30 de agosto de 2015 - 12:07 am -
Epidemia de flujos migratorios en el mundo
Estamos ante un mundo que exige derechos humanos y que vive el contagio informativo por lejos que se encuentren las zonas conflictivas; es un contagio inevitable que traen las redes, que motivan a producir olas de gentes buscando nuevos asentamientos
Hubo un líder negro que nos empujaba a mirar más allá de la curva, un previsor de los acontecimientos que podrían irrumpir con sus eventualidades sociales y políticas en suelo Patrio; pronunciaba sus discursos premonitorios alertando de los estallidos sociales por causa de las injusticias e iniquidades: se proponía evitar que llegara la tragedia con su manto de dolor y muerte.
Esa vocación de ver en el horizonte lo que pudiera desarrollarse afectando el desenvolvimiento armónico de la sociedad debe ser una enseñanza en que nos afinquemos particularmente en esta época de complejas amalgamas de diversas crisis.
Dominicana también en los últimos años se ha constituido en franco laboratorio en la manera de abordar el flujo migratorio de haitianos y otras nacionalidades, con el inconveniente de que no resiste una mayor cuota de inmigrantes, sin una limitación de flujos.
De ahí la estratagema del nacionalismo con ribetes políticos con que se trata el tema .
Ambos conceptos van parejos en su relación biunívoca por la forma con que reaccionan los actores: pueblos, sectores sociales, gobierno, cada uno en función de sus intereses. Los flujos migratorios invaden el mundo y al parecer son el resultado de la pobreza desigual, las políticas neoliberales: tales como el desempleo, la falta de oportunidad, el desequilibrio regional y de países, la desesperación por guerras regionales y conflictos étnicos y religiosos, como jamás había sucedido.
Estamos ante un mundo que exige derechos humanos y que vive el contagio informativo por lejos que se encuentren las zonas conflictivas; es un contagio inevitable que traen las redes, que motivan a producir olas de gentes buscando nuevos asentamientos.
Esa crisis apunta a ser la mareada que envolverá las naciones y el desplazamiento nos indica que no habrá manera de detenerlo. Serbia tuvo que construir una verja de alambrada para contener a los que llegan desde Siria. Algunos cientos pasan por Austria y Hungría recibe la mayoría en estos momentos. Europa está siendo “invadida” por inmigrantes por doquier, como ellos lo hicieran en el pasado con su fortaleza imperial.” El que a hierro mata, a hierro muere”.
Véasele en el mar Mediterráneo, llegando por miles a Europa del Sur, donde mueren en frágiles embarcaciones y sus gobiernos repatriándolos a su África limítrofe. Huyen al hambre, a la desesperanza y mueren en ocasiones por inanición. En el Medio Oriente oleadas de inmigrantes corren desesperados y angustiados hacia zonas de paz en medio de batallas por tomar territorios a favor de su proyecto Islamista de un gran Califato o realizar asentamientos étnicos-religiosos, rememoración de la Guerra Santa. Las olas van de una zona a otra, como especie de locura indetenible, una etnia quiere imponerse a la otra, sin alianzas posibles.
Ahora el flujo se mueve en la frontera Colombo-Venezolana, cuando el Gobierno de Venezuela desaloja a miles de colombianos a su Patria por conflictos políticos coyunturales. Lo mismo ocurrió en Ukrania y Rusia por nuevos conflictos autonomistas que iniciaron con la adhesión de Crimea por Rusia año pasado.
África negra no escapa al movimiento cruento de dichos flujos en Etiopía, Somalia , Ghana, Burundi, Sudan y otros. Jamás el mundo se ha manifestado con tanta celeridad en el tema migratorio, es una verdadera epidemia de gentes buscando un mejor destino.
Todo ello apunta que no habrá solución inmediata , aunque los responsables de implantar este nuevo modelo neoliberal se constituyen en la piedra de obstáculo de esa masa sin esperanza que no visualiza una salida para vivir.
La enseñanza de todo esto es que el modelo de la globalización económica neoliberal no es la estrategia de desarrollo con igualdad social , que al contrario lleva hambre y desesperación a los pueblos, por eso mientras más crecimiento, peor la desigualdad existente entre naciones y clases sociales; hay que cambiar el rumbo y si no se rompe la paz en futuro. Los radares están enviando los mensajes muy fuertes, pero los gobernantes y empresarios no entienden el lenguaje de los flujos que envían las pobladas en todos los rincones del planeta.
Puede que mañana sea tarde y nos cubramos de explosiones migratorias en dirección incontenible. Si aspiramos a una estabilidad política debemos comprometernos y asumir con responsabilidad social los destinos de la Patria, acercar las naciones bajo una nueva geopolítica de respeto y solidaridad con los pueblos menos desarrollados, aprovechando los programas y proyectos de los Organismos Internacionales en los principios del Derecho Internacional Público que suscriben los Estados. Hagamos una renovada reingeniería de la geopolítica para combatir los flujos y el hambre, o todos sufriremos las tumultuosas consecuencias que ya se avizoran en Siria, Irak, Afganistán y el Líbano.
La propia y cercana Isla del Encanto despavorida por la profunda crisis económica y el endeudamiento se desplaza al Continente Americano, privilegiando a Florida. Seamos previsores y no hagamos como el avestruz, paremos la diarrea de préstamos, que mañana puede ser tarde. http://acento.com.do/2015/opinion/8279717-epidemia-de-flujos-migratorios-en-el-mundo/
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