En busca de una solución
Este trabajo es parte de una serie no numerada que identificaré como (DxC) porque fueron escritos para uso y provecho de ese partido en 2013-14. Dado que ellos hicieron un uso muy limitado o nulo de estas propuestas y convencido de que las mismas ahora tienen igual o mayor validez que entonces he resuelto publicarlas en la esperanza de que otros puedan hacer uso de las mismas en beneficio de tantos dominicanos huérfanos de futuro y despojados de presente. No he cambiado ni corregido dos faltas de sintaxis a propósito. El documento está tal y como lo presenté en el verano de 2014.
SERIE (DxC) I
Originalmente, DxC nació con un claro reclamo ético, un activo inicial aportado y preservado por su presidente fundador. Tras el éxito inicial aparente de nuevas propuestas puestas en marcha a fines de 2012 el partido parece haber perdido la iniciativa en 2014. Numerosas señales e indicadores hacen suponer que DxC es un partido política e ideológicamente en transición, sin embargo, no está claro que así se perciba en la dirección del dicho partido ni que se obre en consecuencia.
DxC originalmente, trató de ocupar un espacio de centro derecha en el espectro político nacional conforme a los orígenes políticos de sus fundadores. Ahí surgió la primera paradoja. Ese espacio ya estaba ocupado por el PLD y otros partidos de derecha pero además, el reclamo ético de DxC no podía prosperar muy bien dentro de la derecha tradicional ni la derecha de los nuevos ricos. Una mayoría de esta población abraza la plataforma democrática solo de palabra pero en la práctica se nutren del tráfico de influencias y del acceso privilegiado al poder. Ellos no podían sentirse representados ni impulsar a un partido cuya prédica y cuyo ejemplo, aunque ellos nunca lo dijeran, es contrario a su práctica habitual.
El reclamo de DxC prosperó dentro de gente independiente y otra paradoja, dentro de una población de izquierda y centro izquierda que opta por el respaldo a una figura política proba y a una promesa de respeto a la legalidad incluso por encima de antiguas definiciones y barreras ideológicas.
El discurso y la práctica política enarbolados por DxC siguió caminos tradicionales que no lo favorecieron. No ha podido todavía demostrar que podía ser opción de poder como partido cuando su propio presidente, como persona, era y es sistemáticamente admitido como presidenciable y de hecho propuesto por muchas personas de buena voluntad de cualquier espectro político. DxC no ha podido beneficiarse de la aceptación pública de su presidente. Esa es otra paradoja. Pero también una fuente de peligro potencial. Una parte del país ve con buenos ojos al presidente de DxC, sin embargo, ni han votado por él ni han ingresado al partido. La maquinaria que puede hacer posible la transición de presidenciable a presidente no ha existido o no ha funcionado apropiadamente.
Proponiendo un discurso distinto y asumiendo prácticas innovadoras, el partido logra entre 2012-2013 recuperarse del pobre desempeño electoral y reanimar muchos de sus organismos que estaban cuasi inoperantes. Los trabajos de este periodo alientan las expectativas de los dirigentes y miembros de centro izquierda que habían venido antes proponiendo metas mas ambiciosas. Entonces, se desata otra paradoja:
El reclamo ético, que fue una razón para el ingreso de numerosos activistas y dirigentes resulta ahora insuficiente. Se aspira a un partido mas militante, de mayor activismo, mas comprometido con las luchas populares, con los reclamos de la población desguarnecida, pero se le está pidiendo eso a una partido que no fue fundado originalmente para cumplir esa misión. La visión mas generalizada en DxC se enmarca en la perspectiva de un partido que sabría gobernar y un presidente que conoce los problemas concretos. El problema de esa visión es que su presencia requiere el ejercicio político de un partido en la oposición. Cualquier observador se percata de que el discurso prevaleciente en DxC es la crítica al gobierno pero no la orientación política para derrotar a ese gobierno que se critica, tampoco la organización para llevarlo a cabo. Es como si dijéramos, tenemos el candidato pero nos falta el partido o igualmente, tenemos con quien gobernar pero no con quien conquistar el poder. Esta paradoja afecta prácticamente a toda la dirección del partido, sin embargo, naturalmente la vigencia empuja constantemente en una dirección y pone presión sobre EE persona y plantea la cuestión de si podrá, contrariando su propia naturaleza y carácter, asumir ese reto o satisfacer esa demanda. EE es un ingeniero de formación pero también de carácter. Se siente mas cómodo cuando el cálculo de una ecuación política se asemeja a los niveles de certidumbre propios de las matemáticas. No es en general muy propenso al riesgo y, en su discurso muchas han advertido que, mientras mas se aleja de la ingeniería mas cauto se vuelve. Los temas que mejor maneja son los referidos a la gestión gubernamental propiamente dicho y no al accionar político de una dirigente de oposición.
