jueves, 6 de abril de 2017

Ataque con gas en Siria: ¿Quién es el responsable?

POLÍTICA

Ataque con gas en Siria: ¿Quién es el responsable?

El antiguo experto del Centro Carnegie de Moscú, Alekséi Malashenko, critica tanto la postura rusa como la occidental sobre el caso de gas venenoso en Siria.
Syrien Idlib Giftgasangriff (Reuters/A. Abdullah)
DW: Los Estados y medios de comunicación occidentales reprochan al Ejército sirio el uso de armas químicas en la provincia de Idlib. Se cree que hay más de 70 muertos. El Ejército ruso anunció que las tropas del presidente sirio Bashar Al Assad habrían alcanzado un almacén de los rebeldes con armas químicas. ¿Qué argumentos le parecen más convincentes?
Alekséi Malashenko: Creo que ambas partes exageran. Buscando una explicación en cuanto a Rusia y también a Al Assad, solo me cabe preguntar: ¿Por qué necesitan algo así? ¿Por qué se han ensuciado las manos si uno piensa que, entretanto, hay más de 70 víctimas mortales? No puedo comprender esta postura. Otra aclaración, esta vez de la parte rusa, es que se trataba de un almacén que habían abandonado los combatientes rebeldes. Por lo visto, explotó gas, gas sarín o algo parecido. No está claro por qué se desconocía que existía tal depósito y no se había desmantelado. El gas no puede aparecer de repente y en tales cantidades. Alguien lo tiene que haber dejado allí. ¿Quién tiene la culpa? ¿Los rebeldes que lo dejaron allí? Sí, pero también los que no lo encontraron, es decir, el Gobierno sirio.
¿Hacia qué interpretación tiende usted?
Alexej Malaschenko, exmiembro del Centro Carnegie de Moscú.
Alexej Malaschenko, exmiembro del Centro Carnegie de Moscú.
Es la guerra. Los sirios atacaron, pero alcanzaron el objetivo equivocado. Sí, atacaron, pero no fue a propósito sino un error. Si mi opinión es cierta, deberían disculparse y reconocer el error. En una guerra también se derriban a veces aviones por equivocación. Este momento trágico es un motivo para ser sinceros con respecto a lo que realmente sucedió y no para culparse mutuamente.
¿Usted cree entonces que las armas químicas estaban en tierra, de parte de los combatientes contra Al Assad?
Sí, estaban allí y fueron atacados. Esa es mi postura.
Se comentó que las armas químicas del Ejército sirio habrían sido destruidas bajo supervisión internacional. Pero si supusiéramos que el Ejército de Al Assad usó gas venenoso, ¿de dónde lo han obtenido?
Es imposible destruir todas las armas, sobre todo en un país tan difícil de controlar como es el caso de Siria. Es una ilusión pensar que tales regímenes autoritarios lo controlan todo. Alguien podría haberlas dejado allí, alguien podría hacer negocios. Se tendría que haber hecho todo lo posible para recoger y tener bajo control todo el armamento.
Se tendría que haber hecho lo que el expresidente Obama propuso: trazar una línea roja contra el uso de armas químicas. De hecho, es una tarea que nos concierne a todos. Es muy triste que esto se haya convertido en un escándalo. Una tragedia de este tipo es, desde mi punto de vista y por el contrario, un motivo para acercarse, para alcanzar un acuerdo y reconocer algunos errores. Desde Washington se dijo recientemente que ya no se persigue derrocar a Al Assad, como hace tiempo. Desde esta perspectiva: ¿Qué motivos tendría Al Assad para hacerlo? Por eso, de momento hay más preguntas que respuestas.
Ataque de gas en Siria.
Médico tratando a un menor por el ataque de gas.
¿De dónde podrían haber obtenido los rebeldes las armas químicas?
Allí reina una guerra civil. Hay muchas posibilidades. Cuando comienza algo así, no se puede controlar las armas por completo, incluso ni las peores. Se pueden comprar y vender. Imagínese que las armas hubieran llegado al extranjero. También esto es posible.
Usted nombró una "línea roja”. Occidente podría responder al respecto que intenta trazar una línea en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero que fracasa por el veto de Rusia y China, como sucedió el pasado febrero. ¿Cómo va entonces a funcionar?
Soy experto en Derecho Internacional y no siempre entiendo la postura rusa. Si se juega limpio y se está de verdad en contra de las armas químicas, la resolución tendría que haberse reajustado. Había elementos que no estaban muy en contra de Rusia, sino de Al Assad. Seguirá siendo así aunque Estados Unidos haya adoptado ahora una postura más suave al respecto.


Alekséi Malashenko es historiador ruso, periodista y antiguo experto del Centro Carnegie de Moscú. Sus temas centrales son el Islam, la sociedad y la política de seguridad.
Roman Goncharenko (rmr/cp)

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