jueves, 11 de junio de 2015

¿Qué ha cambiado? / Por Bonaparte Gautreaux Piñeyro

Por 
bgp[@]jgseguridad.net 
¿Qué cambió en el país luego de la muerte de Trujillo? La Constitución ha sido reformada en varias oportunidades y siempre, salvo la de 1963, ha sido para beneficiar a una persona o a un grupo, lo cual es condenado por la propia Constitución.
Legislar en favor de una persona o grupo es un abuso que debe ser castigado por los tribunales de la República, pero, ¿de qué tribunales hablamos? De tribunales que sirven los intereses de personas, grupos, de pandilleros políticos?
La República post Trujillo ha producido una tremenda desilusión a quienes soñaron, alguna vez, con que nuestro país fuera un paraíso donde imperaran la justicia, el respeto al derecho ajeno, la ley, la moral y las buenas costumbres.
Obsérvese, por ejemplo, que los magistrados jueces y procuradores fiscales que actúan conforme a la ley y disponen como mandan la ley y la Constitución, cada día son menos.
Los intereses de quienes tuercen la ley en su beneficio son apoyados y respaldados por jueces y fiscales quienes, de manera olímpica, se burlan de la sociedad y le estrujan al pueblo los bienes adquiridos como fruto de la venta de sentencias.
Los congresistas de ahora son peores que los de la Era. Aquellos podían alegar que la omnipresencia Trujillo era una amenaza que, cual espada de Damocles, era precedida por el rayo de la cólera del César.
Entonces como ahora, el honor, el respeto por sí, la hombría de bien se había ido de vacaciones en lo que pasaba el temporal.
De las autoridades uniformadas ni hablar, han sido instrumento fiel, respetuoso y lacayuno de los que mandan y como mandan mal y unos y otros lo saben, son cómplices de abusos de autoridad y otros delitos graves.
El sistema nacional de educación sigue apresado por una dinámica que conduce, luego de una deficiente enseñanza básica obligatoria, a la producción de una fábrica de bachilleres a quienes no se les educa para las competencias del presente.
La Universidad del Estado, especialmente, alberga en su seno la mayor parte de los bachilleres deficientes que buscan cursar estudios para obtener un título sin que la academia ni los propios estudiantes se den cuenta de que están malgastando tiempo y dinero.
Dada la situación y la condición en que se vive en el campo, la ciudad se ha convertido en una meta donde a veces hay agua de los acueductos, a veces hay energía del sistema nacional, a veces hay cupo para los niños en las escuelas públicas, a veces hay medicinas en los hospitales.
La cosecha y los logros son magros. La fuerza y el dinero son los factores más importantes sin que a nadie parezca importarle su origen.
Seguimos en el mal camino. http://hoy.com.do/que-ha-cambiado/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario