esta ley, a grandes rasgos, es que existe por fin un marco legal organizado para los procesos de cómo manejar crisis económicas dentro de las empresas. O sea, empresas que están pasando por dificultades financieras, hoy en día de manera muy informal negocian con cada uno de sus acreedores, muchos de ellos lo que hacen es que se acogen simplemente al proceso de quiebra, y en eso no fluye la información igual para todos los acreedores. Entonces, el acreedor que tiene más información hoy, que sabe que ya tú estás en mala situación, puede ser capaz de recuperar una inversión, de recuperar su dinero mucho más fácil que aquel que está más lejano, por ejemplo un suplidor externo. Muchas veces también las empresas se ven sometidas a una serie de demandas, a una serie de problemas porque no existe un procedimiento formal de cómo lidiar con esta situación. Entonces, lo primero que hace esta ley es que viene a poner un marco para regular la situación de dificultad financiera, porque ya es algo muy normal en situaciones de emprendimiento, la crisis, los devenires económicos. Es una falla grave de un país no contar con un marco en el cuál las empresas sepan cómo acatar o cómo llevar a cabo un proceso de reestructuración mercantil o de reestructuración financiera.
¿Disponen los demás países de la región de esta legislación?
No todos los países de la región. Pero ciertamente es uno de las grandes desventajas que como país teníamos cuando nos evaluaban, digamos, los inversionistas extranjeros. Por ejemplo, sabes que el país se ha enfocado mucho en lo que es el “Doing Business”, y digamos que en el que estábamos peor de todos era justo en que no existía un proceso de manejo de quiebra, peor que en energía. O sea, cuando nos valoraban dentro de todos los índices el que quedaba en peor situación era todo el tema de reestructuración mercantil.
¿Era de las desventajas que observaban los inversionistas ?
Obviamente. Inclusive es posible que haya inversionistas que decían ‘en un país donde no existe’ yo no pongo dinero. Y no solo inversionistas, sino empresas extranjeras que quisieran hacer negocios con la República Dominicana. O sea, no existía una forma legal de decir ‘esta empresa no me está pagando ¿A qué instancia yo voy para ir a unos acuerdos de negociación que estén amparados por un proceso estándar?’
¿Cuáles instancias o mecanismos estipula la ley para ventilar estos casos?
La Ley establece el tribunal para el tema de reestructuración, donde tanto el acreedor como el que debe puede ir a ese tribunal y decir ‘mire, yo creo que esta empresa tiene que acogerse a un proceso de reestructuración mercantil. Por ejemplo, el acreedor o la empresa si ve que está teniendo ya problemas para pago, él mismo puede ir y en ese momento entonces se detienen todos los temas legales o demandas que puede haber contra esa empresa. Se indica dónde están todos los acreedores, se sientan todos; entonces, existe un proceso de negociación colectivo, conjunto, donde lo que sale de ahí es beneficioso para todos. Segundo, establece cuáles son los entes que van a formar parte de este proceso de reestructuración. Tú vas a tener conciliadores, o sea un personaje que es el que va a conciliar entre el deudor y los acreedores. Tienes también el personal que va a ir y va a hacer el levantamiento para ver qué tan grave es la situación de la empresa, si efectivamente se puede acoger a un proceso como éste, porque no es por cualquier cosa que te vas a acoger. Establece como un acreedor a los empleados. O sea, cuando tú tienes ya dos meses que no pagas una nómina, bueno, un empleado puede ir al tribunal y decir ‘mira, esta gente tiene dos meses que no paga la nómina, vamos a someterlo a un proceso’. Durante ese proceso tú no tienes que parar tus operaciones. O sea, si estás muy crítico y a cada peso le estás perdiendo, pues las operaciones se paran, pero sino las operaciones siguen, quizás bajo otro tenor, pero sí para recuperar y poder ir a un proceso de negociación. Entonces, una de las cosas muy importantes es que, primero, los negocios se pueden hacer en un ambiente menos hostil. O sea, ya tú sabes que existe esta situación, que tú puedes hacer un proceso de negociación conjunta con todos los deudores. Lo segundo es que va a fluir más información entre los acreedores. Tercero, este proceso también te ayuda con el sistema financiero porque entonces tú no llegas a un proceso de deterioro con instituciones financieras, sino que estas instituciones pasan a ser parte de esos acreedores, y tú comienzas el proceso de reestructuración. Eso hace que tú no te deteriores, que no pierdas tu crédito para siempre, sino que puedas responder a tiempo, y obviamente también te mejora la capacidad de crédito en el tiempo y la capacidad de tú volver a comenzar nuevamente.