Una parte del nuevo activismo y del entusiasmo desatado por la gente de centro izquierda choca con una parte del viejo partido. En este sentido EE asume, en muchos temas, un discurso y un posicionamiento mas progresista que mucha de la gente vieja de su propio partido cuya visión de la política es mas conservadora. Aunque no se ha vivido en DxC un periodo de debate donde las ideas progresistas se enfrenten a las que no lo son, las diferencias afloran entonces de manera puntual. El manejo del tema inmigración y la sentencia 168, sin atraer ni sumar nada de la derecha ni del centro derecha nos hizo perder puntos en el centro y el centro izquierda. Otras iniciativas han sido abandonadas: la campaña para proteger a las PYMES de la voracidad fiscal exigiendo asesoría, la Coordinadora Nacional de Primeros Votantes, el empleo de afiches promocionales, el inicio del programa de televisión y radio entre otros.
DxC está empezando a vivir otra paradoja: si bien es cierto que el discurso de su presidente fundador ha girado hacia posiciones mas progresistas, la práctica política ha seguido un camino mas tradicional justamente en un periodo durante el cual parece haber surgido con fuerza la necesidad de instrumentar un activismo que rompa la anomia y desate las fuerzas reclamantes de un nuevo orden.
Ser serio es una cosa, dirigir al pueblo en las calles es otra. Lo uno no supone automáticamente lo otro. Saber estar en el medio cuando hay disputas internas es una cosa distinta a saber conciliar y echar adelante un proyecto a escala nacional. Lo deseable, lo que debería ocurrir, lo que debería provocarse es que la amplia aceptación del reclamo ético a favor del presidente de DxC se haga acompañar de un activismo comprometido que saque la política del discurso y retome la iniciativa y con esta, las calles, el único terreno donde parece que pueden frenarse las canalladas del PLD. Hay que salir de los espacios bajo techo y de los estudios de TV. Es mas fácil decir que hacer pero es igualmente inevitable aprender a hacerlo. Si se observa DxC carece de un estado mayor pero las causas de esa ausencia no han sido sometidas al análisis y escrutinio como debería. La necesidad de conciliar a lo interno se impone. Debemos ser capaces de refundir a EE con DxC o no tendremos de ninguno de los dos. El tiempo se nos agota y a la conformación de un escenario político distinto se corre el riesgo de quedar fuera de juego.
La oposición al gobierno, en pleno, ha sucumbido a una especie de trampa astutamente montada. El espacio para la protesta, el reclamo, la denuncia ha ido reduciéndose gradualmente, año tras año. Los periódicos son mas conservadores que antes, los periodistas menos confiables o francamente sobornados así que muchas denuncias no tienen lugar o son silenciadas oportunamente. Los reclamos y las protestas son reprimidos, desacreditados y confinados a sectores sociales o políticos que el gobierno ha logrado aislar. A medida que el espacio para el ejercicio político se ha reducido, los partidos y grupos de oposición se han acomodado a ese espacio en lugar de romperlo. A diferencia de otros lideres y movimientos la supresión y represión de espacios a la oposición ha logrado que esta opere confinada dentro del ámbito de lo que le ha sido permitido en lugar de escalar el enfrentamiento a un nivel superior.
Todavía debemos ventilar como manejar, que postura asumir y como reaccionar ante:
1.-el papel y la presencia del narco en los barrios como modelo.
2.-El ruido y la erotización como instrumentos de distracción y alienación.
3.-La charlatanería, el descaro y el engaño como conductas sociales aceptables y hasta como propuestas de modelo.
4.- el escepticismo y la desconfianza generalizados.
5.-el individualismo como oposición a cualquier proyecto colectivo de nación.
Adicionalmente a las consideraciones temáticas anteriores por donde quiera que se mira siempre sale un mismo número: la importancia de dar el ejemplo. No es decir que hagan o deben hacer, es hacer uno mismo. Es la evocación del video del niño en la India. No hay nada que discutir. Hagamos y discutiremos en el camino. Esa parece ser la conclusión inevitable, la que resuelve todas las paradojas.
http://acento.com.do/2017/opinion/8476513-busca-una-solucion/Melvin Mañón
En mangas de camisa Pensador, agricultor de vocación. Ha escrito varios libros, entre ellos Operación Estrella, Guerra de purificación y Enigma.
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