La economía china está creciendo a menos velocidad.
A la economía china le pasa lo mismo que a muchos alumnos destacados en la escuela. Todos se han acostumbrado a que obtenga resultados perfectos. Y por eso, a la primera falla, le critican resultados que para otros serían motivo de orgullo.
Como se anunció en las últimas horas, el crecimiento económico de China se desaceleró a su punto más bajo en 24 años.
Luego de haber obtenido un crecimiento de 7,7% en 2013, el Producto Interno Bruto se expandió en 2014 en un 7,4%.
Una cifra que en casi cualquier otro país sería recibida como señal de una bonanza económica. Pero que, tratándose, de China ha despertado preocupación.
Pese a que la baja en el ritmo del crecimiento no es tan significativa, "lo que importa es el simbolismo", asegura Jon Sudworth, corresponsal de la BBC en China.
Es la primera vez en 15 años que la economía no crece al ritmo de los objetivos oficiales, que eran de 7,5%, agrega el corresponsal.
La razón de la preocupación parece más política que económica.
Pues muchos creen que las autoridades chinas necesitan mantener el crecimiento a una escala formidable para garantizar la estabilidad social en la nación más poblada del mundo.
Economía resistente
Con todo, la economía china superó las previsiones de los analistas de mercado, que no esperaban más del 7,2%.
Frederic Neumann, codirector de investigación económica de Asia en el banco HSBC, indicó que la economía china está resultando más resistente de lo que muchos esperaban.
"Pese a que el dato de crecimiento del último trimestre, de 7,3%, no es tan espectacular como en la década pasada, todavía está entre los mejores del mundo", le dijo a la BBC.
Más aún, hay quien piensa que la baja en la tasa de crecimiento fue, hasta cierto punto, el resultado de una política deliberada de China.
Para muchos expertos, el mercado inmobiliario es el mayor riesgo para la economía china, advierte Leisa Chi, reportera de la BBC en Singapur.
Luego de la crisis financiera global de 2008, el gobierno chino invirtió miles de millones de dólares en proyectos de infraestructura, buena parte de ellos financiados mediante préstamos a gobiernos locales, que ahora están enormemente endeudados.
"El mercado inmobiliario chino sufre de sobreoferta, lo que se puede evidenciar más claramente en las llamadas ciudades fantasma, llenas de edificios de oficinas y de vivienda totalmente desocupados", recuerda la reportera de la BBC.
Sin embargo, y es lo más desconcertante, los precios de la vivienda habían seguido subiendo en sitios como Shangai y Pekín, lo que llevó a temores de una burbuja inmobiliaria.
Por lo que el gobierno ha venido adoptando una serie de medidas que buscaban desinflar la posibilidad de esa burbuja, aunque contribuyeran también a que se desacelerase la economía.
¿El fin de la bonanza?
El modelo anterior, que depende bastante del gobierno invirtiendo enormes sumas en obras de infraestructura "no es sostenible", indica el corresponsal de la BBC Jon Sudworth.
La economía parece haber respondido a esas medidas para enfriar al sector inmbiliario.
La inversión en el mercado de vivienda de China cayó a su nivel de crecimiento más bajo en cinco años: en 2014 solo aumentó en 10,5%, apenas la mitad del crecimiento experimentado en 2013.
Mientras que se han recuperado el sector del comercio y la industria.
Alaistair Chan, de la firma Moody's Analytics, le dijo a la BBC que las cifras de producción muestran que la economía ha conseguido manejar bien su transición en medio de un mercado inmobiliario que se enfría.
El Fondo Monetario Internacional también recibió en tono positivo el crecimiento más lento de China.
El economista jefe de la entidad Olivier Blanchard, aseguró el martes que eso muestra que el gobierno chino busca rebalancear la economía.
Y del mismo modo, los mercados asiáticos reaccionaron positivamente a la información económica de China.
El índice de la bolsa de Shanghai aumentó en 1,8% el martes, mientras que Hong Kong aumentó 0,9%, según el índice Hang Seng.
Acto de equilibrismo
"La gran pregunta es cómo reaccionará China al ajuste de un nivel más moderado de crecimiento", indica el corresponsal Jon Sudworth.
"Algunos analistas advierten que China tiene un crucial acto de equilibrismo por delante, en el cual debe adoptar reformas esenciales pero mantiene una tasa mínima de crecimiento para mantener la estabilidad", dice la reportera de la BBC en Singapur, Leisa Chi.
En 2013 el primer ministro Li Keqiang aseguró en un discurso que el país necesitaba crecer al 7,2% para garantizar que se crearan suficientes empleos y el desempleo se mantuviera bajo en las ciudades", dice Leisa Chi.
Muchos países estarían muy complacidos con un crecimiento de 7%.
Pero China es el único país en albergar a una cuarta parte de la población mundial. Y por eso, para ellos, ese ritmo de crecimiento puede no ser suficiente.
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