¿Hasta qué punto mejora esto la percepción sobre el clima de negocios?
Las relaciones internacionales mejoran como tú no te imaginas, porque ya cuando tú a una persona que te suple le dices ‘mira, ante cualquier situación aquí hay un proceso estándar formal, a ti te van a decir si yo no te puedo pagar’, entonces ya obviamente este suplidor no te exige fuertemente ‘bueno, tú me tienes que pagar cash’. O sea, mejora también la capacidad de hacer comercio internacional, y las empresas extranjeras que vienen acá, pues se van a sentir mejor, porque dicen ‘mira, yo voy a establecer negocios en República Dominicana, pero yo se que con la gente que yo establezca negocios en cualquier eventualidad, pues existe un mecanismo bajo el cual hay un proceso de negociación, me ampara la ley, etcétera. O sea, que es buenísimo para medianas empresas sobre todo.
Un rol decisivo es el de los tribunales que evaluarán si una empresa califica para acogerse al proceso…
Mira, yo creo que ese es uno de los retos más fuertes que tiene la ley. La ley establece unos tribunales, creo que van a empezar uno por provincia, y obviamente establece todos estos profesionales que tienen que surgir para los temas de verificación, de análisis, de conciliación, entonces obviamente para la implementación de la ley todavía hay un tramo que tenemos que recorrer. Ya tenemos una ley por lo menos; ahora tenemos que recorrer este tramo, porque como bien tú dices quién va a ser un verificador. Bueno, tú tienes que pasar por un proceso de establecer quién va a ser ese verificador. Los tribunales van a decir ‘esta persona es un verificador que está autorizado’, esos verificadores pueden entonces contratar lo que son asistentes; o sea, hay todo una mecánica que la establece la ley. Hay una parte pequeña que se deja para un reglamento. Pero yo creo, como tú dices: el gran reto de aquí en adelante, que lo tienen todas las leyes en República Dominicana -el primero es que se cumpla-, el segundo es ese proceso de implementación. Es bueno, porque eso va a requerir, va a incentivar la profesionalización en muchas áreas, y yo creo que cuando se dé el primer paso nosotros vamos a empezar a sentir la ley. O sea, cuando se lleve el primer caso a uno de estos tribunales, y cuando finalmente se llegue a un acuerdo entre los deudores, y se haga una manera buena y transparente. Aquí hay mucho reto, porque las empresas que estén involucradas generalmente, por ejemplo, van a cobrar sus honorarios en base a ese acuerdo que se llegue. Digamos que es un reto interesante, pero que también incentiva la profesionalización de muchas áreas, de financieros, economistas, contadores, negociadores. Entonces, como tú dices, yo creo que este es el reto más grande.
¿Cómo conciliar esto con el problema de credibilidad, de fragilidad institucional de la justicia dominicana?
Mira, el proyecto inicial partía de las Cámaras de Comercio, les daba el empoderamiento. Eso cambia en algún momento y la ley que se aprueba crea los tribunales. Es un reto, yo creo que estos tribunales van a tener en sus manos el rol de hacer creíble el proceso. O sea, como tú bien lo dices, yo creo que tienen un gran reto, y es de que a pesar de todo lo que pasa en el sistema de justicia, estos tribunales te vean como tribunales justos y profesionales y técnicos, que no se vean con una influencia política, una influencia judicial.
