martes, 20 de enero de 2015

El discurso que Hipólito Mejía no dijo - Por Orlando J. Rodríguez F.

Por Orlando J. Rodríguez F. 20 de enero de 2015 - 2:00 pm - 15 Comentarios
Comprobado, perdió el carro de la historia a juzgar por el discurso de televisión del 8 enero, el mismo bla ble bli blo blu de siempre. Tampoco dijo nada en la entrevista de ayer, lunes, con Alicia Ortega; nada que trascienda
10001335816874jpg.jpg
Foto: Hipólito Mejía
MIAMI, Florida.-El ex presidente del cuatrienio 2000-2004 nos ofrece a los dominicanos y dominicanas un país que ya nos ofreció
Lean:
“Un país, un país bla, blabla. Un país bububububu, un país blublublu y al desarrollo humano. Un país, jajajajajajaajjajajaj, a fin de que nuestros jóvenes y mujeres, bla bla.
Un país, donde no pienso hablar del 22 de mayo de 2012. Un país donde aquella noche me volví un cebo, un país que recupere su prestigio blablabla. Un país que debería estar en manos solidarias, es decir las mías.
Es decir los justos reclamos de dedo acusador y bla bla, bla bla.
Un país que chunga, chunga, chunga. País que necesita de nuevo de mis metidas de patas para hacer de las elecciones un escenario donde yo de nuevo pueda hacer reír al conjunto de la población.
Un país donde Luis Abinader no cuente para nada.
He logrado descubrir que el país sufre una grave crisis moral, porque yo mismo en las últimas elecciones no supe explicar nada  y además dejé sospechas que no sé si la historia me perdonará..
Quiero ser candidato de Moderno y quiero ayudar a la unidad, pero al mismo tiempo quiero ser presidente, al mismo tiempo quiero olvidarme de Abinader, defenderé el derecho que todos tienen para elegir, bla, bla bla bla…No se desesperen que ya termino.
Señoras y señores, quiero una convención libre y democrática, la situación del país es sin lugar a dudas, grave para cruzarme de brazos, como la noche del 22 de mayo del 2012, debo volver a lo mío… ser derrotado muerto de risa y sin dar explicaciones.
Quiero dejar ese legado, que la sociedad  se levante en la madruga de ese día llena de fe en un porvenir que yo ya le he brindado: soledad en la derrota y burla pública.
Quiero ser candidato de Moderno y quiero ayudar a la unidad, pero al mismo tiempo quiero ser presidente, al mismo tiempo quiero olvidarme de Abinader, defenderé el derecho que todos tienen para elegir, bla, bla bla bla…No se desesperen que ya termino
Que Dios los bendiga e ilumine, a todos y todas, muchísima gracias” (Aplausos cómplices aplausos lambones etc).
Como se verá, acaban de leer el discurso que Hipólito Mejía No dijo el 8 de enero, ese día en que hizo de rey de mago gurabense.
Comprobado, perdió el carro de la historia a juzgar por el discurso de televisión del 8 enero, el mismo bla ble bli blo blu de siempre. Tampoco dijo nada en la entrevista de ayer, lunes, con Alicia Ortega; nada que trascienda.
El mito cuando se moja, normalmente dicen los pirotécnicos infantiles, no explota.
¿Estamos ante ese caso?
En varias ocasiones el PRM (ese intento de partido) ha dado esas señales que tienen que ver con su propio origen, las pifias públicas que no le hacen confiable al electorado. Todos sabemos bien que el Equipo de Hipólito, su proyecto y su vocero oficial ha hecho unas escaramuzas públicas demostrando que el PRM, mientras Hipólito siga activo, no tendrá estabilidad ni diseño definitivo (a coger de pendejos a otros u otras).
Con este discurso, el que no dijo, (reseñado más arriba) y con el que sí dijo (el 8 de enero) se cierra un ciclo histórico de la política dominicana: la caída libre de un ser humano, que nunca entendió su propio proyecto, a pesar de la publicidad y popularidad política nacida de esa raíz  de lo vernáculo y masoquista tiene el pueblo dominicano en sus venas.
El Presidente Mejía Domínguez es tan distraído en su ignorancia de la historia, que siente y piensa que de esa rendición de cuentas saldrá bien parado.
Hay tiempo, sobra tiempo, pero no es el caso del Presidente Mejía Domínguez. La historia también suele ser fría y dura, y entonces se torna dolorosamente más lenta, como reloj egipcio de arena.
Desde ese día, al Presidente Mejía Domínguez la historia le abre un canal que confirmará su limbo y su inconsciencia con la historia. Amén. http://acento.com.do/2015/politica/8214503-el-discurso-que-hipolito-mejia-no-dijo/
Otros escritos de Orlando J. Rodríguez Fernández:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario