sábado, 28 de noviembre de 2015

La La contabilidad creativa Por Félix Santana García

La  contabilidad creativa
Por Félix Santana García
En estos tiempos es frecuente que se hable, se comente y se critique la nueva forma de identificar, medir, compilar, codificar y registrar las operaciones o transacciones económicas y financieras que se originan en los sectores público y privado, dentro del marco de la contabilidad creativa, las cuales darán como resultado informes financieros adornados o maquillados con el fin de modificar la percepción que se tiene acerca del Estado económico de un país o sobre la situación financiera de las empresas privadas.
No obstante, esta nueva forma de registrar dichas operaciones se ve afectada por las manipulaciones que el ser humano puede imprimirle a los registros de estas con distintos propósitos desde aquellos que persiguen el maquillar o presentar informes financieros y económicos alejados totalmente de la realidad, a los fines de llevar al publico e instituciones informaciones manipuladas para alcanzar propósitos muchas veces malsanos o que complazcan intereses particulares producto de la fértil  imaginación ilimitada del ser humano.
El hecho de que el ser humano sea emprendedor, imaginativo, creador o proactivo no debe ser motivo de críticas destructivas siempre que estas acciones se pongan al servicio del bien común o se apliquen para que las informaciones lleguen al consumidor de las mismas lo más apegadas a la realidad para lograr resultados orientados a mejorar o superar el estilo de vida que lleva el ser humano.
Pero cuando la creatividad del hombre persigue dañar al mismo ser humano es preferible que no surjan nuevas ideas y que la humanidad se mantenga en el mismo estadio de desarrollo en el que se encuentra.
La nueva forma de contabilizar o computar las informaciones económicas o financieras puede dar al traste con la correcta toma de decisiones que desvirtúan totalmente la realidad, al buscar solo el beneficio de un  grupo social a costa de los grupos mayoritarios más vulnerables.
La contabilidad creativa como lo indica Kamal Naser (1993), “es el proceso de manipulación de la contabilidad para aprovecharse de los vacios de la norma contable y de las posibles elecciones entre diferentes prácticas de valorización que estas ofrecen para transformar las cuentas anuales de lo que tienen que ser, a lo que quienes la preparan prefieren que sea, en lugar de reflejar estas transacciones de forma neutral y consiente”.
La llamada contabilidad creativa es precisamente una forma de crear soluciones antepuestas a la práctica que tradicionalmente se realizaba en cuanto a la presentación de las informaciones financieras y económicas correctas y por el contrario rompen viejos patrones que muchas veces chocan con principios, normas y reglas previamente analizadas, sopesadas y aceptadas por la generalidad de los países del mundo que al distorsionarse éstas llevarían a muchas empresas y Estados al caos, a la desorientación, a las acciones ilógicas.
Se sabe que el hombre periódicamente se reinventa, busca los cambios continuamente, es de por si un ser cambiante, dinámico, pero estos cambios deben ser para el bien no para el mal y no para dislocar lo que por mucho tiempo ha funcionado a la perfección.
De ahí, que hoy se escuchen y se critiquen  que algunos informes financieros y económicos de la administración pública estén siendo presentados bajo la modalidad de la contabilidad creativa ya que en estos se violan principios tradicionales como el concerniente a la  periodicidad y al conservadurismo de eventos económicos y financieros provocando trastrueque de los verdaderos resultados que se deben conocer sobre la vida misma de una institución o sobre el comportamiento de la economía o las finanzas de un país en un período determinado.
Ejemplo de lo anterior es el hecho de que gastos y cuentas por pagar que corresponden a un periodo específico son registrados en otros con el propósito de presentar sobrante o superávit de forma sensacionalista de recursos cuando en realidad lo que ha habido es un faltante o déficit de los mismos. Dicho caso es visto con frecuencia en la formulación de los presupuestos que presenta el gobierno dominicano.
Otros casos son los registrados en la balanza de pagos que con el propósito de no presentar déficits pronunciados o amortiguar los mismos se registran depósitos en dólares pertenecientes a la banca múltiple comercial en las cuentas de la banca central antes de que finalice un año en busca de presentar un resultado favorable divorciado de la realidad.
O el caso de que una institución del gobierno pase a otras cuentas deudoras que deben ser honradas por las instituciones que le dieron origen a la transacción, y todo gracias a la nueva ola de la contabilidad creativa.
Es menester que se tomen acciones concretas en el país para evitar que siga desarrollándose la contabilidad creativa que cuando esta es utilizada con fines inconfesables la misma tiende a maquillar la realidad de las cuentas provocando que el consumidor de las informaciones financieras tome decisiones erradas o inadecuadas.
Se recomienda fortalecer el código de ética de contadores, economistas y de las autoridades actuales, para evitar que  se engañe al público a través de los informes retocados formuladas a la luz de la famosa contabilidad creativa llevando desinformación y deterioro a las instituciones para las cuales trabajan, a los agentes económicos y al público en general.
Se sabe de la existencia del bien y el mal en el ejercicio mismo de una profesión, pero debe primar siempre el bien y así evitar que se debiliten las instituciones y se engañe a la humanidad.
De manera, que de no ponerse coto a las prácticas malsanas de la contabilidad creativa el pueblo dominicano seguirá siendo víctima de informaciones amañadas con el propósito de vender un comportamiento económico y financiero que no se compadece con la realidad monetaria y fiscal del país.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

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