Por JUAN TH
LUIS
SE CONVIERTE EN AMENAZA
El
plan original era sacar de competencia a los ex presidentes Hipólito Mejía y
Leonel Fernández porque eran los únicos que podrían impedir la continuidad en
el poder del presidente Danilo Medina.
El
principal obstáculo, la amenaza, el que no lo dejaba dormir, el responsable de
la dermatitis (“rasquiña”), era Leonel
Fernández, a quien las encuestas
colocaban en una posición ventajosa para intentar volver al poder.
En
otros trabajos he analizado todo cuando hizo Danilo, primero para quitarle el
control del PLD a Leonel aumentando la matricula del Comité Político y el
Comité Central, traer a Quirino Ernesto Paulino Castillo desde Estados Unidos
para una campaña mediática para inhabilitarlo moralmente.
Luego
compró diputados y senadores para
modificar en 48 horas la Constitución estableciendo la reelección.
Hipólito
no se convirtió en un problema. No hizo lo que tenía que hacer para ganar la
convención en el Partido Revolucionario Moderno, prefiriendo cederle paso al
joven Luís Abinader.
Sin
Hipólito y sin Leonel, el presidente
Medina vio el camino despejado para convertirse en el probable “Trujillo del
Siglo 21”, gobernando hasta que “Dios
quiera” o hasta terminar en el baúl de un carro.
Hipólito
no es problema, y Leonel no es una amenaza. Pensó que Luís no era más que un “flay
al cácher”, un “pelotero vestido de out”.
Danilo
jamás creyó que Luís Abinader fuera “un hueso duro de roer”, que pudiera, no
solo darle la batalla, sino ganarle las elecciones, luchando en desventaja, con
los vientos en contra, nadando como el Salmón, con la corriente en contra.
Luis
era, para los papagayos del gobierno, apenas un chubasco, pero para su sorpresa
se convirtió en aguacero, luego en tormenta tropical y posteriormente en huracán que amenaza transformarse en un ciclón de
categoría máxima que hasta un tsunami de votos podría producir el día de los
comicios, si las cosas siguen como van…
Ante
esos pronósticos, Danilo y su claque,
los asesores nacionales y extranjeros,
las bocinas, los megáfonos y las velloneras de los medios de comunicación, no
esconden su preocupación. (La dermatitis puede volver)
Luís
es, inesperadamente, una amenaza para la reelección, los negocios desde el
Estado, el continuismo y la impunidad. Como dijera el poeta, “les salió el
tornillo por el queso”.
Los
últimos sondeos realizados en los medios de comunicación, impresos, digitales,
en la radio, la televisión y las redes sociales, dan como favorito al candidato
presidencial del PRM y la Convergencia, Luís Abinader, lo que está provocando
pánico en el Palacio Nacional.
Ante
esa nueva realidad, Danilo compra caro al PRD, cuyo valor, según el tasador
político Euclides Gutiérrez Félix, solo valía “diez cheles”. Al Partido
Reformista, que vale menos que el PRD, le está dando lo que pida, al igual que
a otros grupúsculos de menor valor electoral.
La
desesperación se está apoderando de los reeleccionistas que no pegan una. Haber
secuestrado la democracia interna reservándose todas las candidaturas incluyendo
las de senadores, diputados y alcaldes sometidos a la justicia por corrupción,
le está creando una crisis de magnitudes catastróficas.
(Como
ya he dicho, los “Leonelistas” no votaran por Danilo aunque se lo ordene Leonel)
En
buena lid, Danilo no tiene manera de ganar las elecciones. Recurrirá al fraude,
al uso desmedido de los recursos del Estado y de sus instituciones incluyendo
la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral; por lo tanto, la
oposición tiene que prepararse para una lucha popular sin precedentes en los
últimos años para lograr la victoria.
19
de septiembre de 2015. SANTO DOMINGO
Juan
Taveras Hernández
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