Boom Supersonic, el avión supersónico silencioso que aspira a llenar el vacío dejado por el Concorde
¿De Londres a Nueva York en poco más de 3 horas?
La compañía estadounidense Boom asegura que en unos 5 años tendrá listas las primeras unidades de un nuevo avión comercial capaz de cubrir los casi 5.600 kilómetros que separan ambas ciudades en un tiempo récord.
Se trata del Boom Supersonic, un prototipo de aeronave de pasajeros que podría completar su primer vuelo de prueba a finales de 2018.
Diseñado por un grupo de ingenieros aeronáuticos y astronautas estadounidenses, el Boom Supersonic aspira a ocupar el hueco que dejó el Concorde cuando fue retirado de la aviación comercial en el año 2003.
Hace unas semanas, el fundador y CEO de Boom, Blake Scholl, aseguró en el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París que el diseño del modelo XB-1 (nombre técnico del avión de prueba) ha pasado los tests de rendimiento y seguridad necesarios para que comience su producción.
Si todo va bien, el Boom Supersonic volará antes de 2019, dijo en París.
Asimismo, confirmó que si el diseño final de 55 plazas recibe el visto bueno por parte de las autoridades, los primeros pasajeros podrían cruzar el Océano Atlántico a velocidades supersónicas antes de 2023.
Antes de haber fabricado la primera unidad, Boom asegura que ya ha recibido 76 pedidos de 5 aerolíneas cuyos nombres no han trascendido.
Mejor que el Concorde
Aunque se parece mucho al Concorde, el Boom Supersonic tiene varias peculiaridades.
La primera son sus alas, que surgen de debajo de la cabina y ocupan prácticamente los dos laterales del avión.
Otra es su motor.
Y es que a diferencia del extremadamente ruidoso e ineficiente propulsor a reacción que movía el Concorde, el Supersonic "usa un moderno motor turbofan como el de Boeing y Airbus, más silencioso y considerablemente más eficiente", dijo Scholl a la BBC.
Otro punto débil de su predecesor era su alto coste operativo.
Para evitar la falta de rentabilidad que, entre otras razones, obligó a retirar el Concorde de la aviación comercial, Boom asegura que las aerolíneas que adquieran el Supersonic podrán vender billetes al precio actual de la clase business.
Es decir, unos US$5.000 para un vuelo de ida y vuelta entre Londres y Nueva York, una tercera parte de lo que costaban los pasajes del Concorde.
Apoyo de Branson
El presidente de Boom cree que en la década de 1960 el desarrollo del Concorde contó con el apoyo de los gobiernos británico y francés por razones políticas y no económicas.
"En lugar de construir un avión práctico y económico, el imperativo era derrotar a la Unión Soviética en la era supersónica".
"Nosotros, al ser una compañía privada, necesitamos un modelo que sea rentable para las aerolíneas y asequible para los clientes si queremos lograr inversiones", añade Scholl.
A pesar de que muchos dudan que Boom pueda cumplir sus promesas, en el mes de marzo la compañía anunció que ya ha conseguido los US$33 millones necesarios para construir y hacer volar la unidad de prueba.
Uno de las personas que ha anunciado públicamente su confianza en el proyecto es el multimillonario británico Richard Branson, fundador de Virgin cuya empresa está trabajando en enviar a los primeros turistas al espacio.
A finales de 2016 anunció su intención de adquirir las primeras 10 unidades del avión de pasajeros de Boom.
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