domingo, 10 de enero de 2016

'The Intercept': Arabia Saudita ve en los chiitas una amenaza a su control sobre el petróleo

'The Intercept': Arabia Saudita ve en los chiitas una amenaza a su control sobre el petróleo

Publicado: 8 ene 2016 02:07 GMT
La ejecución del jeque chiita Al Nimr y decenas de sus correligionarios y la crisis diplomática entre Irán y Arabia Saudita tienen una dimensión económica. La piedra obstáculo es el petróleo, sugiere una revista digital.
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La reciente ejecución múltiple en Arabia Saudita disimula el mayor miedo de la casa real de Saud. Sus miembros temen que los chiitas del país se secesionen y se unan a Irán, un país de mayoría chiita, lo que dejaría al reino sin sus mayores reservas de petróleo, opina el observador de la revista 'The Intercept' Jon Schwarz.
Los principales yacimientos petrolíferos están en la provincia del Este, que tiene una población mayoritariamente chiita
A su juicio, la crisis diplomática que se desencadenó en Oriente Medio después de la decapitación del clérigo chiita Nimr an Nimr en Arabia Saudita nace de la lucha por el control del petróleo. Schwarz llegó a esta conclusión después de estudiar un mapa comparativo de los campos petroleros y la distribución de creencias religiosas elaborado por el orientalista y cartógrafo Michael Mehrdad Izady.
El mapa muestra que casi todos los combustibles fósiles del golfo Pérsico y las áreas de tierra firme colindantes se encuentran en zonas pobladas mayoritariamente por chiitas. "Eso es así incluso en Arabia Saudita, un país sunita donde los principales yacimientos petrolíferos están situados en la provincia del Este, que tiene una población mayoritariamente chiita", sostiene el Schwarz.
A la familia del monarca saudita y los múltiples príncipes les espanta que los chiitas de la península Arábiga puedan independizarse y solidarizarse por motivos religiosos con sus hermanos iraníes, quedándose sus tierras y el crudo que contienen. El temor al respecto es mucho más profundo desde que una invasión de Estados Unidos en Irak derrocó al régimen de Saddam Hussein, que se apoyaba en la minoría sunita. Ahora gobiernan en Bagdad los representantes de la mayoría chiita, que son esencialmente pro-iraníes.
Un mapa de yacimientos de petróleo y distribución de población por la religión predominanteDr. Michael Izady / Columbia University
Precisamente esta era una de las ideas de An Nimr, que creía que si el Gobierno saudita no rectificaba su percepción de los chiitas estos deberían pedir la secesión del reino. El periodista explica la ejecución de An Nimr "en parte como un intento desesperado de los sauditas de acabar con cualquier vestigio de pensamiento independiente entre los chiitas del país". Esta fue también la razón por la que Riad ayudó a la monarquía sunita de Baréin a aplastar los desórdenes de la primavera árabe en el pequeño territorio del país insular, de población mayoritariamente chiita.
Aunque según el autor el islam oficial de Arabia Saudita ya propugnaba el odio hacia los chiitas mucho antes de que se descubrieran los enormes depósitos de hidrocarburos del Golfo, en el presente el conflicto no sería tan grave si no existieran intereses petrolíferos.

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