domingo, 17 de mayo de 2015

Los 5 zapatos del perfecto caballero

LA IMPORTANCIA DE ELEGIR UN BUEN CALZADOLos 5 zapatos del perfecto caballero

Son una pieza básica en el guardarropa masculino que pueden ensalzar una indumentaria mediocre o arruinar un buen traje.

Ningún hombre debería ser calificado como elegante si no camina con un buen calzado. Un ojo mínimamente experto podrá adivinar observando solo los zapatos, sin mucho margen de error, la elegancia del resto del conjunto. Fíjense hasta qué punto son importantes, que se puede llevar un magnífico traje hecho a medida por cualquiera de los grande sastres que tenemos en este país y deslucirse por completo por una mala combinación o una baja calidad. ‘Vestirse por los pies’ siempre me ha parecido una frase que rebosa masculinidad y elegancia. Y precisamente la elegancia comienza aportando un buen calzado; sin lugar a dudas la parte más importante de la indumentaria masculina.
Por el contrario, unos zapatos de excelente calidad pueden ‘tapar’ un traje mediocre. De estar de acuerdo conmigo, lo estarán también cuando recomiendo realizar siempre una buena una inversión en ellos, en ninguna otra prenda del atuendo del caballero se aprecia tanto la diferencia entre una calidad media y una alta calidad. Es cierto que un buen calzado exige un importante desembolso, pero con un correcto cuidado y uso, con el paso del tiempo se olvidarán de su precio y sólo recordarán la comodidad y calidad.
Una recomendación esencial a la hora de cuidarlos sería dejarlos descansar al menos un día después de cada uso; parece algo razonable, pero no siempre lo es; basta contemplar cómo el hombre puede rotar en cuanto a camisas, corbatas y trajes pero, por el contrario, llevan el mismo par de zapatos. Además de esta recomendación, serán aliados perfectos para su buen mantenimiento un buen betún aplicado con un trapo suave, un cepillo de cerda auténtica para esa primera pasada y una gamuza para sacar el brillo.
LOS 5 IMPRESCINDIBLES
1.- Oxford. Sin lugar a dudas, el modelo más formal y elegante; el idóneo para ser vestido tanto con chaqué ó esmoquin, como con un traje. Su versatilidad es absoluta, pueden vestirlo en prácticamente todos los momentos siempre acompañado de una corbata y por supuesto de un pocket square, que si me lo permiten les diré que me encanta y que más adelante, en otro reportaje hablaremos de él, dándole su lugar. Este zapato, que debe su nombre a los estudiantes de la universidad inglesa de Oxford, fue muy usado por grandes como Oscar Wilde y Eduardo VIII. Unos buenos Oxford se diferencian por su costura prusiana, que se caracteriza por tener las palas, las dos partes laterales del zapato, cosidas bajo la parte delantera, terminando en una lengüeta cosida bajo los cordones. Existen diferentes tonalidades pero su color por excelencia será el negro. Si un caballero sólo pudiera permitirse un par de zapatos, sin pensarlo dos veces, éste sería el elegido. Sus principales versiones van desde el clásico liso, carente de todo adorno, pasando por el Semi-Brogue, con perforaciones en las costuras y puntera y el Full-Brogue, con perforaciones en las costuras, puntera y las palas. Como curiosidad, les diré que el picado proviene de su pasado campesino; estas perforaciones se realizaban ni más ni menos que para facilitar su aireado, facilitando la evaporación del agua y el secado.
2.- Botines: Aunque su uso actualmente es escaso, no mucho tiempo atrás todos los armarios de los caballeros guardaban un par. En los botines, la caña llega hasta algo más arriba del tobillo. Pueden ser anudados con cordones, goma elástica, hebillas… Un caballero que quiera tener completo su guardarropa no puede dejar de acoger por lo menos un modelo de este tipo. Además de proteger contra el frío, aportan una elegancia que no pasará desapercibida. La bota tipo Balmoral es el máximo exponente de la formalidad; su belleza es tal que se puede vestir desde un chaqué hasta un conjunto informal. Todas las casas de cierta relevancia hacen gala de este modelo de alta costura convirtiéndolo en todo un lujo para los amantes de los zapatos atemporales.
3.- Americano o Blücher inglés. Su característica principal son sus “orejones” o paletas laterales, cosidas por fuera de la parte delantera; con costura inglesa a diferencia de la prusiana en los Oxford. Al igual que estos, según el grado de adornos, reciben distintos nombres y su cantidad de perforaciones establece su grado de formalidad. A mayor número de adornos, más informales resultan. De por sí, son menos formales que los Oxford por su forma de costura, por lo tanto no son aptos para ocasiones de etiqueta pero se pueden lucir muy acertadamente con chaquetas de tweed y chinos, en el día a día. Al tener una horma más ancha resulta más cómodo, ya que son de línea más tosca. De nuevo como curiosidad, el término blücher se atribuye a las botas de cordones de los soldados del general G.L. Von Blücher, que derrotó al emperador Napoleón en la mítica batalla de Waterloo junto a otro gran militar , el Duque de Wellington. Y Derby por su carácter deportivo.
4.- Monk strap. Su nombre, literalmente ‘correas de monje’ se debe a que recuerdan a las sandalias que calzaban los antiguos frailes. Personalmente son un modelo eterno, impecable, elegante y atemporal. Se usan normalmente con atuendo informal, traje o no, debido precisamente al detalle de la hebilla que sería un impedimento para mayor formalidad; los más clásicos gentleman británicos no lo consideran apto cuando se viste con corbata y menos para eventos de gran seriedad. Sea como fuere, me parece como bien he dicho un zapato clásico y atemporal y es una magnífica alternativa a los cordones, siempre en los momentos adecuados evidentemente. Sus versiones de piel vuelta y diversos tonalidades son verdaderamente un acierto para esos looks más sport.
5.- Mocasines. Loafers o slips no son las denominaciones con las que se han popularizado los mocasines fuera de nuestras fronteras. El uso de los mocasines con traje está totalmente prohibido, por muy elegantes que sean y aunque sus materiales sean de primerísima calidad. Ténganlo muy presente. No hay nada más dañino a la vista que un perfecto traje acompañado por unos mocasines. Por favor, no. Los mocasines son correctos en una vestimenta casual, desde unos pantalones de pana, vaqueros, chinos, acompañados con una americana, chaqueta, cazadora, … todos aquellos conjuntos donde la parte superior e inferior sean diferentes. Pero nunca con traje. Un modelo siempre muy acertado son los denominados Tassel debido a sus borlas.
Para terminar, si cuentan con unos Oxford lisos en color negro, unasbonitas botas Balmoral, unos Derby en color chocolate, unos Monksde doble hebilla y unos mocasines tipo Tassel de piel vuelta, podrían afrontar con cierta seguridad cualquier situación o evento. Si a estos cinco pares añadimos, para esta temporada de primavera/verano, unos náuticos, gran invento de Paul Sperry al ver que su terrier no se escurría cuando el suelo estaba mojado, y unas alpargatas, definitivamente podrían empezar a pensar en ampliar el armario con otros modelos e igualmente con distintos colores, diferentes tonalidades de marrones o el maravilloso color vino que darán variedad a su día a día.
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* Patricia Amat es asesora integral en imagen masculina.Más información en: http://www.patriciaamat.com
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* Blanca Rabena es diseñadora de calzado e ilustradora.Más información en: http://titabonita.com / http://blancarabena.blogspot.com.es

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