¿Puede incidir la legislación en el sector financiero?
Mira, el sistema financiero está muy regulado. Tú sabes que tiene toda una regulación que eso lo hace diferente a una tienda de comestibles, de ropa, etcétera. Pero aun así podría servir el mecanismo, definitivamente. Habría que ver porque en el caso del sistema financiero son tantos los deudores, porque son los ahorrantes, que teóricamente tu no vas a llevar a todos los depositantes a un proceso como este. Entonces habría que ver si en ese caso es más injerencia de la entidad, en este caso la Superintendencia y el BC y la JM. Entonces yo creo que el sistema financiero per se se seguiría manejando bajo lo que es la Ley Monetaria y Financiera. Quizás bancos más pequeños podrían llegar a un esquema como ese, o los que no están bajo la Ley Monetaria y Financiera, que son más las financieras que no captan, sino que lo que hacen es que buscan dinero prestado en un banco o buscan dinero directo de sus accionistas, que no están bajo el amparo de esa ley porque no captan del público. Bueno, ese tipo de instituciones entiendo que se van a acoger más a este proceso de ley de quiebra.
¿La reestructuración o liquidación de una empresa será un proceso ágil o muy duradero, de años?
Esa es una excelente pregunta. Aquí existía, pero no existía un proceso formal, no existía ninguna ley que amparara un proceso de negociación entre acreedores y deudores, el proceso formal de cómo se tenía que hacer; entonces es una ley que introduce muchísimos elementos. Antes había una forma expedita, que era quebrar, o negociar con quisiéramos negociar. Esta ley busca también que no todas las empresas tengan que quebrar, porque hay empresas, la mayoría, que cuando le comienza a ir mal las demandas y los litigios les quitan el foco principal de producir, y se para absolutamente todo, y tú pierdes empleo, directos e indirectos, porque a lo mejor esa empresa tiene muchísimos suplidores a los que ella no les debe pero que viven de ella. Entonces un elemento básico de esta ley es limitar los procesos de quiebra, limitar el proceso doloroso y el impacto económico que tienen las quiebras que son forzosas, los procesos legales mal llevados, porque aquí cualquiera te demanda y cualquiera te embarga. O sea, que el foco principal es estabilidad comercial, o sea, que haya un proceso que tú no tengas que cerrar. En Chile hay toda una discusión, se acaba de aprobar una reforma a esa ley de Reestructuración Mercantil, que ya existía, por los tiempos. O sea, desde que comenzaba un proceso hasta que cerraba te podría durar cuatro o cinco años, se acaba de introducir una mejora. En Estados Unidos los tiempos promedio son siete meses, ocho meses. Entonces, ese es uno de los puntos que por lo menos en los primeros cuatro o cinco años (de implementación) tenemos que estar monitoreando constantemente para que esto no se convierta como tú dices en un elefante blanco. Que ese proceso de negociación no sea desgastante, porque entonces va a comenzar a perder credibilidad, y entonces ni el acreedor ni el deudor van air hasta la instancia. Entonces yo creo que desde que llegue el primer caso yo creo va a ser un piloto, los dos o tres primeros casos.
Entonces el objetivo de la ley es más bien evitar que quiebre la empresa …
Sí, el rol principal es evitar la quiebra de las empresas. Yo siempre le digo a la gente: la quiebra es como un divorcio. En los divorcios sufre todo el mundo, y este es un proceso que va a mejorar las relaciones en la familia, de manera de evitar ese divorcio. O sea, no es a que el divorcio sea mejor, sino a evitarlo. Claro, si se divorcian, entonces también que sea mejor, que todo el mundo sienta que fue justo, que participamos de manera justa en el proceso y que se está sacando lo mejor que se pudo. http://acento.com.do/2015/economia/8271624-los-tribunales-tendran-la-responsabilidad-de-hacer-creible-la-ley-de-quiebra/
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