Si y no, señor embajador de EEUU
Señor Embajador, el 25 % de los niños en edad escolar quedan fuera del sistema educativo, obligados de inmediato a la delincuencia.
En recientes declaraciones el Excelentísimo Embajador de los Estados Unidos, James Brewster llamó a las autoridades a resolver el problema de la criminalidad “antes de que se salga de las manos”; dice es “una preocupación de mi país, del pueblo y del gobierno dominicano”. Es algo que “tenemos que resolver antes de que sea demasiado tarde”. Agregó que “el único que puede erradicar la criminalidad es el pueblo dominicano que debe asumir una decisión de unidad y decir ya no vamos a seguir tolerando la corrupción, ni que se cometan crímenes”.
En nuestra Confederación Proyecto de Nación (PROYECTA), aprovechamos para hacer algunas observaciones a sus declaraciones señor embajador. Primero, estamos de acuerdo con su planteamiento sobre reducir la corrupción, estos cuantiosos recursos regularizados deben utilizarse para financiar una Estrategia de Reducción de la Pobreza. Segundo, en PROYECTA disentimos cuando señala que debe ser “el pueblo unido el responsable de resolver el problema”. El pueblo elige gobiernos para que realicen gestiones que resuelvan los problemas y satisfagan sus derechos ciudadanos.
Señor Embajador, también son los gobiernos, no el pueblo unido, los que deben resolver esos problemas y muchos otros que obstaculizan la satisfacción de los derechos humanos establecidos jurídicamente en nuestra Constitución, pero no materializados. Igualmente, en PROYECTA, entendemos que de ser necesaria la unidad del pueblo para que colabore, son los gobiernos aplicando el marco jurídico existentes los que tienen la obligación de lograrlo.
Señor Embajador, la tarea de reducir la corrupción, criminalidad e inseguridad pública demanda de un proceso muy complicado, no basta mejorar la Policía y la Justicia que persiguen efectos, es necesario atacar las causas, como, por ejemplo, sustituir el esquema económico que prioriza obras de crecimiento urbano principalmente en Santo Domingo y en Santiago, conllevando a un crecimiento económico que aumenta la concentración de recursos, el desempleo principalmente en los jóvenes, creando una luminosidad ficticia atractiva para que los campesinos que el 72 % viven en barrancas, migren a la capital, sin condiciones para recibirlos, ubicándose y creando barrios marginados, fuentes de pobreza y de criminalidad.
Es necesario, señor Embajador, revertir el sistema tributario para que dependa en mayor proporción de los que tienen más capacidad de pagos y que el gasto publico se destine a satisfacer necesidades de pobres, es decir, reduciendo las desigualdades. Implementar gobiernos fuertes capaces de fungir como facilitadores, construyendo obras de infraestructuras en las distintas regiones que, complementadas por la inversión privada, dinamice los sectores que aumentan la producción y el empleo en todo el territorio nacional. Establecer un Estado regulador que pongan orden a las anárquicas actividades con que se desempeña la sociedad dominicana. El sistema bancario deberá destinar mayores recursos a la producción, y olvidar las altas magnitudes de recursos que depositan en el Banco Central que inciden positivamente en sus enormes ganancias anuales pero que son obstáculos al desarrollo social.
Señor Embajador, el 25 % de los niños en edad escolar quedan fuera del sistema educativo, obligados de inmediato a la delincuencia. Agregar los altos porcentajes de deserciones. También el despropósito al ejecutar una educación totalmente desvinculada con los sectores capaces de aumentar la producción y su calidad. Es necesario revisar las leyes de salud y seguridad social para clarificarlas porque no se entienden y convertirlas en mecanismos de reducción de pobreza. El sistema electoral debe depender menos del clientelismo para mejorar; la calificación de los elegidos en puestos del Estado y la administración de ser trasparentes de los partidos políticos.
Señor embajador, en PROYECTA entendemos que para resolver esos problemas y otros, se requiere disponer de un Proyecto de Nación, capacidad política para implementarlo y de una sociedad civil consciente de sus derechos y dispuesta a presionar para lograr su satisfacción.
http://acento.com.do/2015/opinion/8285339-si-y-no-senor-embajador-de-eeuu/
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