LA DÉCADA COOPTADA, ESPIADA Y DE LOS “SUEÑOS COMPARTIDOS”
Este 24 de marzo encontrará al “modelo” nacional y popular en plena retirada, dando manotazos por derecha y por izquierda, sin otro objetivo programático que mantenerse en el poder.
Uno de sus ejes fue intentar institucionalizar esta fecha a través del feriado, transformando una jornada de lucha en “día de la memoria”, como si los militares no hubiesen sido representantes de la misma clase capitalista para la cual los K gobernaron en su “década ganada”; y montados sobre el legítimo odio arraigado en la población contra los ahora descartables generales de las FF.AA. de la dictadura, cooptaron a organizaciones populares y de derechos humanos.
Entre una dictadura militar y la democracia burguesa existen claras diferencias que los socialistas revolucionarios no podemos obviar. Pero algunas instituciones y metodologías se mantienen intactas para poder sostener los privilegios de una minoría.
La muerte del fiscal Nisman puso al descubierto a uno de los pilares de este corrupto régimen semicolonial, el aparato de inteligencia. Esta fuerza represiva y de control interno, que se encargaron todos los gobiernos de mantener más allá de su nombre, sirve para perseguir a los luchadores populares, como reveló el Proyecto X, o directamente para callar con su desaparición a un testigo clave como Julio López.
A la total impunidad con la que se manejan sus agentes, se le suman los incalculables fondos que manejan, sin ningún control, usados para sobornar políticos, jueces, o cooptar a través de algún “sueño compartido”, a organismos de derechos humanos.
Si alguien podía creer en la necesidad de estos “servicios” para evitar alguna amenaza externa, tras los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel, cuando fueron cómplices de la acción y el encubrimiento, en lugar de un instrumento para evitarlos, ya no quedan dudas de su rol.
Los que no renunciamos a las banderas del socialismo y seguimos luchando en las calles por el castigo a todos los genocidas, incluyendo al represor César Milani, no podemos olvidar el asesinato de Luciano Arruga, la condena a prisión perpetua de los petroleros de Las Heras, así como las infinitas muertes producidas por la represión policial e institucional en barrios, calles y cárceles del país, o a mano de las redes de trata, contra la clase trabajadora, las mujeres y las juventudes. Y no nos reconciliamos con la clase social que financió, preparó, ejecutó y apoyó la masacre perpetrada a partir del golpe del 1976, entonces le decimos bien fuerte a los que se han devenido en aliados del enemigo de clase:
No olvidamos
No perdonamos
No nos reconciliamos
Apertura de todos los archivos de inteligencia y disolución definitiva de los servicios.
El 24 de marzo nos juntamos 16.30 hs. en Rodríguez Peña y Rivadavia.
Foto: Encuentro Memoria, verdad y justicia
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