PANCARTA
La batahola de Martelly vs. el alboroto morado
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Cables de prensa informan que está peor la situación política en Haití, aunque ciertas voces minimizan la gravedad de la pírrica participación de la ciudadanía en las recientes elecciones.
Michel Martelly se atrinchera buscando aprovechar al máximo las repercusiones de la deportación de miles de haitianos desde territorio dominicano.
Con eso Martelly intenta relegar los reclamos sociales y los cuestionamientos a su gobierno.
Del este lado fronterizo, el alboroto morado sube el volumen mientras se espera ver al presidente Danilo Medina dar la cara ante Washington directamente por su intervencionismo aquí.
Medina le “entró” a los países del CARICOM durante su vehemente alocución, en La Habana, Cuba, despertando comentarios críticos, que la compararon con “coger piedras para los más chiquitos”.
Imaginar una proclama similar contra Estados Unidos es esperar lo que nunca vendrá. Dichos comentarios se extienden a otros litorales y agregan:
“Ahí está la diferencia entre los patriotas de 1965, y ciertos patrioteros del 2015”, con careta “dominicana” y todo, como la exhibida por un Senador.
El alboroto morado es también palaciego y “para ciego”.
Pretende que la población no vea el costo de la reforma constitucional. Tampoco verá las cifras en efectivo de la campaña reeleccionista, que costará según vaticinios “todo el dinero del mundo mas 20 pesos”.
La estridencia morada es para distraer y que no se vean encumbrados funcionarios y ministros que ya debieron ir a los tribunales (y no de paseo), cuyas prácticas consagran al actual gobierno en el liderato de la impunidad en toda nuestra historia.
En sus tres años, el gobierno registra muchas penas y espinas. ¿Puede exhibir glorias? ¿Cuáles?
“No tirar piedras hacia atrás” es la máxima que identifica la impunidad: tampoco la tiran hacia adelante, ni hacia los lados. Eso incentiva la corrupción como tal, fenómeno que sigue su agitado curso.
Este gobierno paga un dineral en dólares por el “lobbysmo” que supuestamente debe “cambiar” su imagen de cojeras en el extranjero, olvidando que “árbol que nació torcido”, ni el médico chino lo endereza.
A lo interno del país, no admiten el costo del “lobbysmo” para cacarear un supuesto porcentaje de simpatías. Hay mucha tela por donde cortar con esta temática. Ya veremos. http://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2015/08/18/384606/la-batahola-de-martelly-vs-el-alboroto-morado
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