"Me metió a la ducha fría con ropa, me empujó y perdí dos dientes": el infierno de los menores que viven en hogares a cargo del Estado en Chile
Cristian (nombre ficticio) le muestra a la persona que tiene al frente su boca con dos dientes menos.
"Me metió a la ducha fría con ropa, me empujó muy fuerte. Yo me resbalé adentro del baño, me golpeé y se me salieron dos dientes", le explica a la profesional que lo entrevista por acusaciones de maltrato.
Cristian tenía sólo 10 años. Estaba internado en uno de los centros del Servicio Nacional de Menores de Chile (Sename) y la persona de la que habla es uno de los adultos que cuida y contiene a los niños.
Su caso es sólo uno de los múltiples ejemplos del trato que reciben los niños más vulnerables de Chile dependientes del Sename y que últimamente ha movilizado a la opinión pública, dado una serie de antecedentes que salieron a la luz tras un informe de la Comisión de Investigación del Congreso de Chile.
Patadas, palos y cachetazos
En teoría el servicio se encarga de cuidar y velar por los derechos de los niños divididos en dos grandes áreas: "protección" de menores vulnerados cuyas familias no están capacitadas para hacerse cargo, y la segunda que recibe a niños infractores de la ley.
Pero la realidad de los menores bajo cuidado estatal es un "infierno en la Tierra", que no discrimina entre unos y otros, según consigna el informe.
Estoy cansado de tanto abuso, de tanto golpe. Si me mandas nuevamente para allá, me voy a suicidar".
Golpes con puños, palos, lanzamientos de sillas, patadas, empujones escalera abajo y llaves que los dejan con dificultad para respirar son algunos de los maltratos que reciben los niños, según ellos mismos han relatado.
Otro caso fue el de Ignacio (nombre ficticio) a quien sus cuidadores "le sacaron un piercing (de la ceja) a pura chachetada", según le relata su madre a BBC Mundo.
Según ella, un día Ignacio se escapó del centro del Sename en el que estaba y llegó a su casa completamente descompensado.
"Me dice: 'Mamá, ya estoy harto de los maltratos. Nos pegan, nos tiran de los camarotes, no podemos dormir. Estoy cansado de tanto abuso de tanto golpe. Si me mandas nuevamente para allá, me voy a suicidar'".
"Fue lo más impactante que me pasó y me hizo reaccionar", afirma la madre.
Ignacio tenía 14 años cuando escapó, pero desde los 7 estaba en el mismo centro. Poco tiempo después de que lo internaran por problemas de agresividad, su madre ya presenciaba un episodio violento.
Vi como lo 'contenían', como a todos los niños: los tiran al suelo, les ponen una llave hacia atrás y se suben arriba de ellos".
"Lo fui a visitar y empezó a llorar, a decir me quiero ir. Bajó un tío y me dijo que me fuera. Mientras me sacaba, yo me di vuelta y vi su 'contención', como a todos los niños: los tiran al suelo, les ponen una llave hacia atrás y se suben arriba de ellos.
"El hombre que me sacó me dijo que era un procedimiento normal" para un niño con problemas psiquiátricos como Ignacio, cuenta su madre. En ese minuto sospechó que algo andaba mal, pero "como era nueva" le creyó.
Pero los maltratos físicos y psicológicos son sólo una parte. Uno de los hogares está siendo investigado por las autoridades por acusaciones de que posee una "red de explotación sexual" de niñas. Y en otra residencia "se cometieron abusos graves, violación sexual", según el informe del Congreso.
Eso sin contar las 1.313 muertes de niños bajo el amparo de la institución en los últimos 11 años.
De las "numerosas denuncias de la comisión de abusos, violaciones y explotación sexual (…) la mayoría de los casos quedan impunes", según la propia investigación parlamentaria.
Violaciones de DD.HH.
La madre de Ignacio interpuso una querella criminal por los últimos eventos ocurridos que desataron el escape de su hijo.
