AMÉRICA LATINA
Lula, una figura carismática bajo sospecha de corrupción
En esta semblanza repasamos los altibajos en la vida del expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, condenado este miércoles a nueve años de prisión.
Vestido con una camisa roja, Luiz Inácio Lula da Silva lloraba hace unos meses ante las cámaras, cuando negaba enérgicamente las acusaciones por el denominado caso Lava Jato: "Que prueben mi corrupción", reclamaba el ex presidente de Brasil, condenado hoy (12.07.2017) en primera instancia a nueve años y medio de cárcel por participar en una enorme trama de corrupción en torno a la petrolera estatal Petrobras.
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Aunque anticipada desde hace meses por las investigaciones del caso bautizado como "Lava Jato" ("Lavado de autos"), la caída en desgracia de Luiz Inácio Lula da Silva sacudió a Brasil y a América Latina.
Lula, de 71 años, sigue siendo muy popular sobre todo entre las clases más pobres de la región, que ven en él a más que un ex jefe de Estado. De orígenes humildes y antiguo líder sindical, el carismático Lula se convirtió en enero de 2003 en el primer presidente obrero de Brasil.
Según las investigaciones, el ex mandatario, Lula da Silva, y su esposa, Marisa Leticia, aceptaron entre otras dádivas un apartamento en Sao Paulo a cambio de facilitar a otras empresas contactos con Petrobras.
"El político más popular de la Tierra"
Durante los dos mandatos de Lula, hasta diciembre de 2010, el Brasil se colocó entre las potencias mundiales tras sacar a millones de personas de la pobreza gracias a un "boom" económico sin precedentes.
Con Lula, el país suramericano se afianzó en el grupo de las principales naciones industrializadas del mundo, el G20, y pasó a formar parte del BRICS, el foro de los cinco países emergentes más importantes. "Es el político más popular de la Tierra", decía en 2009 el estadounidense Barack Obama, respecto al líder brasileño, cuya imagen parecía entonces capaz de trascender las ideologías de izquierda y derecha.
Nacido en 1945 en el seno de una familia pobre del noreste, el futuro presidente llegó de niño a Sao Paulo, adonde sus padres emigraron por una mejor calidad de vida. En la voraz metrópoli industrial, Lula entró a trabajar aún adolescente como tornero a una fábrica.
Lula niega los cargos y acusa a sus adversarios de orquestar una "venganza política" para impedirle ser otra vez candidato presidencial en 2018.
Allí, el joven operario se convirtió en uno de los líderes del pujante movimiento sindical que plantó cara a la dictadura militar en la ciudad. Y en 1980 fue uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores (PT), que habría de convertirse en las décadas siguientes en el partido de izquierda más grande de América Latina.
Su influencia en América Latina
Tras su experiencia como diputado por Sao Paulo, Lula fue tres veces candidato a la presidencia de Brasil antes de salir electo al cuarto intento. El líder del PT, curtido en las virulentas luchas sindicalistas, sorprendió a todos cuando tendió la mano al empresariado para impulsar el crecimiento económico tras asumir la presidencia.
En paralelo, creó programas de ayuda social como el emblemático "Fome Zero" ("Hambre Cero") para auxiliar a las clases más necesitadas. De este modo, el "lulismo" pudo ganar simpatizantes en América Latina como alternativa de éxito a modelos de izquierda populistas como el liderado por Hugo Chávez en Venezuela.
Líder de red corrupta, según la Fiscalía
Sin embargo, los pactos con el poder económico y político, condujeron en ojos de sus detractores también al contubernio. "Lula se corrompió y corrompió a la sociedad brasileña", lo acusaba en 2015 Hélio Bicudo, uno de sus antiguos compañeros de batalla.
El PT "pasó a ser un partido de los intereses de algunas personas que buscan el poder", asegura Bicudo, cofundador del partido en 1980. La fiscalía brasileña acusa a Lula de haber sido el "comandante máximo" de la red corrupta en Petrobras, una trama que desfalcó millones en los últimos años a través de sobornos a empresas interesadas en ganar jugosas licitaciones de la petrolera.
Según los investigadores, el ex mandatario y su esposa aceptaron entre otras dádivas un apartamento en Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, a cambio de facilitar a otras empresas contactos con Petrobras.
Otras acusaciones apuntan a un papel de intermediario para negocios de la compañía en África. Lula niega los cargos y acusa a sus adversarios de orquestar una "venganza política" para impedirle ser otra vez candidato presidencial en 2018.
DPA (CT/CP)
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- Fecha 12.07.2017
- Temas Brasil, Petrobras, Lava Jato, Carne mala
- Palabras clave Luiz Inácio Lula da Silva, Lula, Brasil, prisión, corrpución, Petrobras, Lava Jato
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