La Organización de Estados los Americanos (OEA) asumió el lunes la tarea de ayudar a Venezuela a recuperar el camino de la democracia en una polémica reunión de emergencia de su Consejo Permanente que fue realizada pese a los esfuerzos por torpedearla de Bolivia y del régimen de Caracas.
La organización aprobó la resolución argumentando que en Venezuela se había producido “una grave alteración del orden constitucional” y decidió hacer uso de los instrumentos diplomáticos que brinda la Carta Democrática Interamericana para recuperar la institucionalidad en ese país.
La reunión de emergencia fue realizada pese a que el recién nombrado presidente del Consejo Permanente, Diego Pary, anunciara en la mañana del lunes que el encuentro había sido suspendido. Esa decisión fue posteriormente desechada luego que una mayoría de países miembros decidieran seguir adelante con el encuentro.
La resolución --presentada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Estaados Unidos, Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Perú-- fue aprobada por 17 de los 21 países miembros que se encontraban presentes.
En la votación, se abstuvieron los embajadores de República Dominicana, Bahamas, Belice y El Salvador. Los embajadores de Bolivia y Venezuela se habían retirado previamente de la sala tras protestar enérgicamente que la reunión estaba siendo realizada.
El texto no se sometió a votación, sino que se aprobó “por consenso”, según declaró el presidente interino del Consejo Permanente, el embajador de Honduras, Leónidas Rosa Bautista.
La resolución declara que el dictamen del chavista Tribunal Supremo de Justicia TSJ de arrebatarle las funciones constitucionales de la Asamblea Nacional para asumirlas por su propia cuenta, “son incompatibles con la práctica democrática y constituyen una violación del orden Constitucional”.
Los países firmantes mostraron inconformidad que el reciente pronunciamiento del TSJ a través del cual pretendía rescindir de esos dictámenes que fueron calificados alrededor del mundo como la ejecución de un autogolpe.
“Es esencial que el gobierno de Venezuela asegure la plena restauración del orden democrático”, insistió la resolución antes de instar al gobierno de Caracas a “actuar para garantizar la separación e independencia de poderes constitucionales, y restaurar la plena autoridad de la Asamblea Nacional”.
La organización multilateral también solicitó al gobierno venezolano a mantenerse dispuesto y a respaldar “medidas que permitan el retorno al orden democrático” a través del ejercicio efectivo de la democracia y el cumplimiento del derecho en el marco constitucional del país.
Y la OEA también se comprometió a “seguir ocupándose de la situación en Venezuela y emprender en la medida que sea necesaria, gestiones diplomáticas adicionales para fomentar la normalización de la institucionalidad democrática, de conformidad con la Carta de los Estados Americanos y la Carta Democrática Interamericana”, manifestó el documento.
Esos esfuerzos incluirían convocatorias de reuniones ministeriales, expresa la resolución.
Creada por el consenso de la OEA en 2001, la Carta Democrática Interamericana fija mecanismos graduales para intervenir en un Estado miembro, en caso de ”una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático“. En caso extremo podrían terminar con la suspensión del país de la OEA.
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