Pero el nivel de maltratos, abusos y hasta "torturas", según quedó consignado en el documento del Congreso, significan "graves y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos en contra de niños, niñas y adolescentes cometidas por el Estado".
"[Existen] graves y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos en contra de niños, niñas y adolescentes cometidas por el Estado".
Los hechos derivaron en la intervención del Instituto Nacional de Derechos Humanos, organismo estatal que resguarda y promueve los mismos, el cual realizó una investigación cuyos resultados preliminares son devastadores.
De los niños entrevistados, casi la mitad denunciaron distintas vejaciones.
Uno de cada 15 denunció abuso o explotación sexual; uno de cada siete, maltrato mental o psicológico; uno de cada cinco, maltrato físico, y uno de cada tres, descuido negligente.
"Estos niños ingresan al sistema con una fuerte carga negativa. Entran dañados. Mínimo abandonados. De ahí para arriba: violados, maltratados, con padres alcohólicos, o drogadictos", le dice a BBC Mundo Ramón Farías, presidente de la comisión parlamentaria.
Sin embargo, en vez de encontrar apoyo y protección "hay maltrato (…) mucho garabato y mucho golpe. En definitiva, los 'tíos' no son personas preparadas para enfrentar a este tipo de niños", continúa Farías refiriéndose a los educadores de trato directo (ETD) que son los que cuidan directamente a los menores.
La directora del Sename, Solange Huerta, se negó a conversar con BBC Mundo por "problemas de agenda". Tampoco la institución entregó, hasta el cierre de este artículo, la información concreta requerida vía correo electrónico.
Pero en una entrevista realizada por el canal estatal TVN, Huerta evitó hablar de las acusaciones de violaciones de los derechos humanos, ya que "deben ser investigadas por la justicia".
"Una violación sistemática (de derechos humanos) (…) significaría que las instituciones no funcionan, en lo absoluto", comentó la directora.
Secreto a voces
El tema no es nuevo.
Los trabajadores aseguran que llevan años mostrándole las falencias del sistema ante las autoridades y que sistemáticamente han hecho "denuncias sobre la precariedad de su trabajo", le dice a BBC Mundo Luis Cortés, presidente de la Asociación de Funcionarios Regionales del Sename.
Era un secreto a voces. El asunto es que nosotros corrimos el tupido velo que encubría estas situaciones".
"Era un secreto a voces, el asunto es que nosotros corrimos el tupido velo que encubría estas situaciones", afirma Esteban Elórtegui, exdirector regional de Valparaíso.
Se refiere a la investigación formal que instruyó ante denuncias de maltrato en uno de los centros más emblemáticos y conflictivos del país: el Cread Playa Ancha. Este alberga a unos 100 niños entre 7 y 17 años.
"Es absolutamente representativo del resto del sistema. Uno de nuestros miembros pasó por varios centro en varias partes del país. Nos contó que lo más heavy que le tocó ver fue lo de Playa Ancha", le dice a BBC Mundo Claudio Yañez, director de la fundación Egresados de Casas de Menores (ECAM).
Esta asociación agrupa a ex "niños Sename", a los que les da apoyo psicológico, y también proapoyo a menores que actualmente se encuentran en él.
El mismo Yáñez estuvo dos veces en este centro a mediados de los '80 y recuerda que ya en esa época los "tíos" los hacían formarse "casi desnudos" en el patio a mitad de la noche. Además, los golpeaban "con puños y patadas".
Yo no he presenciado maltrato, como de que un funcionario vaya y le pegue a un niño".
Una vez, acusa Yañez, uno de los principales representantes de los trabajadores de hoy, obligó a uno de los niños a pegarles un cucharazo en la cabeza al resto de sus compañeros por estar molestando en el comedor. "Es un golpe que recuerdo hasta hoy, probablemente el más fuerte de mi vida".
Como quedaron todos llorando, el educador, según la versión de Yáñez, tomó el utensilio y le pegó al mismo que había obligado a golpear al resto.
