El
Ministerio Público ha pedido que el ex presidente brasileño
Luiz Inácio Lula da Silva sea condenado a prisión por delito de "
corrupción pasiva calificada", según han informado fuentes judiciales.
La petición consta en los documentos enviados al juez Sergio Moro, corresponde a una causa penal en la que Lula es acusado de ocultación de patrimonio y otros delitos relacionados con un apartamento que sería de su propiedad, pero aparece registrado a nombre de empresarios que le habrían servido de testaferros.
El apartamento figura en los registros como propiedad de la empresa OAS, una de las constructoras implicadas en el escándalo descubierto en la estatal
Petrobras. Aunque el ex presidente esta implicado en otras cuatro causas penales, el caso del apartamento es el más avanzado y se calcula que a principios de julio, el juez dictará sentencia.
Lula, quien fue presidente entre 2003 Y 2011 ha negado que sea el propietario del inmueble y ha dicho ser víctima de una "
persecución judicial", que tiene como objetivo
impedir que vuelva a postular a la Presidencia en las elecciones previstas para octubre de 2018.
La Fiscalía sostiene que existen "pruebas robustas" en su contra y ha pedido que también sean condenados, el ex presidente de la constructora OAS, Leo Pinheiro y cinco ex directivos de esa empresa.
De acuerdo a la acusación, el inmueble le habría sido entregado a Lula y su familia a cambio de maniobras que el ex presidente hiciera desde el poder para que le fueran adjudicados a OAS unos millonarios contratos de obras con Petrobras.
La nueva presidenta del PT, también investigada
El Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, eligió hoy como presidenta de la formación a la senadoraGleisi Hoffmann, quien es investigada en el Supremo por sospechas de corrupción.
Hoffmann, de 51 años y casada con el exministro de Planificación Paulo Bernardo Silva, también salpicado por denuncias de desvíos de dinero público, es la primera mujer elegida para dirigir el partido fundado por Lula y un centenar de obreros e intelectuales en 1980.
Una vez elegida, Hoffmann aludió a los problemas judiciales de dirigentes del PT y descartó que esa formación pueda hacer algún tipo de autocrítica sobre esos asuntos. "No somos una organización religiosa y tampoco nos azotamos. No vamos a enumerar errores para que la burguesía y la derecha exploten esa imagen", declaró.
La nueva presidenta del PT se impuso en la elección interna al senador Lindbergh Farias, otro de los tantos cuadros del PT que son sospechosos de haberse beneficiado de la trama de corrupción que se investiga desde hace tres años en la compañía estatal Petrobras.
http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/03/5932b1a6e2704e870d8b4623.html
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