sábado, 19 de noviembre de 2016

Futuro sombrío: un creciente riesgo de disolución amenaza a la Unión Europea

Futuro sombrío: un creciente riesgo de disolución amenaza a la Unión Europea

El triunfo de Trump y el avance de los líderes populistas dejan al bloque ante una era de agitación sin precedente; la subsistencia del proyecto comunitario, en juego
LA NACION
SÁBADO 19 DE NOVIEMBRE DE 2016
May, Rajoy, Renzi, Obama, Hollande y Merkel, ayer, durante su encuentro en la cancillería alemana, en Berlín
May, Rajoy, Renzi, Obama, Hollande y Merkel, ayer, durante su encuentro en la cancillería alemana, en Berlín. Foto: Kevin Lamarque
663
MADRID.- En junio pasado, el Brexit sorprendió al magnate Donald Trump en Escocia, adonde había viajado a inaugurar un complejo turístico de su marca. Cuando lo consultaron por el caos que sacudía los mercados globales, sonrió: "Es grandioso. Si cae la libra, más gente podrá venir a mi campo de golf".
Por entonces, los líderes europeos se preguntaban qué era peor: si el desdén de un aspirante a la Casa Blanca por la conmoción que afectaba al continente o el escaso juicio que le impedía ver el daño que la salida de Gran Bretaña de laUnión Europea (UE) causaría a su nuevo negocio escocés.
Ahora que Trump ganó y a partir del próximo 20 de enero será el presidente norteamericano, Europa se prepara para una era de agitación permanente. Como nunca antes, la propia subsistencia del proyecto comunitario está en juego, en medio de un vendaval de crisis simultáneas y sin el apoyo de Estados Unidos, el histórico garante de la integración.
Si 2016 fue un año maldito, el futuro asoma aún más sombrío. Los populismos aislacionistas están fortalecidos y con ansias de poder; el euro enfrenta nuevos tests de esfuerzo y la economía no sale del estancamiento; la gestión del Brexit abre un panorama incierto para el comercio; la imparable ola de refugiados que escapan de África y Medio Oriente pone bajo cuestión pilares de la unión, como la libre circulación de personas; la desafiante Rusia de Vladimir Putin se vuelve una amenaza cierta con Washington, dispuesta a desentenderse de los compromisos de defensa común.
"Europa se quedó sola. Eso es lo que significa el triunfo de Trump en las elecciones presidenciales. Si sus líderes quieren preservar la unión y sus valores, la única vía es aumentar la colaboración entre los Estados, pero no está claro que vaya a ocurrir. Los populistas están imponiendo su agenda", sostiene Jeremy Shapiro, ex diplomático norteamericano y director de investigación del think-tank ECFR, con sede en Londres.
Desconcertados, los gobiernos de las potencias europeas siguen con angustia una agenda electoral endiablada. El domingo pasado, en Bulgaria -el país más pobre de la UE- ganó la presidencia el nacionalista Rumen Radev, un outsideradmirador del presidente ruso, Vladimir Putin. El 4 de diciembre próximo, Austria elige jefe de Estado y es favorito el ultraderechista Norbert Hofer.
El mismo día, Italia irá a las urnas para un referéndum sobre la reforma del Senado que propone el primer ministro, Matteo Renzi. Es una materia en apariencia menor, pero una derrota del sí -hasta hoy lo más probable según las encuestas- podría desatar una crisis de gobernabilidad y dar alas a los populistas aislacionistas: el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Beppe Grillo y la ultraderechista Liga Norte de Matteo Salvini.
En el primer trimestre de 2017, Holanda vota el próximo gobierno, en una carrera que lidera el nacionalista xenófobo Geert Wilders. Y la gran prueba de fuego viene en mayo: la sucesión del presidente François Hollande en Francia.
Marine Le Pen, del Frente Popular, encabeza las encuestas. El sistema de doble vuelta francés siempre sirvió de contención para los extremistas. ¿Podrá hacerlo otra vez?
"Para los populistas, Trump demostró que todo es posible -opina Shapiro-. Candidatos como Le Pen o Wilders, que tenían un techo del 25 o 30% de los votos, cuentan ahora con el sello de aprobación del presidente electo de Estados Unidos. Aquellos votantes que los veían como demasiado antisistema puede que empiecen a cambiar esa percepción."
Le Pen sueña con sacar a Francia de la UE. ¿Es posible imaginar el proyecto europeo sin ese socio clave?
"Francia y Alemania son motores imprescindibles. Un triunfo de Le Pen sería catastrófico para Europa. En este momento está todo bajo cuestionamiento. La idea de que los gobiernos europeos finalmente se van a unir a raíz del efecto Trump puede ser completamente errónea. Incluso podríamos ver que las diferencias se ahonden", indica Hans Kundnani, investigador del centro de estudios German Marshall Fund.
La propia Alemania tiene complicaciones para imponer su liderazgo. La canciller Angela Merkel lo sufrió con su política de acogida de los refugiados: los socios externos no la siguieron y en su país pegó un salto la ultraderecha xenófoba. El año que viene hay elecciones generales.
En Bruselas, base de las instituciones europeas, dan señales de que se relajarán las políticas de austeridad que tanto contribuyeron al desencanto con el sueño europeo. Pero la dinámica interna alemana invita a la duda: Merkel -casi con seguridad, candidata a otro mandato- tendrá pocos incentivos para alentar medidas ansiadas por sus socios externos, pero impopulares entre su electorado.

