Un servicio de espalda al consumidor
30 de octubre de 2015 - 12:08 am -
Cuando hacemos un análisis del impacto de la calidad, continuidad y de los costos asociados para disponer de electricidad ya sea en el hogar, comercio o la industria, tenemos que concluir que los consumidores son los mayores afectados.
Las estadísticas ofrecidas en el informe comercial de CDEEE de mayo 2015 sobre las empresas distribuidoras indican que sólo el 53% de los clientes (con contratos eléctricos) reciben 24 horas de electricidad. Es decir, que 1,112,984 clientes de un total de 2,101,162 que tienen las tres distribuidoras pueden decir que reciben continuamente el servicio por el cual pagan.
Desde hace varios años las empresas distribuidoras gestionan el desabastecimiento de energía (apagones). El porcentaje de la demanda insatisfecha declarada ha oscilado en promedio entre el 15 y 20%, lo que se ha traducido en horas de apagones diarias constante. Las estadísticas del Organismo Coordinador (OC) indican que en los últimos dos años se han mantenido prácticamente los mismos niveles de insatisfacción de la demanda eléctrica. Por ejemplo, en agosto del 2014 el desabastecimiento fue de 14.5% en Edenorte, 14.8% en Edesur y 23.9% en Edeeste; y en agosto del 2015 fue de 14.1% en Edenorte, 12.2% en Edesur y 21.2% en Edeeste.
Las estadísticas demuestran que nuestro país en términos de suministro eléctrico es un país medianamente apagado cuya demanda en gran medida no es satisfecha por las distribuidoras, sino por medios alternativos que el consumidor se ha agenciado, pero que a la vez elevan sus costos económicos mensuales. Sin embargo, estos medios alternativos ayudan al consumidor directamente, pero no iluminan las calles y avenidas cuya oscuridad las convierte en espacios idóneos germinadores de la inseguridad ciudadana.
Una encuesta presentada en octubre 2015 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Universidad INTEC encontró que “Las principales fuentes de energía alternativa utilizada por los hogares son las siguientes: 41.63% utiliza velas; 20.42% tiene inversores de baterías cargadas con energía proveniente de la red eléctrica interconectada; 10.81% usa lámparas de combustible líquido; 3.30% utiliza linternas o lámparas de baterías; 1.5% tiene inversores con baterías cargadas con paneles solares; 0.30% tiene planta eléctrica propia; 0.1% utiliza planta eléctrica compartida en edificio de apartamentos; 0.4% tiene otra fuente; y 18.64% declaró no utilizar ninguna fuente”.
¿Que implica para los usuarios en términos de sobrecostos el no disponer de electricidad 24 horas? Está demostrado que el costo de producir un kilovatio hora con cualquiera de las plantas generadoras del sistema eléctrico interconectado (SENI) es menor que el costo incurrido a través de la mayoría de los medios alternativos (inversor, plantas, velas, gas kerosene, baterías, etc.). Por ejemplo, en el caso del consumidor más pobre, el costo de tener encendidos durante 5 horas, 5 bombillas de 20 vatios equivale a pagar RD$2.20 pesos tomando en cuenta la tarifa eléctrica fijada por la Superintendencia de Electricidad (SIE); sin embargo, comprar 5 velas pequeñas de cera para cubrir igual cantidad de espacios, durante 5 horas implica un gasto de RD$25 pesos. Es decir, 12 veces más caro y con una calidad de iluminación tan baja que no resiste comparación.
Cabe mencionar, que uno de los argumentos que se han esgrimido para no suplir la demanda eléctrica total ha sido que sale muy costoso comprar la energía a algunos generadores y que por eso el gobierno prefiere dar más apagones. Lo anterior resulta ser un sofisma para esconder las deficiencias operativas y financieras del sistema. Es paradójico que desde hace un año la facturación de compra de las distribuidoras a los generadores ha caído promedio entre US$35-US$40 millones mensuales lo que equivale a un 25% de la factura de compra de hace un año. Por lo que esta coyuntura se pudo haber aprovechado para comprar mayor cantidad de energía, a menor precio y brindarle mayor cantidad de horas de electricidad al cliente.
Con mucha razón, la Fundación de los Derechos del Consumidor (FUNDECON) que dirige el Dr. Joaquin Luciano ha venido durante años reclamando el cumplimiento del párrafo II del art. 93 de la Ley General de Electricidad que se refiere a la compensación que deben hacer las empresas distribuidoras a los usuarios regulados por la energía eléctrica no servida, a pesar de que la deuda acumulada con los clientes durante años es tan alta que dicho monto raya en lo impagable.
El consumidor de electricidad paga para recibir un servicio eléctrico constante (24 horas), de calidad y a precios razonables. Es por eso, que el mayor reto del sector eléctrico debe ser suplir el 100% de la demanda eléctrica en el menor tiempo posible, ya que un consumidor satisfecho es el mejor apoyo para superar la crisis que nos ha azotado por décadas. http://acento.com.do/2015/opinion/8296083-un-servicio-de-espalda-al-consumidor/
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