Waldo Suero
No me sorprendió que se anunciara el éxito de la mediación entre la AMD y el gobierno, un diez de noviembre, porque ese día nació Andrea Evangelina Rodríguez, primera médico dominicana y mártir de la clase médica dominicana, quien debe estar acompañando estos hitos de la lucha gremial de la clase médica.
Además de lograr el aumento salarial de un 25% y pensiones de un 100% de los salarios, para los miles de trabajadores del sector, la ex-presidenta de la AMD, Amarilis Herrera, anunció que estos aumentos beneficiaran a miles de familias dependientes de l@sbeneficiad@s.
La pasión que demuestra Waldo Suero por la causa de los médicos, es la que necesitamos las mujeres de este país en la lucha contra la violencia en todas sus vertientes, desde la prohibición del aborto terapéutico, hasta los feminicidios, amenazas, acoso, golpizas y mutilaciones, cuyas cifras dolorosamente nos colocan en uno de los tres lugares en la región como país más violento contra el sexo femenino.
Un solo discurso de Waldo, o una sola motivación al cuerpo médico nivel nacional, tendrían más impacto que todos los doctorados y licenciaturas en que cómodamente se refugian sectores de mujeres ya convencidas del flagelo, pero sin ganas de arremangarse las mangas.
Otra noticia que nos hizo feliz fue la declaración de Waldo de que ahora se ocuparán de las Aseguradoras de Seguro, denunciadas no solo por su negativa de afiliar nuevos médicos, sino por sus excesivas ganancias a costa de los pacientes. Las ARS solo les pagan un 33% de sus servicios a los médicos, mientras las demás ganancias pasan a su portafolio, para beneficio de quienes las administran.
En esa lucha, este ya legendario líder sindical contara con el apoyo de todos y todas los y las asegurados, en su defensa de pacientes y médicos, y con la admiración de un país que espera que todos los gremios se pronuncien contra la violencia a la mujer, en una nación llena de problemas para los sectores populares, que necesita urgentemente que los sindicatos luchen con el tesón y determinación de Waldo.
Aprovecho este artículo para solicitar que la clase médica, en medio de su celebración, honre a Evangelina solicitando una estación del nuevo Metro con su nombre, en el Este de Santo Domingo donde convive y trabaja un gran conglomerado laboral.
Felicitaciones a la ministra de salud, Altagracia Guzmán, quien como médico no necesitaba que la convencieran; a Gustavo Montalvo, como negociador la mejor arma secreta de gobierno; y al padre Jesús Castro Marte, rector de la Universidad Católica de Santo Domingo, quien parece arribar a la mediación laboral con una sensibilidad más cercana a los y las trabajadores dominicanos. http://elnacional.com.do/waldo-suero/
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