El factor Putin

Al menos en intención, la unidad es lo que buscan los aturdidos líderes del bloque europeo. Merkel reunió ayer a Hollande, a Renzi y al presidente español, Mariano Rajoy, con Barack Obama en Berlín para hablar del futuro.
Un eje central fue la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), paraguas protector de la UE. Alemania asume que los europeos tendrán que invertir más en defensa para contener la amenaza rusa, en previsión de que Trump corte la cooperación transatlántica y, además, de que se muestra cómodo con el expansionismo que propone Putin.
"Europa necesitaba hace tiempo reinvertarse, pero ahora le toca hacerlo cuando por primera vez en 70 años no tiene la red de Estados Unidos", señala José M. de Areilza, experto en relaciones internacionales y secretario general del Aspen Institute en España.
En su visión, la ola populista puede ser contenida en las urnas sólo hasta cierto punto. Sus cultores tienen una enorme capacidad para imponer su agenda a gobiernos en principio favorables a la UE. El Brexit, impulsado por el minoritario UKIP, fue apenas un ejemplo. "La tendencia es ir hacia una versión crítica y minimalista de la integración."
Una víctima oficial de la victoria "trumpista" es la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), el megaacuerdo que negociaban la UE y Estados Unidos. Merkel admitió que está muerto.
Es otra mala noticia para los europeos, que tienen en Estados Unidos a su principal comprador externo. La ola de proteccionismo que anticipa el cambio en el poder de Washington puede significar otra losa para una economía en niveles de crecimiento raquíticos desde la crisis del euro.
El magnate inmobiliario pretende negociar mano a mano con cada país. Nigel Farage, líder de UKIP, vende la idea de que Gran Bretaña debe orientar el comercio hacia América.
"Es una falsa promesa que puede forzar un Brexit duro y complicar más las cosas -agrega Shapiro-. Trump no ofrecerá ningún trato beneficioso."
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, recordó estos días que el magnate republicano había dicho que Bélgica era una "bonita ciudad".
"Tenemos que enseñarle qué es Europa y cómo funciona", dijo Juncker, entre la ironía y el optimismo.
Vistos los antecedentes, quizá convenga oír a Farage, que tras abrazar a su amigo Trump anunció: "Hay muchos más sacudones por venir: 2017 nos va a sorprender tanto como 2016".

El rumbo de la UE, en la mira

Barack Obama, presidente norteamericano
"Deben trabajar [con Trump] en base a los valores fundamentales que definen a EE.UU. y a Europa como democracias abiertas"
Theresa May, primera Ministra británica
"El proceso del Brexit se dará sin dificultades. Siempre hemos cooperado con Alemania y lo seguiremos haciendo cuando dejemos el bloque"
Ángela Merkel, canciller alemana
"El presidente norteamericano y todos nosotros dijimos que apoyamos una estrecha colaboración entre EE.UU. y la Unión Europea" http://www.lanacion.com.ar/1957579-futuro-sombrio-una-era-de-agitacion-deja-a-la-ue-bajo-riesgo-de-disolucion

No hay comentarios.:

Publicar un comentario