viernes, 22 de septiembre de 2017

Contra el tráfico de armas, control y transparencia

AMÉRICA LATINA

Contra el tráfico de armas, control y transparencia

En América Latina están algunas de las ciudades más violentas del mundo; en la UE, algunos de los países que más armas exportan. Desde la Asamblea Eurolat, reunida en El Salvador, diputados exigen mayor control.
Deutschland Darknet Waffen (picture alliance/dpa/A. Heinl)
El que en un año más de 140.000 personas mueran violentamente en alguna parte de Latinoamérica tiene que ver con el comercio y el tráfico de armas. Ocho de las ciudades con mayor violencia del mundo se encuentran en América Latina; ocho de los mayores exportadores de armas son países de la Unión Europea.
Desde El Salvador, la Asamblea Eurolat -que reúne a 75 parlamentarios europeos y con 75 latinoamericanos- hace expresa en una resolución conjunta su preocupación por el incremento de la violencia que supone el desvío de armas pequeñas y ligeras hacia un mercado ilícito más grande que el de las drogas.
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"En un principio, todas las armas son legales. Hay países que las producen y las exportan, supuestamente, según ciertas reglas y criterios. La legítima defensa de un Estado está entre ellos. Pero lo que uno vende -en este caso Europa- a un Estado, acaba en manos de otros, que no deberían tenerlas. En ese momento, las armas se convierten en ilegales”, explica a DW Bodil Valero, eurodiputada sueca, ponente de un informe al respecto recientemente aprobado en el Parlamento Europeo.
Diversos estudios difieren en cuanto al número de armas ilegales que circulan en este momento en América Latina y el Caribe; en todo caso, se cuentan por decenas de millones. "Así no puede seguir. Para exportar hay que tener control sobre el usuario final. El punto es que no estamos hablando de cualquier otro producto: las armas están hechas para matar”, subraya Valero.
Exportadores  y consumidores
Según datos manejados por la Eurocámara, la UE es el segundo exportador de armas del mundo, con una cuota del 26% del mercado global, detrás de Estados Unidos (33%) y delante de Rusia (23%). Oriente Medio es el principal destino de sus exportaciones; América del Norte el segundo; América del Sur, el octavo; América Central y el Caribe están en el sitio 12.
En cuanto a armas pequeñas, América del Norte es el principal destino, América del Sur, el séptimo. Croacia, Alemania y Reino Unido encabezan la lista de los países exportadores de armas ligeras.
Las reglas existen, pero…
Desde el 2008, las exportaciones de armas desde países miembros de la UE están reguladas por una "posición común”. Esta establece ocho criterios que los países deben examinar antes de conceder una licencia de exportación; entre estos, el respeto a las obligaciones y compromisos internacionales como las sanciones y los embargos, y también el respeto de los derechos humanos y la legislación humanitaria internacional. No obstante, la falta de mecanismos de control del cumplimiento de estos criterios y la ausencia de sanciones en caso de incumplimiento se han traducido en un aumento de exportaciones a zonas de conflicto.
Un ejemplo
Bodil Valero.
Bodil Valero.
Según el informe de 2016 de la Conferencia Conjunta sobre Iglesia y Desarrollo, si bien el volumen de armas ligeras exportadas por Alemania en los últimos dos años ha disminuido en comparación al récord de 2014, 4256 licencias podrían ser consideradas como problemáticas.
"El problema con Alemania –que afirma que sí cumple con las reglas- es que se ha hecho una interpretación del reglamento muy pasiva y abierta”, explica Valero. Por ejemplo, si bien varios Estados de América Latina no cuentan oficialmente como países en conflicto, éstos existen también en forma de masivas vulneraciones a derechos humanos.
"Por otro lado, ni Alemania, ni Francia, ni Inglaterra informan a cabalidad acerca de sus exportaciones a nuestro sistema común de control. Sin información, no podemos hacer seguimiento”, añade Valero.
Problema conjunto
Si a esta falta de transparencia se suman la ausencia de mecanismos de control en los países de América Latina, el desplazamiento de armas por vías ilegales entre países y además legislaciones permisivas en cuanto al acceso a ellas, se entiende que la situación sea vista como un problema a acometer birregionalmente. 
"El problema radica en la intersección de la falta de transparencia y la impunidad en muchos de los países de ambas regiones. A ellos se suma la corrupción y la falta de independencia de la justicia”, sigue Valero. En su opinión, el momento de esta resolución de Eurolat es el correcto: "Justo ahora que en Europa estamos trabajando con el control de las armas –desde la exportación hasta la venta de armas para cazadores-, es oportuno trabajar con los otros países en América Latina para aumentar la conciencia sobre el gran problema que representan, para lograr controles más estrictos y para evitar que lleguen a manos que no deben tenerlas”.

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