La Dendrocnide moroides llama especialmente la atención de científicos por el efecto letal que este arbusto ocasiona a quienes la tocan. 
Se le conoce como “mora de hojas de aguijón” y también como “la planta del suicidio”. Esta especie provoca un dolor tan fuerte y desesperante que lleva a quienes la tocan a tomar medidas extremas con tal de que el suplicio desaparezca.
Exploradores y soldados del siglo XIX fueron los primeros en manifestar los efectos que se relacionan con esta planta al encontrarse en su camino con ella y sentir el dolor insoportable que produce. El topógrafo A.C. MacMillan informó en 1866 sobre un incidente donde su caballo rozó el arbusto mientras recorría una carretera de North Queensland, en Australia, y tras el hecho el animal comenzó a enfurecerse hasta morir luego de dos horas de padecimiento.
Dendrocnide moroides
Dendrocnide moroides
Otras declaraciones afirman que durante la Segunda Guerra Mundial una gran cantidad de soldados no pudieron salir a combatir porque la planta les había causado parálisis de sus extremidades e incluso mencionan el caso de un soldado que terminó suicidándose por no poder aguantar el terrible sufrimiento.
Se le encuentra en las selvas tropicales del norte y oriente de Australia, en Indonesia y en las Islas Molucas, donde también se le conoce como gimpi gimpi.
La planta es reconocida por los pelos urticantes que cubren toda la superficie de sus hojas y ramas, que al ser tocadas introducen en la piel una poderosa neurotoxina llamada moroidina, generando efectos que se manifiestan con un fuerte ardor progresivo, que puede durar días o incluso meses y el área lesionada se cubre de pequeñas manchas rojas que luego se van uniendo para formar una masa rojiza abultada.
Este contacto con el gimpi gimpi puede llegar a ocasionar efectos lo suficientemente potentes como para matar animales y humanos. Sin embargo, la picadura se puede tratar aplicando una solución de ácido hidroclórico y posteriormente retirando los pelos mediante métodos de depilación con cera. http://www.grandesmedios.com/la-planta-del-suicidio/