"Yo no he presenciado maltrato, como de que un funcionario vaya y le pegue a un niño", asegura el presidente del gremio, en defensa de los trabajadores.
Denunciante renunciado
Como director regional, Elórtegui recibió denuncias por las que instruyó un sumario interno, trasladando a los menores a otro centro para su protección y el que derivó en la destitución de 11 funcionarios por haber ejercido maltrato físico y psicológico.
"Ninguno de esos funcionarios ha sido imputado por la justicia", aclara Cortés respecto de sus compañeros desvinculados tras una investigación interna y no judicial.
"Cuando un funcionario nuestro es acusado de alguna situación de maltrato hay todo un proceso administrativo que hay que seguir. Nadie ha estado en contra de esos procesos".
Elórtegui tiene otra versión. Asegura que el gremio, en vez de velar por las víctimas, protegió a los trabajadores.
Después de dos meses de paros y tomas de los trabajadores, Elórtegui recibió una llamada de la directora nacional del Sename, Solange Huerta, pidiéndole su renuncia por "motivos humanitarios".
"Me echaron porque, a pesar de la presión, no quise dejar de investigary aplicar sanciones. Esta es una organización mafiosa", acusa Elórtegui.
"Hoy es muy fácil echarle la culpa a los trabajadores, acusarlos de mafias y de un montón de cosa cuando el Estado no ha hecho su trabajo como corresponde", responde el líder gremial.
Responsabilidad del Estado
Más allá de las responsabilidades, lo más urgente -y preocupante- según los profesionales son los niños.
Un patrón común en las denuncias de maltrato es que los tíos "nos pegan porque nos quieren" o "nos portamos mal".
"Los niños terminan institucionalizando y naturalizando la violencia", explica Yáñez.
El miedo se apodera de tal manera de ti que te genera un cambio en tu forma de ser, de actuar, de estar alerta".
Una carga prácticamente imposible de sacarse de encima tras salir del sistema.
"Se da casi un cambio genético. El miedo se apodera de tal manera de ti que te genera un cambio en tu forma de ser, de actuar, de estar alerta", le dice a BBC Mundo Yáñez respecto de su experiencia en el Sename.
"Empiezan a desaparecer ciertas emociones como empatía, amor, apego, afecto, sensibilidad…", continúa.
En lo que todos coinciden es en que el Estado ha fallado por años en su misión de proteger a los niños vulnerables del país.
"Nos quedamos atrás como país en comparación a nuestro nivel y estado de desarrollo", aseguró la directora del Sename en el canal estatal.
El exdirector regional a quien esta le pidió la renuncia asegura que "es responsabilidad del Estado".
"Han habido avances, se han hecho cosas. Pero es insuficiente y hay graves yerros y pendientes escandalosos, como abordar las violaciones a los Derechos Humanos".
"Ha habido avances, se han hecho cosas. Pero es insuficiente y hay graves yerros y pendientes escandalosos, como abordar las violaciones a los derechos humanos en los centros del Sename".
Para Yáñez el problema es que el énfasis no está enfocado correctamente. "Se atiende mucho el número (de casos de maltrato, muertes) que para nosotros es una consecuencia. Hay que entender las causas, no el número".
A pesar de la crueldad del diagnóstico, las conclusiones y medidas establecidas por el informe de la comisión parlamentaria -como las responsabilidades directas de autoridades como Huerta o la ministra de Justicia- no fueron aprobadas ya que la mayoría de los parlamentarios de la coalición de gobierno votaron en contra.
"Si hay algo bueno del rechazo que hizo la cámara es que el tema se tomó las primeras planas y los niños pasaron a ser mirados, por fin", le dice el presidente de la comisión, Ramón Farías, a BBC Mundo. Es uno de los pocos parlamentarios oficialistas que votó a favor del informe.
"Esta conmoción puede traer los cambios que se requieren", concluye el diputado.
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