20 de enero de 2015
"Cuando llegaron al camposanto, se llevaron tremenda sorpresa, sus restos habían sido sacados del nicho en que se encontraban y tirados a una fosa común, por atraso en el pago del nicho, según palabras de los entonces encargados"
Una colaboración especial de Andrés Acevedo, de Santiago de los Caballeros.
No más injusticia contra Juan Ramón Payero Ulloa, héroe de Abril de 1965 y mártir de Playa Caracoles
SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, República Dominicana.-El país no anda bien. Para mejorar un poco el desorden en que se encuentra, es necesaria una reingeniería en lo que concierne a los aspectos históricos, morales y educativos de la sociedad dominicana. Se ha perdido la cordura, el respeto a todos los niveles.
La educación recibida por los estudiantes es cuestionable, la calidad de los textos escolares resulta insuficiente. También es evidente la poca vocación del maestro hacia tan bella carrera como lo es el magisterio.
Los jóvenes de hoy, en su mayoría, no muestran interés por los estudios ni en conocer el legado de sus antepasados. Les aterra la lectura, la cultura general, el análisis ponderado de los temas puntuales de nuestra nación, la racionalidad en el sentido amplio del término.
“…desaprensivos, entraron al parque que lleva su nombre, ubicado en el Ensanche Bermúdez, frente a la avenida de Circunvalación y le cortaron la cabeza al busto creado en su honor”
Viven inmersos en la fantasía, en el consumo sin importar consecuencias. Se sienten a gusto en lo banal, en lo mediático. Pernocta un mundo de burbujas generado por la publicidad, en ocasiones subliminales de los medios de comunicación nacionales y extranjeros.
Todo esto, créalo o no, distrae, obnubila, enajena, mantiene en un limbo a nuestros jóvenes y adultos, en un ambiente distante de la realidad. Hago estas acotaciones para decirles que por estar inmerso en ese mundo virtual, de alienantes espejismos, pasan desapercibidos hechos que ameritan serias reflexiones, como lo que le contaré a continuación.
El miércoles 19 de diciembre del año 2012, el Ayuntamiento Municipal de Santiago de los Caballeros, levantó frente al Hotel Matum, un monumento en recordación al 47 aniversario de la batalla que se escenificó en ese lugar y donde perdió la vida el coronel Juan María Lora Fernández.
Mientras la multitud integrada por personalidades civiles, militares y público en general esperaba la inauguración, llegaron muy molestos el combatiente constitucionalista Claudio Caamaño Deñó y su hijo Antonio Caamaño Vélez.
El enfado de ambos se debió de acuerdo me manifestó su hijo, a que se habían trasladado antes de empezar el acto al Cementerio Municipal El Ingenio, a depositar una ofrenda floral al héroe de abril y mártir de Playa Caracoles, Juan Ramón Payero Ulloa. Cuando llegaron al camposanto, se llevaron tremenda sorpresa, sus restos habían sido sacados del nicho en que se encontraban y tirados a una fosa común, por atraso en el pago del nicho, según palabras de los entonces encargados.
Recuerdo ver llorar de impotencia a Antonio Caamaño Vélez, quien me suministró una tarjeta con su número telefónico y nos encomendó al hoy regidor José Díaz Cabrera y a mí, que hiciéramos diligencias para recuperar sus restos de la fosa en que fueron lanzados.
Me dijo, recuerdo perfectamente, que el cráneo de Payero tenía el orificio de un tiro y que eso hacía fácil identificarlo.
Quiero aclarar, que no busco protagonismo de ninguna clase en este aspecto, pero sí realicé mi labor comunicando a amigos militantes de izquierda, a ex izquierdistas, a periodistas, a personas ligadas a luchas revolucionarias, sociales y comunitarias.
A tres años de cometida aquella herejía aún no he tenido respuesta. Pero sucedió, que poco tiempo después se cometió otra afrenta contra la imagen heroica de Juan Ramón Payero Ulloa, cuando desaprensivos, entraron al parque que lleva su nombre, ubicado en el Ensanche Bermúdez, frente a la avenida de Circunvalación y le cortaron la cabeza al busto creado en su honor.
La comunidad del Ensanche Bermúdez, donde nació Payero, que antes se caracterizaba por sus constantes luchas sociales y reivindicativas, se muestra indiferente a estos acontecimientos.
Lo triste del caso, es que casi frente al Parque Ramón Payero Ulloa, se construye un multiuso deportivo millonario, mientras el busto sigue decapitado.
Juan Ramón Payero Ulloa, nació en Santiago de los Caballeros, sector Ensanche Bermúdez, en el 1951.
Enfrentó con el fusil en las manos a la tropa interventora norteamericana en el año 1965. Luego acompañó al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, en el desembarco de Playa Caracoles, Azua, el 2 de febrero de 1973. Muere en combate, el 21 de marzo de 1973, en la loma El Mogote, Bonao.
Desde mi particular punto de vista, hay instituciones que debieran de poner más dedicación a lo que le compete, por ejemplo: Fundación Francisco Alberto Caamaño Deñó Filial Santiago, Efemérides Patrias y muchos organismos disfuncionales encargados de velar por la preservación de asuntos históricos y culturales del país.
Espero que el 24 de abril del 2015, cuando se conmemore el 50 Aniversario de la gesta patriótica que enfrentó con coraje el desembarco de la tropa Yanki a nuestra isla, no tenga que referirme de nuevo a este crimen perpetrado contra nuestro héroe y mártir Juan Ramón Payero Ulloa.
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