El Congreso aumentará las sanciones a Rusia y las blindará frente a Trump
El acuerdo entre ambos partidos impide que el presidente pueda rebajar o retirar el castigo impuesto por Obama a Moscú por la injerencia electoral
Washington
Donald Trump ha dado su brazo a torcer ante el Congreso. La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, ha anunciado que acepta el proyecto legislativo para aumentar sanciones a Rusia por su intromisión en las elecciones, después de que republicanos y demócratas llegaran a un acuerdo de tal alcance que lo blinda del veto presidencial.
La norma será refrendada el próximo martes en la Cámara de Representantes. Su origen es un texto aprobado en el Senado en junio pasado por 97 votos a favor y 2 en contra. Junto a un paquete de sanciones a Irán y Corea del Norte por sus programas balísticos, la iniciativa ampliaba a sectores de la defensa y la inteligencia militar el castigo impuesto por Barack Obama a la interferencia electoral rusa y además impedía a Trump cualquier maniobra de desactivación. La represalia consistió básicamente en la expulsión de 35 supuestos agentes rusos y el cierre de dos centros del Kremlin en Nueva York y Maryland.
Desde su adopción a finales de diciembre pasado, la diplomacia rusa ha insistido en la retirada de la medida punitiva e incluso ha amenazado con nuevas sanciones. El propio presidente Vladímir Putin se lo ha pedido a Trump como gesto de buena voluntad.
Las vacilaciones del mandatario republicano en este terreno han despertado profunda desconfianza en Washington. La investigación de la trama rusa ha demostrado la peligrosa proximidad de su entorno con el Kremlin, y Trump mismo se ha encargado de agigantar la sospecha con sus continuos elogios a Putin y su deseo de forjar una alianza estratégica con Moscú.
Ante esta deriva, los senadores de ambos partidos acordaron blindar el castigo dándole rango de ley, de modo que cualquier modificación quedara sometida a su arbitrio final. Una vez aprobada, la iniciativa pasó a la Cámara de Representantes para su aprobación. El mayor riesgo para su supervivencia consistía en que Trump ejerciera el veto presidencial. Pero dado que el acuerdo alcanzado entre los dos partidos supera la mayoría de dos tercios, el veto podía a su vez ser derribado por el Congreso.
La fuerza de la aritmética ha acabado imponiéndose. “La norma inicial estaba plagada de errores, pero ahora apoyamos la legislación y seguiremos trabajando con las Cámaras para imponer sanciones duras contra Rusia”, afirmó la secretaria de Prensa. El nuevo director de Comunicación, Anthony Scaramucci, se mostró más distante y señaló que el presidente no había tomado una decisión aún.
En el proceso de negociación entre partidos la iniciativa ha sido modificada para limar algunos de sus puntos más conflictivos. Entre ellos figuraba la posibilidad de sancionar a aquellas empresas que colaborasen en la construcción del gasoducto Nord Stream 2, entre Rusia y Alemania. El texto daba autoridad a la Casa Blanca para castigar a las compañías alemanas que participasen en el proyecto, lo que derivó en una sonora protesta de Berlín. El jefe de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, señaló que el problema había sido solventado.
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